—Señorita Brown —Olivia levantó la vista para ver al detective Davis, el mismo detective que los había interrogado a ella y a Seb anteriormente, parado allí. Con una ceja levantada y una pequeña sonrisa, devolvió el saludo—. Detective Davis. ¿Cómo está?
El detective hizo un gesto hacia la silla frente a ella—. ¿Le importa si me siento?
—Por favor, tome asiento —respondió Olivia.
—Señorita Brown, ¿cómo está? Escuché que recientemente tuvo un susto. Con alguien echando tóxicos en un regalo destinado a usted... —El detective no terminó la frase y Olivia asintió lentamente, sintiéndose un poco cautelosa.
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