Felicidades, es un niño —-2

—Sabes que nunca he recibido una propuesta de amor en toda mi vida, pero... todavía no creo que secuestrar a alguien sea el camino al corazón de uno, ¿sabes? No me gusta jugar al estilo del CEO dominante —le dijo Mo Qiang al tubérculo tortuga mientras colgaba en el aire. Pero el tubérculo tortuga no parecía estar escuchando nada de lo que Mo Qiang decía, en lugar de eso, continuaba caminando adelante sin una sola preocupación.

Al ver que el tubérculo tortuga la ignoraba, Mo Qiang ya no sabía qué decir. Simplemente se quedó sin palabras pensando en cómo fue a hacer algo bueno y terminó convirtiéndose en rehén de una tortuga. No es de extrañar que su senior le haya dicho que no había necesidad de ayudar a nadie ya que el mundo no era un buen lugar y no merecía ninguna bondad de nadie, ella era la tonta que escuchó la charla de una ardilla insistente y actuó estúpidamente.