¡Qué Pena!

"«¿Por qué estás aquí?» —Ye Chen preguntó sorprendido, al mirar a la joven. Lo extraño era que Ye Chen no notó a la otra parte hasta que apareció a su lado.

La verdadera fuerza de Ye Chen estaba muy por encima del reino del rey santo, mientras que ella era mucho más débil. Lógicamente, mientras ella estuviera a cien metros de Ye Chen, él sería capaz de detectar su presencia.

Sin embargo, ella había aparecido de la nada, lo que probablemente significaba que tenía un tesoro que le permitía ocultar su aura.

«No puedes tomar esto. La energía en su interior es demasiado violenta. Maestro dijo que incluso un experto del reino supremo emperador podría no ser capaz de manejarlo, y mucho menos tú.»

«Mi Hermana Mayor descubrió esto en su momento y accidentalmente lo consumió. El Maestro intentó todo lo posible para salvarla, pero aún así no pudo. No quiero que termines como ella.»

La jovencita parpadeó inocentemente, pero su expresión era seria.