Me dijo que lo matara... Así que, lo hice.

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Song Yu Han nunca tuvo la intención de perdonar la vida de Qing Li a cambio de los detalles e información de los patrocinadores y personas adineradas que estaban involucradas en este enfermizo juego. Podría obtenerlos si quisiera, incluso si Qing Li no se los diera. Song Yu Han solo estaba tratando de reducir el esfuerzo y el tiempo que le llevaría ya que ya estaba en ese lugar.

Sin embargo, Qing Li se estremeció al escuchar sus palabras. Anteriormente, pensó que el hombre detrás de él lo había perseguido porque fue arrastrado al juego, pero resulta que tiene una agenda oculta adicional.