Incluso la patata podrida se veía mejor que tú

—Debe haber usado algún tipo de tesoros secretos para protegerse —una voz aguda de mujer resonó—. No hay manera de que esta mujer inútil sea tan poderosa y use su verdadera fuerza. Quizás haya comido alguna píldora de presunción para aumentar su fuerza.

—¿Se les olvidó? ¡Era una inútil! Huang Ying Yue, tú que no sirves para nada, realmente haces que nuestra gente de la secta pierda la cara —Xiang FongFong se levantó de repente, apuntando con el dedo hacia Huang Ying Yue, mientras escupía palabras maliciosas, provocando la mente de todos—. Si no puedes ganar, simplemente ríndete. ¿Por qué haces trampa?

—Tiene sentido, ella es una discípula cercana del Gran Ancestro, debe tener un montón de tesoros para prepararse —alguien más agregó—. No hay manera de que haya usado un método justo para ganar.

—¡Trampa! ¡Huang Ying Yue está haciendo trampa! ¡Eres una tramposa!

—¡No mereces ganar en absoluto! Eres tan despreciable.