—Cuando Marceline subió al carruaje y tomó asiento cómodamente, esperando a que el cochero cerrara la puerta, pronto Vincent y Eve los acompañaron subiendo también a él. Los ojos de la vampireza se estrecharon, y preguntó,
—¿Qué pasó con ir en tu propio carruaje?
—No seas tan fría, Marcie, cuando debemos aprovechar al máximo nuestro tiempo juntos hasta que lleguemos al Sur. Con esa pierna tuya, podrías necesitar ayuda —Vincent sonrió y tomó asiento justo al lado de ella, lo que la hizo deslizarse hacia el otro rincón. Eve tomó asiento en frente de ellos—. Quién sabe, quizás cambiarás de opinión y decidirás volver aquí para quedarte con nosotros.
—La vampireza rodó los ojos antes de que sus labios se tensaran en una línea delgada. Dijo —Como si no supiera que tratarás de humillarme si me quedo aquí en la mansión.
Support your favorite authors and translators in webnovel.com