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Capítulo 115

—¿Qué es eso? —pregunto Dan intrigado al ver que su madre traía algo pesado y grande

—te traje una pequeña compañía —decía Liliana trayendo la jaula cubierta por la manta

—¡Tadah! —exclamo al sacar la manta

Al ver las hermosas plumas del ave, los ojos de Dan no podían dejar de brillar por lo hermoso que era.

—¡Es una linda ave!, bueno un pajarito, lo compré en una oferta, ¿te gusta?

—Es muy hermosa...—dijo Dan viendo al ave de cerca

—¿Tiene nombre?

—Si, se llama Pirí

—Pirí...—musito Dan quien aún seguía viendo al ave

Y como no podría hacerlo, la pequeña ave era de un color amarillo muy hermoso con un poco de azul en sus plumas como si le hubieran tratado de pintar con acuarela, tenía el pico de color naranja y unos hermosos ojos negros que cuando te miraban transmitían ternura.

Cada vez que Dan estaba solo en casa, su ave lo acompañaba con un lindo silbido, para que de esa manera él no se sintiera solo.

—mira pirí te dibujé —mostrando su dibujo en una hoja grande

Como el ave no entendía, solo ladeaba su cabeza de un lado a otro con un pequeño cantar y volaba dentro de su jaula.

Un día unas pequeñas aves se posaron en la ventana de la habitación de Dan, su pequeña ave comenzó a volar desesperada, al darse cuenta Dan le hablo a su ave.

—¿quieres salir?

La pequeña ave solo silbaba a lo que preguntaba el niño

—te entiendo, a mí tampoco me gustaría estar encerrado en una jaula como esa —dijo con una expresión pensante

—Te dejaré salir, pero recuerda tienes que volver, está bien

Diciendo eso abrió la puerta de jaula haciendo que la pequeña ave volara junto a las otras pequeñas aves al gran cielo azul.

—¡no olvides regresar! —gritaba desde su ventana

aunque el niño esperara, el ave no regresaba, haciendo que el pequeño Dan se preocupara

—Pirí, pirí

comenzó a llamar, pero no había respuesta alguna, hasta que llego la noche y la madre de Dan le pregunto

"¿qué hacía despierto tan tarde?"

Lo cual él respondió

—esperando a pirí

le contó que había visto que pirí se puso muy inquieto al ver a las otras aves volar y no le parecía justo que se quedara dentro de la jaula mientras que las otras aves se la pasaban volando de un lugar a otro, así que decidió soltarla por un momento.

Cuando su madre escucho la historia de su pequeño hijo, puso una expresión triste y abrazo a su pequeño.

—pirí no va a volver

—¿qué? Pero le dije que volviera

—lo sé cariño, pero ...piri no es un ave domesticada como algunos loros u otros animales

—no, pirí volverá

El pequeño Dan se negaba a aceptar de que su pequeño amigo jamás volvería, él tenía la esperanza de que en cualquier momento volvería volando hacia él con su lindo cantar.

—Dan hijo... Escucha.

Su madre le explico la situación en palabras que el niño pudiera comprender

—Entonces es mi culpa

—No, no claro que no, lo que hiciste fue un gesto muy noble, dejaste en libertad a un ave que desea libertad y estoy segura de que donde sea que se encuentre pirí ahora siempre recordara al niño que le dio lo que más quería... Libertad.

"Si no lo hubiera liberado, el ave se hubiera quedado conmigo"

Fueron las palabras que pasaron por su mente y la imagen de una ave que alguna vez fue su más linda compañía...

—¡Waa...!

Comenzó a llorar en los brazos de su madre por el ave que nunca más volverá a ver...

—ya cariño... No tienes que porque llorar, mama tratara de conseguirte otra nueva mascota

No se traba de traer una nueva mascota, sino que si sueltas algo que amas y no lo sabes cuidar, este puede volar tan lejos que ni tú mismo lo podrás alcanzar.

Cuando Dan fue creciendo se dio cuenta de que Ameri era como el ave que tuvo de pequeño, si le daba mucha libertad ella podía desaparecer en cualquier momento o alejarse de él, por eso mismo tuvo que idear todo y de esa manera su ave jamás huiría, si las alas del ave están rotas no podrá volar jamás, la única opción es quedarse en el lugar que está ahora.

"Ah... Él me está apretando muy fuerte"

Pronuncio en su mente con una expresión de dolor

—e-espera Dan, me estás lastimando —decía Ameri tratando de que Dan la soltara

Al darse cuenta Dan abrió los ojos sorprendidos y se separado de ella.

—lo siento...no era mi intención lastimarte —dijo con la mirada hacia abajo

—está bien, si me quisieras lastimar de verdad, yo ya me hubiera dado cuenta he... —Sonrió Ameri al decir lo último.

Pero al ver la expresión de Dan la sonrisa de Ameri se fue borrando lentamente.

—¿Dan? —Ameri coloco su mano sobre las mejillas mirándolo preocupado

"¡no quiero! ¡no quiero sentirme de esa misma manera!"

La imagen de una niño sentado en la oscuridad cruzo por su mente

—Ameri...dime la verdad, ¿ya no te gusto? —pregunto con una voz apagada

—¿eh? ¿Por qué me preguntas eso?

—solo dímelo por favor...o ¿hay algo de mí que ya no te gusta? Si es así lo cambiare, solo dime que es y lo hare de inmediato —sujeto la mano de Ameri con una expresión de preocupación

—¿Que? no...

"no, no gusta verlo con esa expresión, me duele al verlo así"

Se dijo a sí misma mirándolo con un semblante de tristeza

—no tienes por qué cambiar nada, me gustas tal y como eres ahora —lo abrazo dulcemente

—Ameri...—musito Dan al abrazarla también

—¿Pero porque me preguntaste todo eso?

—Creí que querías terminar conmigo...

—¿Eh? por supuesto que no, ¿Por qué haría eso?

—Dijiste que no me conocías bien...

—Ah eso...bueno es cierto yo no conozco al Dan adulto...

—¿Que?

—Déjame terminar —Dijo y el solo asintió

—Como dije no conozco a él tú de ahora, sé que suena tonto lo que voy a decir, pero es la verdad, cuando Liana me conto un poco sobre ti, debo admitir que me puse un poco celosa ya que había cosas que no sabía.

"Ameri se puso celosa...por mi"

Decía en su mente mientras la escuchaba hablar

—Creí que te conocía bien ya que cuando éramos niños hacíamos todo juntos, incluso a veces dormíamos juntos, pero ahora me doy cuenta de que no es así, solo conozco a tu yo de hace seis años, el Dan de ahora es un hombre con una responsabilidad muy grande, trabajador y estudioso.

Ameri sujeto sus manos de Dan y con las mejillas levemente sonrojadas lo miro directamente a los ojos

—En los seis años que hemos estado lejos del otro, hay cosas que hemos cambiado y por eso para poder conocerte más quería... pedirte una cita.

—¿Una cita?

—Si, de esa manera iremos a lugares que nos gusten, hablaremos, intercambiaremos cosas del uno del otro y muchas cosas más. —decía con una sonrisa

—Entiendo...

"con que eso era que quería decirme"

—¿no te gusta la idea?

—si...me encanta, pero...

—¿Pero?

—¿no debería ser yo el que te lo pida?

—¿Y desde cuando solo el hombre puede hacer eso? —dijo Ameri con un puchero al responderle

—Bueno, yo soy un Alfa

—Ja...modernízate, los omegas también pueden pedir citas —sonrió orgullosa

—Uhm...no se ahora estoy dudoso de aceptar —respondió Dan de una manera pensativa

—¿Eh? ¿por qué? ¿Estas ocupado?

—No...

—¿Entonces?

—Si voy a una cita contigo —se acercó a su oído para susurrarle

—No sé si podré contenerme para cuando llegue la noche

Al escuchar eso Ameri no pudo evitar sonrojarse

—a-ah...ya lo veremos —dijo con una sonrisa y las mejillas ruborizadas

—ya veremos quien ataca a quien...

—estaré esperando ansioso por ello —dijo con una sonrisa sujetando un mechón de cabello de Ameri

"¡KUHG!"

Exclamo en su mente sonrojada al ver la expresión que puso Dan al responderle

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