Contra deseos

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Gabe se acercó a Autumn entonces, sabiendo que ella estaría conmocionada por todo esto. Pero cuando ella levantó la mirada hacia él, no esperaba ver la ira en sus ojos mientras decía con dureza —No quiero hacer esto.

Antes de que pudiera preguntarle acerca de su repentina declaración, Autumn se levantó y salió apresuradamente del tribunal, dejándolo parado allí, perplejo. 

Silenciosamente, él empacó los archivos que tenía delante y la siguió a casa, sabiendo que allí es adonde ella habría ido. Como era de esperar, la encontró sentada en su habitación, abrazándose a sí misma. Entonces se maldijo a sí mismo. Debería haberle advertido más —¿Autumn?

Ella no dijo nada, sentada inmóvil como si fuera una estatua —Autumn, yo entiendo...

Entonces ella sacudió la cabeza vehemente, volviéndose para mirarlo acusadoramente —Tú no entiendes. Si lo hicieras, no habrías...