¿No es ella mi hija?

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—Mira, tío Jake. No puedo encontrarme con ella, no en esta forma —intentó negociar Finley, pero Jake solo inclinó ligeramente la cabeza.

—¿Por qué? ¿Tienes miedo de que te reconozca? Ya estás disfrazado... y en cuanto a cambiar tu voz, ¿no puedes dejar que tu hada reemplace tu voz en su lugar?

—... Finley de repente no sabía qué decir. De hecho, lo que Jake dijo no estaba mal, pero la posibilidad de ser descubierto era mayor si tenía que acercarse a Ainsley y convencerla de apostar, ¿vale? ¡Y Fin no quería arriesgarse a eso!

—Huft. Yo... Yo no sé qué decirle para que apueste con papá y contigo, tío —dijo Finley dando otra excusa.

Desafortunadamente, Jake hizo caso omiso del intento desesperado de Finley y dijo despreocupadamente: