BOOM.
El sonido de la Bola de Aliento de Cadáver al explotar resonó dentro de la morada de la cueva. El impacto de la explosión fue tan intenso que Tan Si tuvo que empujar a Mo Xifeng fuera de la entrada de la cueva, pero incluso entonces sintió que sus pies se movían un poco mientras era enviada deslizándose hacia adelante.
—¡Están aquí! —Una de las soldados gritó al ver a Tan Si y a Mo Xifeng. Justo ahora realmente estaban preocupados de que Mo Qiang y los demás no pudieran salir de las cuevas, pero ahora que Tan Si y Mo Xifeng estaban fuera de ellas, ya no tenían que preocuparse por nada.
Ou Qi era la encargada de tomar el control del equipo en caso de que Mo Qiang y Mo Xifeng no estuvieran presentes. Incluso ahora estaba preocupada por la seguridad de las Hermanas Mo y pensaba si debía o no adentrarse en las cuevas para buscar a Mo Qiang y a Mo Xifeng, pero ahora que ellas estaban a salvo fuera, finalmente pudo soltar un suspiro de alivio.
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