Poco después, el avión privado aterrizó en la pista del aeropuerto internacional de DC. Sorprendentemente, había cientos de soldados con armas y de pie alrededor del avión para protegerlo.
Todos los Howard llegaron al aeropuerto.
Martin acudió personalmente para recibir a Jordan junto con todos sus hijos y nietos, incluido Brad, que iba en silla de ruedas.
Russell fue el primero en bajar del avión y, nada más hacerlo, vio a los soldados uniformados y armados. Sintió temor y admiración por la fuerza de Martin.
Corrió rápidamente hacia él y le explicó con pánico: —Señor Howard, todo esto es culpa mía. No he protegido bien a su nieto político. No sabía que alguien intentaba hacerle daño. No esperaba que alguien se atreviera a hacerle daño. Además, Jordan también estaba protegido por la gente que le rodeaba, así que debería estar bien.
Russell voló desde Houston para demostrarle a Martin que lo que le pasó a Jordan no tenía nada que ver con él.
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