—Necesito matarla. Esa es la única manera de que sea mío. ¿Sabes que me miró esta noche? Y se sentó a tener una comida completa. Nunca antes lo había hecho. Siempre encuentra una excusa para dejarme a mitad de la comida. Pero esta noche tuvimos una cita así que eso es un progreso.
Gabe suspiró y miró a través de la gran pared de vidrio a Arabelle, quien todavía murmuraba acerca de querer matar a Nora. Habían estado intentando detener su obsesión con Demetri pero se había prolongado demasiado. Sin embargo, sabía que la paciencia del Demonio estaba llegando a su fin.
Hasta ahora, no había tocado a Arabelle porque no quería hacerle daño. Pero ahora, necesitaba proteger a Nora y si Arabelle continuaba siendo una amenaza, pronto encontraría su final. Necesitaba sacarla de aquí antes de que pudiera hacer algo acerca de estos pensamientos suyos.
El doctor la dejó en la silla del paciente y salió de la sala de terapia.
Con un suspiro, ella dijo:
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