Capítulo 47 – Chico malo

—¡No! ¡Nick! ¡Lo siento! ¡Por favor, déjame ir! —Horua gritó en pánico mientras intentaba pasar por Nick.

Nick simplemente empujó a Horua hacia adelante, haciéndolo caer sobre su trasero.

—Es por tu propio bien, Horua —dijo Nick con un tono serio—. ¡Tienes que trabajar con el Soñador! ¡Tienes que hacerlo!

Horua podía sentir los ojos muertos del Soñador en su espalda, lo que causaba que su mente se sumiera aún más en pánico.

—¡No puedo! ¡No! —Horua gritó mientras intentaba irse de nuevo.

Nick apretó los dientes y volvió a empujar a Horua.

—¡Tampoco quiero hacer esto, pero tienes que hacerlo! —dijo Nick.

—¿Por qué? ¿Por qué tengo que hacerlo? —Horua preguntó en una mezcla de traición, rabia y terror—. ¿Qué te he hecho yo? ¡Pensé que éramos amigos!

Nick no respondió de inmediato.

—No puedo decirle a Horua que Wyntor lo habría matado si se hubiera ido. Si se entera, se enfurecerá y hará algo estúpido. Podría intentar causarle el mayor daño posible a Wyntor, lo que sería revelar todos los secretos que Horua sabe —pensaba Nick.

—¡No puedo permitir que haga eso! —continuaba pensando—. No porque vaya a herir a Wyntor sino porque significará que Horua morirá.

—Horua es un niño, ¡y es mi culpa no haberlo visto antes! Si se enfada demasiado, todo este sufrimiento habrá sido en vano, ¡y morirá de todos modos!

—¡No puedo permitir que Horua muera! —concluía en sus pensamientos.

—Y por eso, tengo que ser el malo. De todos modos es mi responsabilidad. Solo es justo que yo también pague el precio.

—¡Esto es por tu futuro, Horua! —Nick gritó—. ¡No sabes lo afortunado que has sido en los Arrabales hasta ahora!

—Si no te arriesgas ahora, ¡te quedarás en los Arrabales para siempre!

—¡Estás mintiendo! —Horua gritó de vuelta—. ¡Estabas dispuesto a dejarme ir, pero luego, hablaste con ese otro tipo!

—¡Y ahora, de repente, me estás obligando a hacer esto!

—¡Es él, no es así? ¡Él es el que te obliga a obligarme!

Nick se puso más ansioso y apretó aún más los dientes.

¡BANG!

Horua sintió como si el mundo girara.

Al momento siguiente, se sintió golpear el suelo.

El mundo de Horua giró y tardó un rato en poder pensar con claridad de nuevo.

Fue entonces cuando lo vio.

Sangre.

Dientes.

Nick había golpeado con el dorso de la mano a Horua, rompiendo tres de sus dientes en el proceso.

Afortunadamente, los tres dientes todavía eran de leche, lo que significaba que los dientes verdaderos aún estaban allí.

Aún así, Horua sentía un dolor increíble en ese momento.

Pero más fuerte que el dolor fue la conmoción.

Nick le había golpeado.

Nick nunca antes le había golpeado.

Aún más, esto no era solo una bofetada inocente.

No, esto era un fuerte revés que hizo sangrar a Horua.

—Me lo agradecerás más tarde —dijo Nick fríamente.

Sin embargo, contrario a cómo Nick parecía por fuera, en realidad se sentía absolutamente asqueado con lo que estaba diciendo y representando.

«¿Agradecerme más tarde? ¡Como si fuera a pasar!», Nick pensó con los dientes apretados. «¡Si yo fuera él, me odiaría por el resto de mi vida!»

«No soy su familia y solo he sido su amigo durante un par de meses».

«No tengo ningún derecho a obligarlo a hacer nada de esto».

Nick respiró profundamente, pero lo hizo parecer como si estuviera respirando hondo por frustración y enojo.

—Lo siento mucho, Horua.

Nick avanzó lentamente.

¡BANG!

Y Nick pateó a Horua hacia el centro de la Unidad de Contención.

—Lo siento.

Horua rodó hacia el centro de la Unidad de Contención mientras miraba a Nick con puro shock.

Era como si Nick se hubiera transformado en alguien que él nunca había visto antes.

—¿Es así realmente quién es? —Horua pensó con miedo, conmoción y traición.

—¿Fue todo lo demás solo una actuación?

—¿Solamente quería que firmara el contrato para luego poder obligarme a hacer cosas?

—¿Es este quién eres realmente?

Y sin embargo, Horua no dijo nada.

Silencio.

—Ve a trabajar con el Soñador —dijo Nick fríamente—. Me quedaré aquí hasta que termines.

En ese momento, Horua recordó que estaba en la Unidad de Contención del Soñador y lentamente se volvió.

A solo dos metros detrás de Horua estaba el Soñador.

No se había movido hasta ahora y seguía mirando a Horua con sus ojos muertos.

La mente de Horua se congeló.

Su ritmo cardíaco superó las 200 pulsaciones por minuto y su mundo comenzó a tambalearse.

Horua comenzó a respirar muy rápidamente, lo que solo aumentó su mareo.

Y entonces, cayó al suelo.

Horua perdió la consciencia debido a su abrumador shock y miedo.

Cuando el Soñador vio eso, lentamente se volvió a mirar a Nick.

—Él trabajará con nosotros a partir de ahora —dijo Nick lentamente.

—Se te permite alimentarte de él durante las próximas ocho horas y si sobrevive, continuará trabajando contigo.

—Si no lo hace, seré yo quien trabaje contigo a partir de ahora.

—Si todo va bien, también buscaré a una tercera persona para que trabaje contigo.

—No hagas nada estúpido —dijo Nick fríamente.

El Soñador lentamente se volvió a mirar a Horua de nuevo.

Luego, caminó lentamente hacia la cabeza de Horua.

Y se detuvo.

El Soñador simplemente se paró al lado de la cabeza de Horua y lo miró fijamente a sus ojos cerrados.

Un momento después, los párpados de Horua temblaron, pero en ese momento, Nick notó que el Prephyx en la Unidad de Contención aumentó.

Solo Nick esperaba que este aumento no significara que el Soñador quisiera atacar.

Afortunadamente, el aumento del Prephyx no activó la alarma y los párpados de Horua se calmaron dos segundos después.

La respiración de Horua cambió, y su cuerpo se movió involuntariamente a una posición más cómoda.

Estaba dormido.

Cuando Nick vio eso, suspiró y se sentó frente a la puerta.

Por un rato, Nick solo tomó algunos alientos temblorosos y lentamente colocó su cabeza entre sus manos.

El Soñador comenzó a alimentarse.

El contenedor de Zephyx se estaba llenando.

Y sin embargo, Nick no estaba feliz.

Ni siquiera un poco.