—Vaya... realmente eres lo peor, ¿no? —comentó Xiao Jiao mientras volaba sobre la cabeza de Mo Qiang, mirando cómo esta trataba al farmacéutico un poco demasiado bruscamente. —Pareces más como si fueras a robarle en lugar de comprar medicina.
—Cállate —Mo Qiang rodó los ojos al escuchar el comentario de Xiao Jiao. —¿Si me van a tratar como a un hooligan no está bien que yo actúe como uno? Me hacen sentir mal sin razón, de esta manera, sentiré como si mereciera ser tratada así.
Xiao Jiao no habló durante mucho tiempo, fue después de un largo rato cuando abrió la boca y dijo —En resumen, eres solo un idiota.
Mo Qiang la idiota:
...
—No soy una idiota, ¡lo que estoy haciendo se llama inteligencia! ¡Comparado con ser tratada como una hooligan sin haber hecho nada, actuar como una y luego ser tratada como tal es mucho mejor! —refutó obstinadamente antes de girarse para mirar al farmacéutico que parecía haber perdido el alma.
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