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36: Quinn

36: Quinn

"era tan hermoso, como sostener el mundo entero en tus brazos, sus adorables ojos azules me miraban con tanto cariño que casi pensé que me daría diabetes de amor, puede imaginar eso doctora? sostener el mayor regalo que la vida puede darte y no querer soltarlo nunca?" la voz contenía tanto amor y cariño que la mano que sostenía la pluma se detuvo por un momento antes de continuar escribiendo.

"ese es un amor que solo una madre podría tener, aún soy un poco joven para eso" harleen respondió mirando a su paciente mecer sus manos como si acunara algo que no estaba ahí. un fantasma del pasado.

"si… una madre, eso era lo que era, solo una madre, una que quería ver a su hijo crecer sano y fuerte, vivir su vida, verlo formar su familia, pero la vida siempre ha sido una bromista muy cruel asi como te da grandes regalos te los quita de las formas más injustas"

hubo una impotencia seguida de un bufido, sus labios temblaron, sonriendo al recordar el pasado, entonces sus ojos se encontraron con los suyos.

"ya sabes quinn, tus ojos me recuerdan a los suyos" a sus palabras harleen alzó una ceja, con algo de duda trago saliva decidiendo si era el momento para dar un paso más en estas sesiones, habían pasado varios días desde que comenzó a tratar a su paciente mas especial, varios dias tanteando el terreno, avanzando lentamente, pinchando y esperando una reacción.

después de todo ese ir y venir esta era la primera que lograba ver el lado más "vulnerable" de la mujer

pero la decisión fue tomada antes de que ella pudiera hacerlo pues la mujer de cabello verde rio, una risa escalofriante a la vez que triste de algún modo.

"si, esos ojos azules que de un momentos a otro perdieron su luz como simples velas apagándose en el viento, en ese instante casi sentí que algo se rompió en mi, pero no, no fue así quinn la realidad es que aprendí algo más, una lección importante, todo lo que amas, todo lo que te importa, algún día será arrebatado de ti. Y entonces… ¿Qué te queda?" se inclinó hacia ella clavandole los ojos.

Harleen no supo qué responder pero no era necesario que lo hiciera pues su paciente hablo primero.

"Nada!, excepto la broma. Esa broma cruel que el mundo te juega, una y otra vez." su voz hizo eco por el lugar, harleen la miro y no pudo evitar hacer su siguiente pregunta.

"Y… ¿eso es lo que te convirtió en… en esto?" la señalo, más precisamente hacia su piel antinaturalmente pálida y la sonrisa inhumanamente larga que adornaba su rostro.

la mujer la miro, de forma diferente, había algo diferente en sus ojos, algo que no había visto antes y por momento creyó que había dejado de sonreír, pero solo fue un momento.

"Oh, Quinn, no lo entiendes querida? Solo decidí reírme del chiste, en lugar de llorar. Y tú… bueno, tú puedes reírte conmigo, si lo deseas" dijo sonriendo más suavemente, no una sonrisa maniaca ni una sonrisa sarcástica, si no solo una sonrisa… amable.

"¿Reírme contigo?" Harleen frunció el ceño ligeramente, sus labios apretados en una línea delgada y fina , algo que no pasó desapercibido para su paciente quien en realidad por primera vez desde que sus sesiones comenzaron dejó de sonreir.

"Sí, querida. Después de todo, la vida no es más que una broma mal contada, y nosotros… bueno, nosotros solo somos los pobres diablos que nos vemos obligados a escucharla, porque entonces no nos reímos hasta perder el aliento?" 

En otro momento, tal vez en otro mundo, Harleen habría encontrado interesante toda la charla, incluso fascinante, pero en un mundo donde ella no había crecido con los verdaderos horrores de Gotham sobre su espalda sus pensamientos eran menos cínicos.

no veía las cosas de la misma forma que la mujer frente a ella, no de hecho, ella creía que este mundo por cruel e injusto que fuera también era hermoso y había esperanza en él.

después de todo existía un héroe que estaba tratando de hacerlo un lugar mejor.

Ante ese pensamiento, Harleen sonrió y anotó algo más en su cuaderno.

"Reírnos hasta perder el aliento, ¿eh?" dijo finalmente, levantando la mirada de su cuaderno para encontrarse con los ojos de su paciente. "¿Y qué pasa después, cuando la risa se acaba? ¿Qué queda entonces?" 

Hubo silencio, la mujer de cabello verde admiro su sonrisa con curiosidad, podía verlo, esa sonrisa no era para ella y no era por ella, lo que la intrigó en gran medida.

"cariño, cuando la risa se acaba, solo queda el silencio, un aburrido y nada interesante silencio, uno que te devora desde dentro consumiéndote hasta no dejar nada… a menos que encuentres algo más de lo que reirte! por eso, la broma nunca debe terminar"

la sonrisa volvió y harleen casi bufo, que pensamiento tan retorcido, que visión del mundo tan distorsionada, ahora entendía por qué esta mujer estaba aquí, se preguntó si podría ayudarla, sanar algo que otros tantos antes que ella había fallado en sanar.

pero… mirando esos ojos desquiciados se preguntó si realmente quedaba algo que sanar.

"O tal vez, después de la risa, queda la oportunidad de cambiar algo. De hacer que la broma tenga un final diferente." finalmente dijo en respuesta y su paciente soltó una carcajada sonora.

"qué es esto? no pensé que fueras tan optimista querida, tan ingenua, de verdad crees que hay algo más en este mundo? que las cosas pueden cambiar? así no es como funciona este juego y es mejor si lo entiendes antes de que lo pierdas" dijo con su voz descendiendo a un tono menos amable que antes.

"qué pasa si este no es un juego?" Harleen replicó rápidamente, molesta por alguna razón.

"¿Y si, en lugar de reírnos del mundo, intentamos arreglarlo? Puede que sea difícil, puede que incluso sea imposible, pero hay personas que están dispuestas a intentarlo, a luchar por ello-" se detuvo, ella se había dejado llevar, había hecho algo que no debería, ella estaba ahí para escuchar no para sermonear.

el silencio volvió y Harleen se aclaró la garganta decidiendo que tal vez necesitaba tomar un descanso.

"no solo optimista e ingenua, tan bien idealista? pensé que eras más lista que eso Quinn, es decepcionante…" a pesar de que dijo eso por alguna razón, harleen pudo sentir que aun la miraba de la misma forma que antes, de la misma manera que la había mirado la primera vez que se encontraron, fue una mirada difícil de identificar.

"ser un poco optimista, algo ingenua si quieres llamarlo así y en una pequeña parte idealista son algunos gajes del oficio señora J, después de todo estoy aquí para mejorar las cosas, ayudar, hacer que la broma no sea la única realidad de este mundo y lograr que la gente no tenga que reírse solo para no llorar." dijo siguiendo el mismo tipo de analogía que la mujer usaba en un intento de hacerla entender.

pero solo consiguió un bufido, uno lleno de diversión y burla.

"¡Oh, Quinn! Eres una delicia. ¿De verdad crees que soy uno de esos casos que puedes arreglar? ¿Crees que puedes sacarme de esta espiral de locura en la que vivo?" Sus palabras estaban cargadas de sarcasmo.

"No" dijo haciendo que la risa se detuviera.

"No estoy aquí para arreglarte, señora J, Estoy aquí para entenderte." Harlen había pasado muchas noches en un debate interno antes de llegar a una conclusión que creyó que era la correcta.

ella y Daniel habían discutido muchas veces sobre sus diferentes puntos de vista cuando podían charlar entre ellos, aunque no pasó tantas veces hubo una conversación que ella podía recordar profundamente.

trataba sobre hacer lo correcto y hacer lo necesario.

algo que le recordó al discurso que él había dado en la conferencia que tuvo hace algunos días y la razón por la que entendía por qué hizo lo que hizo en Afganistán.

Este no era un mundo justo.

pero eso estaba bien, para eso existían las personas como ella, como Daniel, para hacer que este mundo injusto fuera un poco más justo, esa era la diferencia entre Defiant y la mujer frente a ella, ambos pensaban que este mundo era oscuro y cruel pero uno se esforzó para cambiarlo, para hacer que fuera mejor, mientras que el otro se dejó arrastrar por esa oscuridad sin dudar conformándose con dejar las cosas tal como estaban y simplemente reírse de ello.

por eso estaba aquí, no para salvar a la mujer frente a ella, no, ella ya no tenía salvación ahora pudo verlo, ella era parte de un mundo que sería cambiado lenta pero progresivamente, solo un recuerdo de una era pasada que ahora se pudría en una celda. 

en verdad estaba aquí para estudiarla, ver qué fue lo que la hizo convertirse en lo que era, y con suerte evitar que eso volviera a suceder en alguien más, ese era el cambio al que se refería, después de todo tal como Daniel le había dicho.

no puedes salvarlos a todos, así que solo salva a todos los que puedas.

tal vez no pudiera ayudar a Defiant golpeando a los malos o volando por los cielos., pero eso no quería decir que no pudiera ser útil de otras formas, formas más especializadas tal como lo había hecho antes con las víctimas de kill-grave.

"Eres un caso curioso, Quinn. Muy curioso. cuando creí ver a través de ti me muestras que me había equivocado, esto casi nunca pasa es muy divertido, me pregunto, que hay debajo de todo eso?" la mujer la miró pensativamente como si quisiera ver a través de su alma.

algo que la incomodó.

'¿qué veré una vez rompa esa máscara?' 

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Harleen entró en su oficina con algo de cansancio en sus hombros, había pasado un tiempo desde que tuvo una sesión tan difícil, ahora solo quería relajarse un poco, sin poder evitarlo tocó el bolsillo oculto en su bata, pero rápidamente negó con la cabeza apretando su puño y mordiéndose el labio.

la tentación era fuerte pero ella había podido mantenerse firme a pesar de todo, esperaba que pronto la parte difícil pasara y poco a poco se hiciera más fácil.

"pareces estresada" la voz la hizo detenerse y con los ojos abiertos giró la cabeza casi tan rápido que su cuello podría haberse torcido si ella no hubiera sido tan ágil y elástica como era.

Daniel la saludo con una sonrisa algo tímida, ella sonrió al verlo pero al siguiente instante su sonrisa se desvaneció convirtiéndose en un ceño fruncido y un puchero.

"no llamas, no escribes, desapareces y luego revelas tu cara al mundo entero, más vale que tengas una gran excusa" ella dijo cerrando la puerta de su oficina con seguro y cruzando los brazos para lanzarle una mirada dura.

Daniel se rasco la mejilla con el dedo, bueno había mucho que explicar.

"bueno, ¿por qué no hablamos de eso mientras comemos?" dijo levantando la bolsa con comida para llevar que había comprado durante el camino hasta rykers.

harleen miro la comida y recordó que no había cenado aún.

"esta bien"

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"Acaso no piensas!? Podrías haber muerto Johnny!" Franklin Storm sintió un gran dolor de cabeza al mirar a su hijo, cuando recibió la llamada de la policía había estado mortificado y preocupado, sentimientos que rápidamente cambiaron una vez confirmo que su hijo estaba sano y salvo.

ahora solo estaba enojado y decepcionado.

"lo se! Bien, No tienes que gritarme, estuve ahí… casi me orino cuando paso..." Johnny Storm suspiro y se rasco la cabeza sin atreverse a mirar a su padre a los ojos.

"¡No! No lo sabes, si lo supieras no seguirías haciendo esto!" Franklin tomó del brazo a su hijo y lo sacó de la comisaría comenzando arrastrarlo hasta su auto, por un momento consideró devolverlo a la celda de donde lo saco pero no pudo hacerlo por más enojado que estuviera.

al ver el auto de su padre pero no ver su auto por ningún lado Johnny frunció el ceño con fuerza.

"Hey ¿Dónde está mi auto?" pregunto.

"En el desguace" la respuesta fue rápida e hizo que Johnny parpadeara en incredulidad, miro como su padre subía a su auto aún estupefacto antes de rápidamente reaccionar, abrir la puerta y subir también.

"El Desguace! Estás loco viejo?!" reclamo con indignación clara.

"No, nunca había estado más cuerdo, se acabó johny me oyes, se acabó! No más carreras, No más autos y no más fiestas, hasta que te corrijas vendrás conmigo al instituto y eso es Definitivo!" sus palabras fueron severas y firmes, mirando sus ojos johnny se dio cuenta de que esta vez su padre hablaba muy enserio.

"oh vamos! Sabes que odio ese lugar, todos son súper aburridos y sosos, podría quedarme dormir en medio segundo estando ahí dentro!"

"es eso o nada johny..." franklin storm suspiro y miro a su hijo con una mirada cansada, las arrugas marcandose mas profundamente en su rostro haciendo que pareciera un poco más viejo de lo que realmente era.

"Tienes mucho potencial hijo, puedes hacer cosas increíbles si simplemente lo intentas... por favor" johny se sintió mal, no pudo evitar notar el cansancio en la voz de su padre, una extraña amargura subió a su garganta.

"esta bien, vamos a tu instituto..." finalmente suspiró y dijo haciendo que una sonrisa pequeña apareciera en la comisura de la boca de Franklin.

Mientras veía el paisaje desdibujarse Johnny pensó en algo más, si iba al instituto debería poder idear una forma de vengarse de ese tipo, una sonrisa traviesa se formó en sus labios.

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"Woa… es, asombro" Harleen dijo estirando la mano y tocando el rostro de Daniel con fascinación.

"no es infalible pero ayudará a mantener mi identidad oculta por un poco más de tiempo"

harleen asintió y retrajo su mano dejando que Daniel apagará la máscara y su cara volviera a la normalidad, pensar que él había pasado por tanto en tan poco tiempo… debió ser difícil.

"¿has estado durmiendo bien?" preguntó con preocupación y Daniel la miró asintiendo.

"he seguido su consejo doctora quinzel, al menos 6 horas diarias" 

eso era bueno, temía que sin ella ahí para recordárselo constantemente lo olvidará.

"bueno, hemos hablado mucho sobre mi, ¿qué pasa contigo? el trabajo ha ido bien?" Ante su pregunta, Harleen se quedó en silencio por un momento.

¿Debería contarle sobre las feromonas artificiales?

no… no podía dejar que se preocupara innecesariamente por un problema que ella misma había creado, se suponía que debia ayudarle no darle mas trabajo, ella podía solucionar esto por sí misma y no ser una carga.

"bueno las cosas van bien, he estado tratando con algunos pacientes interesantes pero nada que realmente valga la pena señalar"

ante eso Daniel asintió escuchando pero sin hacer demasiadas preguntas, después de todo ella todavía era una profesional y la confidencialidad paciente-doctor seguía siendo algo que debía seguir.

por supuesto siendo Daniel quien era, ella sabía que si le contaba algunas cosas ella no tendría que preocuparse por que lo divulgara, así que si el se lo pedía realmente podría decirle, lo cual por supuesto fue una completa falta a su código pero bueno, ella ya había hecho cosas cuestionables por él como dejarlo usar ilegalmente las instalaciones de Star labs por lo que algo como decirle por que un paciente mojo la cama hasta los 27 años no parecía gran cosa a comparación.

"me alegra que tu trabajo vaya por buen camino" Daniel finalmente dijo cuando Harleen terminó de contar algunas de las cosas que había estado haciendo.

al ver como se quedaba en silencio ella alzó una ceja.

"que pasa?" ante su pregunta Daniel la miró un poco avergonzado.

"uh bueno, puede que necesite tu ayuda de nuevo en algo" ante esas palabras harleen de repente se enderezó con una sonrisa y ojos brillantes naciendo en su expresión.

ella no lo admitiría en voz alta, pero una parte muy ruidosa de sí misma había estado preocupada, dudando, qué pasaría si Daniel no volviera? que pasaria que ahora que todo el asunto con las víctimas de kill-grave estaba casi completamente resuelta el ya no la necesitará más? si era dejada atrás otra vez…

Esos pensamientos la habían estado atormentando durante varias noches, haciendo que conciliar el sueño fuera difícil, no ayudó que también estuviera sufriendo los efectos de la abstinencia que ella misma se provocó.

Aun así se convenció a sí misma, se dijo que él volvería, que ella aún podía hacer mucho para ayudarlo, y parecía que no se había estado mintiendo, él volvió, él quería su ayuda, la necesitaba.

con el corazón acelerado y una enorme sonrisa en el rostro estiró su mano para apretar su palma.

"cuéntamelo todo" al sentir su agarre Daniel sonrió y asintió, explicarlo fue fácil pues harleen ya sabía sobre el Gen-M, solo tenía que informarle sobre los nuevos descubrimientos que había hecho.

ella escuchó con atención haciendo preguntas cuando era necesario y respondiendo las propias preguntas que Daniel tenía de manera experta, sacando a relucir todo el conocimiento que había aprendido en sus años de estudio.

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Nota:

escribir este capitulo fue difícil, el joker… es un personaje complicado, martha como el joker? el doble de complicado, tuve que hacer varios borradores antes de estar medianamente convencido, aun siento que debo mejorar en la caracterización del personaje, pero creo que llegaré ahí cuando el momento lo requiera.

diganme que piensan, ya saben que leo todos los comentarios, criticas y sugerencias, si notan algun error tambien señalen lo y lo corregiré de inmediato, buenas noches/tardes o dias, nos vemos en el próximo capítulo.

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