Habían pasado 2 días desde que Aegon salvó a Jessica de convertirse en el juguete de Killgrave y ya la chica había regresado a ser la de siempre. Aegon aun no le había contado nada al resto, pero aun planeaba hacerlo, es solo que había estado pensando más en la seguridad de las chicas después de lo que le ocurrió a Jessica.
Él no tenía la garantías de que podría rescatarlas siempre que estuvieran en un aprieto o si llegaría a tiempo. Así que estaba pensando en las formas en las que podría darles los métodos para protegerse. Claro que si alguna decidía dejarlo sería una preocupación menos, pero Aegon encontró que las chicas le gustaban más allá de la belleza que tenían y probablemente aún se preocuparía por ellas, al menos un poco.
Después de un rato pensando encontró algunas vías posibles, la primera era el suero del súper soldado, pero para obtenerlo tendría que esperar varios años para que el doctor Wilfred Nagel diera con una versión del suero que no necesita de los rayos vita.
La segunda opción era el virus extremis, este era bastante peligro pues existía el riesgo que la persona que lo recibiera no lo resistiera, pero para que el virus fuera desarrollado aún faltaban algunos años también y para entonces era posible que hubiera aprendido algo de kaido.
La tercera opción es la hierba en forma de corazón de Wakanda y en esta tenía un interés en particular porque sabía dónde encontrarla y tiene el mismo efecto que el suero del súper soldado, el único problema es que tenía que ser cuidadoso con la reacción que pudiera tener la diosa Bast si existe en este universo.
Por último, la más fácil de todas era una pequeña araña que había tomado de Oscorp, no pensarían que iba a estar cerca de las arañas que les dieron los poderes a Spiderman y no tomaría una, o sí. ¡La picada de la araña garantizaba los poderes de Spiderman!
Con sus opciones a manos Aegon decidió que les daría esta opción después de informarles lo ocurrido con Killgrave.
Aparte de estas opciones Aegon también planeaba en el futuro de hacerse con metales tales como adamantium, vibranium, uru, entre otros. Al mismo tiempo investigar la Fórmula Infinito, la creación del Sentry y Blue Marvel. De hecho, ya tenía clones comprobando la existencia de Reynolds y Bernard. No iba a permitir que ninguno de estos existiera a menos que estuviera completamente seguro de poder eliminarlos, eran demasiado peligrosos después de todo.
[TERCERA PERSONA POV]
Hoy era domingo y por increíble que pareciera todas las chicas tenían algo que hacer. Aegon estaba viendo las noticias cosa que hacía regularmente a diferencia de su vida pasada. De todas las noticias que había visto hasta ahora solo una parecía importante, era un anuncio que hizo Victor von Doon, político y empresario de la nación de Latveria.
El anuncio era sobre la expedición al espacio con el propósito de estudiar unas nubes de energía cósmica que el científico Reed Richards creía era la causante de la evolución en el planeta hace millones de años.
Cuando Aegon escuchó la noticia pensó que esta era una buena forma de obtener más poder, lo cual no estaba de más. Valorando si era una buena decisión decidió enviar unos clones a investigar todo lo referente a la expedición. Tener la habilidad de crear clones era una bendición.
Estaba pensando en que hacer por el resto del día que no fuera entrenar con Yamamoto cuando recibió un mensaje de Ororo preguntándole si le gustaría encontrarse con ella en el Jardín Botánico de New York. Aegon encontraba todo esto un poco raro y repentino pero aceptó de todos modos, tenía curiosidad después de todo.
Le tomó más tiempo vestirse que llegar al Jardín Botánico, cuando llegó utilizó la habilidad de Pesquisa para localizar a Ororo y comenzó a caminar hacia ella. La encontró sentada a la sombra de un árbol, llevaba puesto un vestido blanco holgado que aun así no podía ocultar su bello cuerpo y combinaba con su cabello.
"Te ves hermosa hoy." Le dijo mientras se acercaba.
[POV ORORO]
Estaba sentada tratando de mantener mi mente alejada de todo pensamiento. Quería por un momento sentir que no tenía de que preocuparme, pero fui interrumpida por una voz. Sabía de quien se trataba, Aegon. Él era la única persona que conocía fuera de la academia.
Desde el día en que se conocieron se habían comenzado a llevar muy bien y el chico no dejaba pasar la oportunidad de seducirla. No había tenido éxito, pero Ororo disfrutaba la compañía y le vendría bien ese tipo de compañía en estos momentos.
"Gracias, tú no luces nada mal tampoco. Me alegra que hayas venido. Pensé que tal vez estarías ocupado con tus novias."
"No faltaría a este encuentro tan romántico entre nosotros y hoy tengo todo el día libre, así que soy todo tuyo." La respuesta de Aegon hizo sonreír a Ororo.
"Y ahora que sonríes te ves más hermosa." Nunca pierde la oportunidad, pero creo que es precisamente su perseverancia lo que me gusta de él, pensó para ella.
Se sentó a mi lado, pensé que me preguntaría porque lo había invitado, pero se quedó en silencio por unos segundos mirando el paisaje. "Es un lugar hermoso no crees."
"Lo es." De repente me sorprendió cuando tomó mi mano. "Pero nuestra cita no será solo aquí." se paró y me ayudó a levantarme. "Vamos sería una lástima si no vemos todo el lugar." Yo solo lo seguí sin soltar su mano. Una mano que me hacía sentir segura.
Estuvimos toda la mañana caminando por el jardín y debo admitir que no recuerdo cuando fue la última vez que me sentí tan relajada, estos últimos meses han sido complicados en la academia, entre los estudios, los entrenamientos, ayudar al profesor con el reclutamiento de otros estudiantes a la academia y estar contantemente evitando que la Hermandad de Mutantes destruya aún más la imagen que tiene el mundo de los mutantes nos deja poco tiempo para nosotros.
Mutantes, a veces pienso que Aegon tenía razón, debimos buscar una palabra diferente para definirnos.
Ahora nos encontramos en el Hudson Garden Grill, Aegon me invitó a almorzar en este lugar. Nunca antes había tenido la oportunidad, es un lugar bonito.
"Sabes, ¿no me has preguntado porque te invite hoy?" Le pregunté y de inmediato me respondió con esa forma juguetona que muestra a veces. "Pensé que finalmente había aceptado que estás loca por mí."
"Loca por ti. Que presumido." La verdad es que, si me gusta, pero solo es una atracción física, ok, me encanta su compañía, pero es mejor no mencionar esto. "Estoy hablando en serio."
"No iba a desaprovechar la oportunidad de pasar el rato contigo, ya te lo he dicho anteriormente, me gustas y lo digo en serio. Si quieres decirme el motivo por el que me has invitado soy todo oído sino te seguiré haciendo compañía, igual sigue siendo una victoria para mí."
Ororo se quedó en silencio por unos minutos, mientras tanto la camarera traía el pedido de ambos. Cuando estuvieron solos nuevamente habló. "Antes no te creía cuando decías que tenías 4 novias y luego las conocí, casi les pregunto cómo eran que aceptaban algo así, tal vez, simplemente son felices. Días después nos presentaste a otra chica, Felicia y creo que todos en la academia comenzamos a preguntarnos si no estabas utilizando algún tipo de control mental con ellas."
"Oye yo no haría algo así."
"Te creo, también ayuda que Jean comprobara que no estaban bajo ningún control mental. No pienses mal, es solo que… no me malinterpretes, eres apuesto, pero que 5 chicas hermosas acepten compartirte es difícil de aceptar."
"Ahora que lo pienso, ¿no se pondrán incomoda si se enteran que estás aquí conmigo?" Sé que yo lo estaría si mi novio estuviera pasando el día con otra chica.
"Tal vez, pero seguro que me perdonan, además creo que ya sospechan de que estoy interesado en alguien en la academia."
"¿En serio?" Eso no me lo esperaba "¿Y de quien sospechan?" Espero que no sea yo, me agradan las chicas y no quiero que se sientan mal por mí.
"Preferentemente de Rogue, pero tú y Jean también están en la mira."
"¿Rogue? Es verdad que ella se ha acercado bastante a ti, entiendo por qué lo harían." La verdad es Rogue quiere mucho más que una amistad con él.
"Por favor todos se han dado cuenta de las intenciones de Rogue. La chica me gusta y es encantadora, pero el motivo por el que va tras de mi es algo forzado por lo que quiero darle tiempo para que lo piense mejor." Le voy a clavar el diente a esa también, fue lo que pensaba en realidad el maldito bastardo, pero eso nadie lo sabría jamás.
"Así que te habías dado cuenta. Bueno supongo que era bastante obvio después de todo."
"Suficiente de hablar de otros, hoy el día es para nosotros. Dime, ¿qué quieres hacer ahora?" Durante todo este tiempo ya habían terminado de almorzar.
"Dijiste que estabas disponible todo el día para mí, ¿eso también incluye tu casa?" No sé qué se apoderó de mí, pero quiero disfrutar un poco de mi libertad mientras dure y mientras más tiempo paso con él más atraída me siento.
"Por supuesto." Me contestó de manera seria.
Cuando llegó la cuenta él insistió en pagar y nos marchamos hacia su casa o mejor dicho pent-house.
Aegon buscó un lugar apartado, abrió una Garganta y comenzó a explicarle a Ororo sobre este poder que ella desconocía.
Llegaron al apartamento y Ororo se echó a sus brazos y comenzó a besarlo y Aegon correspondió a sus acciones y fue conduciéndola hasta la habitación. Cuando llegaron a la habitación Ororo se separó de él y dejó caer el vestido que llevaba.