—La sonrisa en la cara de Shen Yan se hizo aún más brillante —declaró con calma—. Joven Maestro Lu, soy la presidenta de Imperial Star Entertainment, y respeto las vidas privadas de mis subordinados.
Cuando Shen Yan dijo esto, hizo una pausa por un momento y agregó:
—Si tengo que entender las vidas privadas de cada uno de ellos, entonces estaré demasiado cansada. No quiero agregar tanta carga sobre mí sin razón.
Ella no entendía cómo Lu Yan se había vuelto así. Lu Yan era agradable y humorístico en el pasado, pero nunca había sido así antes. O había un problema con su memoria o Lu Yan había cambiado.
—Joven maestro Lu, todavía tengo que saludar a los demás. ¡Por favor, discúlpeme! —Después de que Shen Yan dijera eso, se dio la vuelta y se fue.
—Shen Yan, ¿no has notado que algo está mal? ¿Estás ignorando deliberadamente la verdad, o no te atreves a escuchar la verdad?
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