Dirigiéndose a la base

—Sin embargo, la Abogada Zi nunca esperó que Wen Gui le sonriera. No solo sonrió, sino que también asintió y estuvo de acuerdo con la Abogada Zi—. Claro. Si eso es lo que quieres, entonces estoy dispuesto a seguirte. Qué broma, hicieron tanto espectáculo para encontrarse con Madam Yin. Si no les permitían conocerla, ¿cuál era el sentido de tanto drama?

La Abogada Zi se sorprendió cuando vio que Wen Gui estaba dispuesto a reunirse con Madam Yin, pero cuando pensó en lo fuerte que era Wen Gui, supo que su confianza provenía de la fuerza bruta en lugar de la estupidez. Justo lo contrario al caso de Yin Rentian.

—Ya veo —la Abogada Zi solo pudo asentir cuando vio que Wen Gui estaba dispuesto a seguirla. Pensó que Wen Gui se asustaría si decía que necesitaban dirigirse a la base de la familia Yin. Después de todo, ¿quién no sabía que Madam Yin era la reina de la mafia? Ir a su base era simplemente un suicidio.