Iniciando una Lucha

—¿Eh?

Joanna levantó las cejas. ¿Eran clientes estas personas?

El anciano estaba siendo seguido por varias personas, algunas de mediana edad y otras incluso mayores que él.

Todos ellos se encontraban detrás del viejo de cabello blanco. Parecía que lo consideraban con reverencia.

Su Ping escuchó los pasos. Levantó la vista y notó algo inusual en ese viejo.

Estaba muy avanzado en años pero desbordaba confianza.

Su Ping pensó en algo. Permaneció sentado detrás del mostrador.

En ese momento, esos hombres se quedaban junto a la puerta en un aturdimiento después de ver a Joanna, quien justo estaba de salida. Los hombres estaban bien informados pero nunca habían visto a una dama tan asombrosamente hermosa.

Su belleza hizo brillar sus ojos. Era perfecta.

Una mujer tan impresionantemente bonita estaba de pie en esta desgastada pequeña tienda que estaba ubicada en medio de la nada. ¡Destacaba entre la masa, como un fénix brillante en un gallinero!