Una Artimaña y una Excusa

—¡Maestro!

—No... —Ji Siqing sintió que su pecho se contraía y su cabeza parecía a punto de explotar. Luego, percibió los cambios en su linaje de sangre—. ¡El alma de Ji Lin está siendo devorada por algún tipo de entidad maligna! ¡Algo le pasó a ella también! ¡Maldición!

Ji Lin era su hermana biológica, así que si algo les pasaba a una de ellas, la otra también podía sentirlo a través del poder de su linaje de sangre.

Esta habilidad no se limitaba solamente a ellas. Cualquier experto poderoso podía percibir si alguien cercano a ellos había muerto o sufrido heridas graves a través del poder de su linaje de sangre y karma. Por ejemplo, Ji Siqing percibió que algo le había pasado a Ji Lin, y que Ye Chen estaba gravemente herido.

¡Algo le había pasado a los dos!

¿Podría ser que los dos estuvieran juntos?

—¿Ji Lin?

—Esa es tu hermana, ¿verdad? La he visto antes.