¡No vine para la boda!

Una suave brisa soplaba sobre el hermoso perfil lateral de Victoria y su encantadora cabellera. Randall estaba a punto de ponerle el anillo de boda en el dedo, pero Victoria no le miraba con afecto.

En cambio, miraba a lo lejos.

En realidad, Jordan, Salvatore y el resto no hicieron ningún ruido después de entrar en el Lago Inmortal.

Jordan se quedó aturdido. Ni siquiera tenía fuerzas para dar un paso más.

Esta vez fue diferente a la última vez en Houston. Aquella vez, Jordan había irrumpido y maldecido a Russell por arrebatarle a Victoria.

Pero esta vez, no tenía derecho a detenerlos.

Victoria no oyó ninguna conmoción extraña, ni escuchó a nadie llamándola. Solo sintió que Jordan estaba aquí. Aunque creía que Jordan no vendría, no pudo resistirse a darse la vuelta y echar un vistazo.

No esperaba ver realmente a Jordan cuando se dio la vuelta.

Victoria se tapó la boca en señal de sorpresa.