Sinceridad

Aunque Long Ju no entendía cuándo Mo Qiang de repente se había vuelto tan asertiva y agresiva, todavía no creía que Mo Qiang hubiese cambiado. Era una comerciante y había visto todo tipo de personas, Long Ju sabía mejor que nadie que era imposible que una persona cambiara y eso en un corto período de tiempo de unos pocos meses. La mujer frente a ella era la misma que le había vendido a Xie Li porque estaba acosada por matones y prestamistas.

Mientras amenazara a Mo Qiang con la ley, seguramente se daría por vencida.

—Es tal como te ha dicho Shen Tu, señorita Qiang —Long Ju dio un paso adelante y miró profundamente a Mo Qiang con su mirada fría—. Este territorio está bajo mi dominio y tus acciones no son más que una invasión.

—¿Me estás diciendo que debo devolver el océano a su estado original? —Mo Qiang interrumpió y cuestionó a Long Ju. Miró descuidadamente al océano y luego chasqueó la lengua antes de decir: