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Capítulo 89: Charla entre enamoradas

Entonces, se detuvieron en la azotea.

Por lo general Suzaku era una chica calmada, pero en estos momentos se sentía tan nerviosa como nunca. Y era normal después de todo.

Se encontraba frente a la novia de su actual prometido, frente a la persona que realmente ocupaba el corazón de Goku, Tsubaki Shinra.

Aunque la idea de comprometerse fue de Goku, ella pudo negarse desde un principio... pero no lo quiso hacer porque estaba enamorada de él.

No sólo Goku fue el egoísta, Suzaku también demostró egoísmo al aceptar la boda sin pensar que Goku estaba en una relación con Tsubaki.

Y reconocía que era muy injusto que se casara antes con Goku siendo que Tsubaki era su novia, entendía que ella quisiera reprocharle aquello.

-Mira, entiendo que estés enfadada conmigo... -iba a hablar Suzaku pero entonces Tsubaki se volteó, mirándola a los ojos con seriedad.

-De hecho, no estoy enfadada... Goku me lo explicó todo en su día, y lo entiendo -profirió Tsubaki cruzando sus brazos lentamente.

Suzaku suspiró aliviada ante aquellas palabras, esa fue su mayor preocupación. En menos de un segundo, desapareció la carga en sus hombros.

-Sé lo mucho que te aprecia Goku y sé lo que significas para él, fuiste tú quién le explicó todo sobre el mundo sobrenatural... ¿no? -preguntó.

Suzaku enarcó sus cejas, pero enseguida recordó su primera noche en la casa de Goku.

Aquella noche en la que comenzaron a vivir juntos luego de acordaran trabajar juntos para proteger Kuoh, y entonces nació su amistad.

-Sí, en aquel entonces él apenas sabía sobre los ángeles caídos -explicó Suzaku sonriendo con un poco de nostalgia por esos recuerdos con Goku.

-Así que es normal que te haya querido ayudar salvándote de una boda con quien no amabas y sé que él te arrastró a todo esto -dijo Tsubaki.

Tsubaki sabía cómo era el carácter de Goku, terco como él solo. Habría hecho lo que fuera por ayudar a Suzaku aun con todo en contra.

No pudo ocultar que se sintió un poco celosa de Suzaku, pero una vez que entendió lo mucho que la amaba Goku aquellos celos desaparecieron.

Aceptó que se casara con Suzaku siempre y cuando se casara antes con ella. En otras palabras... Tsubaki quería ser la primera.

La primera en el corazón de Goku, si es que habían más aparte de ella. Pero todo parecía indicar que la Himejima también estaría...

Pues era la prometida de Goku.

Y ahora que tenía enfrente a Suzaku, quería saber más sobre ella y sobre sus intenciones con Goku. Tenía que asegurarse ante todo.

-No fue así, yo pude negarme desde un primer momento... pero no quise, aun sabiendo que él tenía una relación contigo... -confesó Suzaku.

Tsubaki supuso que había sido de esa forma, pero quería oír qué es lo que iba a decir Suzaku para justificar aquella acción tan egoísta.

Aunque ya lo sabía de antemano.

-S-siento algo por él, pero aunque seamos prometidos eso no cambiará el hecho de que estén juntos y se amen... -profirió Suzaku.

Ella era la tercera rueda en esta bicicleta que suponía el amor entre Goku y Tsubaki, no tenía sitio por más enamorada que estuviera de él.

Aunque Goku hubiera dicho que sentía algo por ella, a su manera, si Tsubaki se oponía no habría nada que hacer. Se resignaría a un desamor...

Un desamor que dolería bastante.

Tsubaki sonrió, admirando la sinceridad en las palabras de Suzaku. Cerró sus ojos con sosiego y un pequeño rubor apareció en sus mejillas.

-T-tú... ¿a-aceptarías ser la segunda novia de Goku? -inquirió Tsubaki avergonzada, jamás se vio a sí misma siendo capaz de proferirlas.

Pero al final lo hizo.

-¿Q-qué? ¿P-por qué razón harías algo así? -preguntó Suzaku sumamente desconcertada y con un claro sonrojo sobre sus facciones.

Nunca se imaginó un escenario en el que Tsubaki aceptaba sus sentimientos por Goku, pero realmente estaba sorprendida por eso.

Cualquiera habría rechazado sin la oportunidad de compartir a alguien tan espectacular como lo era Goku, pero Tsubaki fue totalmente distinta.

No estaba segura del porqué lo aceptó, y por eso se lo preguntó. Resultaba bastante sospechoso y quería saber si ella tenía segundas intenciones.

-Sería algo egoísta de mi parte apartarte de Goku con lo mucho que él te aprecia, y ante todo quiero que él sea feliz... -dijo Tsubaki viéndola.

Suzaku sintió admiración por ese lado un tanto maduro de Tsubaki. Requería madurez anteponer la felicidad de quien amabas ante que la tuya.

Y entendió, pues, que no había otra razón que explicase la decisión de Tsubaki. Simplemente amaba mucho a Goku y quería verle feliz.

-Y si Goku es feliz contigo a su lado, yo también seré feliz... a partir de hoy, ambas cuidaremos de Goku, él nos necesita -habló Tsubaki sonriendo.

Suzaku la miró sorprendida, todavía sin dar crédito a todo lo que estaba pasando. Tsubaki había aceptado sus sentimientos por Goku...

Ambas amaban al mismo chico, ¿por qué en lugar de pelear por su amor, no lo compartían? Dado que las dos eran importantes para Goku.

Ella no se oponía a la idea. Es más, mientras estuviera con Goku sería feliz. Y junto a Tsubaki, ella también podría hacer feliz a su amado.

Por lo tanto...

-Está bien... ambas cuidaremos de él y le haremos feliz -habló Suzaku con una sonrisa, incapaz de ocultar la felicidad que sentía.

Tsubaki también se sentía contenta por haber hablado con Suzaku, sólo quedaba que Goku se enterara de que Suzaku iba a ser su novia...

Más tarde.

Tras la charla con Tsubaki se quedó un par de minutos en la azotea, pensando en el rumbo que estaba tomando su vida en estos momentos.

Iba a ser la segunda novia de Goku, se sentía dichosa por eso aunque tendría que esperar a confesarle sus sentimientos reales a Goku.

Según le dijo Tsubaki el azabache salió de Kuoh para entrenar por una semana, ambas acordaron cocinarle algo delicioso para cuando volviera.

Pero mientras tanto, quería consolidar su relación con Tsubaki, ya que ambas serían esposas de Goku tenían que llevarse bien.

Tenían que estar unidas como hermanas para poder darle todo su amor a Goku, de lo contrario jamás habría paz entre ellos y la felicidad nunca llegaría y vivirían en un hogar sin armonía.

Por eso quería evitar que sucediera algo así, y para ello era necesario tener buena relación con quien compartiría el amor del azabache.

"Onee-sama"

Al oír aquella voz Suzaku se giró lentamente. Para su sorpresa, fue cariñosamente abrazada por su pequeña prima, quien estaba contenta.

-¿Akeno? ¿Qué ocurre? -preguntó Suzaku desconcertada por este gesto de su prima.

-O-Onee-sama perdóname... fui una tonta, todo este tiempo estuve cegada por el odio -murmuró Akeno mientras derramaba algunas lágrimas.

Suzaku abrió sus ojos al escuchar aquellas palabras, ¿acaso hoy era el día de sorprenderla? Primero Tsubaki, y ahora su prima con esto.

-Gracias a Goku-san... pude reflexionar y me di cuenta de lo tonta que fui, ¿podrías perdonarme? -Akeno imploró con una voz suave y apagada.

Tuvo tiempo de pensar en el trato que hizo con Goku hace tres días y pensar si realmente había estado haciendo lo correcto todos estos años.

Su prima estuvo insistiendo en que abriera los ojos pero tal era el odio que sentía en su corazón, que le fue imposible hacer tal cosa.

Pero finalmente llegó a la conclusión de que era un odio vacío. Su padre Barakiel siempre la quiso y no tenía culpa alguna en lo que hubo sucedido.

Toda la culpa la tenían los Himejima, ella no estaba interesada en volver a formar parte de ellos, pero quería ver la tumba de su madre.

Y el trato con Goku, lo haría posible.

-¿Qué te dijo Goku-san? -preguntó Suzaku con curiosidad, siempre que ese chico se involucraba en algo las cosas tendían a mejorar bastante.

Pero estaba intrigada por saber qué magia hizo Goku para que Akeno abriera los ojos, cuando en años de intentos ella misma no pudo lograrlo.

De repente Akeno se separó de su prima y con sus ojos resplandeciendo le tomó de las manos, dejando sumamente confundida a la azabache.

-¡Felicidades por tu boda Onee-sama! Te vas a casar con alguien tan formidable como Goku-san -habló Akeno con una sonrisa llena de alegría.

Suzaku se extrañó por el hecho de que Akeno supiera aquella noticia. Aunque supuso que por obra de Goku la noticia de su boda se supo.

-Muchas gracias Akeno... ¿pero qué te dijo Goku-san para hacerte cambiar de opinión? -preguntó Suzaku manifestando su duda.

-Goku-san me dijo que aprovechara cada instante con mi padre, y me ofreció un trato -respondió Akeno con una sonrisa suave.

Aquello dejó más intrigada a Suzaku.

-¿Qué trato? -Suzaku inquirió, sin duda debió ser algo sumamente interesante como para que Akeno cambiara de repente su punto de vista.

-Me dijo que cuando sea patriarca del clan Himejima hará todo lo posible para hacer que forme parte nuevamente a cambio de que me reconcilie con mi padre -explicó la muchacha.

-¿Patriarca del clan...? -Suzaku estaba bastante desconcertada por eso, pero una luz se encendió en su mente y en ese entonces, lo recordó todo.

Mini flashback.

-Gracias Goku-san, quiero que Akeno pueda ser aceptada como parte de esta familia, ese es uno de mis principales objetivos -le contó Suzaku.

-Entonces te ayudaré a conseguirlo, después de todo soy tu amigo, ¿no? -indicó Goku sonriendo

-Claro, gracias por ser mi amigo Goku-san -dijo Suzaku con una sonrisa, se sintió bien compartir esa inquietud suya con alguien como Goku.

Fin del mini flashback.

"Él ya sabía que casándose conmigo tendría poder sobre el clan"- pensó Suzaku sonriendo y cerró sus ojos sintiéndose sumamente feliz.

Estaba muy feliz por todo lo que Goku estaba haciendo por ella. No sólo eso, sino que también salvó a su prima de perdurar en la oscuridad.

Estaba feliz porque Goku iba a ayudarla a sostener el clan Himejima, y el primer paso fue revocar el injusto exilio que sufrió Akeno.

-Ya lo entiendo Akeno, realmente me he voy a casar con una persona formidable... -murmuró Suzaku sin creerse lo que estaba viviendo.

-Sí Onee-sama, yo acepté su trato y... desde entonces me he sentido feliz, feliz de verdad -confesó Akeno con una sonrisa sincera.

Suzaku la atisbó por unos instantes y sonrió tomándola de las manos, ella también se sentía feliz por todo lo que les estaba sucediendo.

Tanto a ella como a su prima.

Una estaba se iba a casar con la persona que amaba y la otra iba a reconciliarse con su padre y regresaría a su clan después de tanto tiempo.

Situaciones distintas pero que tenían como denominador común el sentimiento de felicidad que les producía. Y la causa de todo fue Goku.

Otra vez Goku.

-Atesora cada uno de esos sentimientos en tu corazón, ésta es una nueva oportunidad para que seas feliz... no la desperdicies -orientó Suzaku.

Akeno asintió y cariñosamente abrazó a su prima, quien correspondió el abrazo que suponía también una reconciliación entre ellas dos.

Después del impasse que sufrió su relación durante años, dejarían atrás todas sus disputas y volverían a estar unidas como en el pasado.

"Por cierto Onee-sama, ¿ya te has besado con Goku-san? ¿Y qué opina Tsubaki sobre su boda? ¿Está abierta la opción de formar un harem?"

Akeno comenzó su bombardeo de preguntas mientras mantenía una sonrisa en su rostro, y la pobre Suzaku se sonrojó oyendo cada una.

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