Shao Hui no sabía qué había hecho mal. Arqueó una ceja y luego se volvió a mirar a Mo Qiang. Ella era quien parecía la más sorprendida, y por eso decidió preguntarle primero a ella en lugar de al resto de la familia.
—No es nada. Nunca pensé que te alzarías en mi defensa —respondió Mo Qiang. Sólo entonces Shao Hui se dio cuenta de que había hablado a favor de Mo Qiang justo ahora, pero aunque lo habían atrapado defendiendo a Shao Hui, dudaba de haber hecho algo mal.
Long Ju merecía lo que le venía, pero lo que lo irritaba era que toda la familia lo estaba mirando como si fuera un bicho raro. Mientras sostenía la tableta, les lanzó una mirada feroz al resto de la familia y espetó:
—Puedo tener el genio corto, pero no soy un idiota. No voy a decir que lo que está bien está mal.
—Me sorprende tu sabiduría —dijo Wen Gui, haciendo que Shao Hui abriera la boca pero Yin Fu, que había visto la fuerza de Wen Gui, inmediatamente lo detuvo con un movimiento de cabeza.
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