Prólogo — Parte 1.

Parte 1 — Día a Día.

¿Alguna vez han tenido una conversación acerca de personajes de anime aburridos y poco interesantes? La verdad es que es difícil orquestar un inicio con un personaje así, siempre debe haber otra persona aparte de él para llamar la atención del espectador, ¿no? Algo así como una hermana menor chillona que lo despierte en su habitación con un escandaloso "¡Buenos días, hermano!". O una amiga de la infancia tsundere que lo golpee al comenzar la mañana.

Yo no puedo tener un inicio de mis días así por dos razones: soy hijo único y vivo solo en un apartamento que pago trabajando de medio tiempo. Lo sé, muy cliché, después de todo así comienzan muchos animes de la temporada, pero esta es mi triste realidad.

Vivo un poco lejos de la preparatoria a la que asisto y mis padres no se molestan en ayudarme para pagar una moto propia, y mi trabajo solo me permite comer y pagar el alquiler, así que todos los días tomo el tren por la mañana.

Los días de clases son siempre tan lentos y aburridos que solo termino encajando en la rutina de siempre. Intento prestar atención, me aburro, paso el rato charlando con mi mejor amigo, almuerzo con Saya y paso el rato en la biblioteca hablando con la profesora.

Mis aburridos días pueden reducirse a eso… ¡PERO! ¡¿Has leído bien?! ¡Tengo dos eventos de chicas cada día, es obvio que algo terminará pasando pronto! Primero comer junto a Saya y luego tener conversaciones subidas de tono con la profesora más joven de la escuela, de eso solo pueden salir cosas buenas.

O ese pensé.