Ethan se sorprendió de cuán descarado podía llegar a ser el comerciante. Ni siquiera se molestó en ocultarlo.
—¿Sabes que no es apropiado que te comportes así? —Ethan entrecerró los ojos, estaba sopesando la opción de contarle o no a Iris sobre esto, ya que la única persona que podía purificar la magia negra era ella. El Serafín estaba allí también, pero Ethan no creía que ni siquiera el Serafín pudiera hacerlo tan rápido y efectivo como Iris.
El poder que poseía Iris era muy fuerte, aunque aún no se había dado realmente cuenta de ello.
—¿Cómo qué? ¿Acaso no te estoy ayudando? —Lou alzó las cejas, sacó tres piedras mágicas de su bolsillo, ya que estaba en el mercado negro, podía conseguir tantas piedras mágicas como necesitara y no tenía que actuar como un mendigo cuando pedía una piedra mágica a Caña.
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