Tsubaki no podía aguantar más, necesitaba hablar con él para aclarar la situación de una vez por todas o estallaría debido a la impaciencia.
Quería recuperar la normalidad con Goku: charlar, contar anécdotas, reírse, comer, pero antes tenían que dejar varios puntos en claro.
Y le motivaba además el hecho de que Goku tenía pendiente acompañarla a supermercado, era una labor simple pero con Goku lo pasaría genial como ocurría cuando estaba con él.
Por eso en cuanto se acabaron las labores del consejo estudiantil, regresó a casa, comió, descansó y se dirigió al departamento de Goku.
Ella sabía dónde vivía gracias al expediente estudiantil de Goku, que revisó minuciosamente aunque ahora que lo pensaba era vergonzoso.
Dio gracias a que no tenía ninguna misión con el peerage de Sona así que tuvo la tarde libre y mientras iba a la casa de Goku anocheció.
Ahora estaba frente a la puerta de la casa, sería una mentira decir que no se encontraba nerviosa en estos momento pero no debía mostrarse así.
"Vamos Tsubaki, relájate"- se dijo a sí misma respirando hondo para después pulsar el timbre.
Ahora Goku abriría, hablarían y todo volvería a la normalidad. Mañana irían al supermercado y ella le cocinaría un buen y delicioso plato de comida.
Con solo pensar eso se relajó y esbozó una sonrisa, ahora tocaba esperar que Goku abriera.
Ese sería el primer paso.
Entonces la puerta se abrió y Tsubaki vio a su amigo, aunque con el torso expuesto y vendado. Además por su rostro se le veía sorprendido.
-T-Tsubaki -habló Goku, de entre todos los que podían llamar a su puerta nunca llegó a imaginarse que sería ella y a esta hora.
Tsubaki no pudo evitar sonrojarse levemente viendo su cuerpo, aunque ya le había visto así cuando sanó sus heridas en el templo Shinra.
-Quiero hablar contigo Goku -habló Tsubaki intentando que su nerviosismo no saliera a flote, por tanto mantuvo su rostro lleno de seriedad.
Goku aún no salía de su sorpresa, pero sabía perfectamente de qué quería hablar Tsubaki y él también tenía intenciones de aclararlo todo.
"¿Quién es Goku? Tenemos que terminar"
El rostro de Tsubaki palideció cuando vio a una hermosa pelinegra de ojos carmesí que además tenía la camisa con botones a medio abrochar.
Miró otra vez el torso desnudo de Goku, que parecía estar relacionado con el hecho de que esa chica tuviera la camisa a medio abrochar.
"Tenemos que terminar"- aquellas palabras sonaron de nuevo en la mente de Tsubaki, eso sólo significaba una cosa y no era agradable.
-Bu-bueno m-me p-parece que vine en mal momento... ¡hablaremos luego Goku! -exclamó Tsubaki y de repente se dio la vuelta para irse.
-¡Espera Tsubaki! -intentó detenerla Goku pero ya era demasiado tarde, pues Tsubaki se encontraba ahora bajando por las escaleras.
"Tsubaki Shinra"- Suzaku reconoció a aquella chica, la conoció de pequeña dado que su clan también era uno de los cinco principales.
Pero también sabía que era la reina de Sona, lo que le sorprendió fue que ella conocía a Goku y parecían ser bastante cercanos. O eso creía.
-Maldición, sabía que tenía que aumentar los puntos de suerte -comentó Goku rascándose la nuca- Bueno Suzaku-san... ¿Qué hacemos ahora?
-Pues... terminar lo que empezamos -respondió Suzaku con las mejillas ruborizadas, no es como si lo disfrutara. Sólo lo hacía por deber, ¿verdad?
Con Tsubaki.
Tsubaki se detuvo al llegar a la calle luego de haber bajado las escaleras a una gran velocidad.
Se sentía bastante confundida, ¿por qué Goku estaba con una chica a solas en su departamento? ¿acaso eran amigos?
Nadie respondería a aquellas preguntas así que decidió relajarse y caminar hacia su hogar mientras indagaba sobre lo que acababa de ver:
Goku, su amigo, con el torso desnudo junto a una hermosa chica que tenía la camisa a medio abrochar, seguro que haciendo algo interesante.
Tsubaki no recordaba haberla visto en la academia Kuoh así que debía ser de otro lugar, pero por alguna razón su rostro le sonaba.
-Es bastante parecida a Akeno-san... tal vez -habló Tsubaki, sólo había una persona que venía a su mente a la que conoció hace unos años.
Pero no entendía qué haría ella con Goku, ¿acaso era ella la persona que le estaba dando información? Tenía sentido después de todo.
¿Debería decírselo a Kaichou entonces? No, desconocía muchas cosas como para decirle a Sona algo así, primero lo hablaría con Goku.
Muchas incógnitas se formaron en su mente a pesar de que sólo planeó hablar con Goku, pero no pudo porque se sentía confusa e incómoda.
Ya lo haría mañana, y esperaba que Goku no le dijera nada más que la verdad. Tsubaki no tenía intenciones de perder al chico que le gustaba...
Minutos después.
"E-entonces, ¿ella es tu amiga?"
Suzaku preguntó obviamente refiriéndose a Tsubaki y el azabache le dio un asentimiento.
Suzaku abrazaba la espalda de Goku mientras estaba pegada a él, sus grandes y suaves senos presionaban la espalda fornida del muchacho.
Un resplandor carmesí la envolvía y a su vez a Goku, pero en menor medida. Ella le estaba transfiriendo maná para acelerar la sanación.
-Sí, somos amigos desde hace unos días -respondió Goku sintiendo algo suave en su espalda- Uh... esto se siente bien realmente.
Aunque lo dijo sin malicia alguna no era mentira, por alguna razón esa sensación tan suave en su espalda sumado a la calidez del aura de Suzaku le agradaban sumamente, por eso lo comentó.
-N-no digas cosas tan vergonzosas -habló Suzaku con un pequeño tono carmín en su rostro- R-recuerda que es para ayudarte.
Era la primera vez que ejercía ese método de transferencia de maná, pero era el más rápido y ya que mañana atacarían Goku debía estar listo.
-Te dije que no hacía falta pero tu insististe -habló Goku sonriendo antes de que Suzaku le pellizcara la espalda- ¡Oye pero si es verdad!
-C-cállate -Suzaku quería acabar cuanto antes, esta situación era demasiado embarazosa para ella y de ahí sus nervios- ¿C-cómo la conociste?
-La conocí al entrar a la academia pero nos hicimos amigos una noche que entrené hasta quedarme exhausto en la calle y ella me llevó a su casa para curarme -habló Goku recordando aquello, aunque solo pasaron un par de días.
"Me pregunto qué clase de entrenamientos haces para quedar en ese estado"- indagó la Himejima, todo lo relacionado con Goku era intrigante y por alguna razón eso le atraía.
Quería saber más de él, ir descubriendo todos sus misterios... pero para eso era necesaria una cosa y era algo que ella deseaba en el fondo.
-M-me gustaría que fuéramos amigos, quiero conocerte mejor Goku-san -profirió Suzaku con un tono tan suave que cautivaría a cualquiera.
-A mí también me gustaría conocerte mejor Suzaku-san -agregó Goku con una gran sonrisa sobre sus facciones- ¡Así que seamos amigos!
Suzaku estaba contenta, después de mucho tiempo por fin pudo hacer un amigo de verdad.
Siendo ella la próxima heredera de los Himejima varios se acercaron a ella sólo para aumentar su estatus como Onmyouji y otros por mera lujuria.
Pero Goku no era así, era un chico amable e inocente que la trataba con sinceridad y confiaba en ella pese a que no se conocían de mucho.
La charla que tuvieron hace horas le hizo saber un poco cómo era Goku: alguien capaz de dar su vida por los demás y con la voluntad de ayudar a los indefensos con su poder. Aquello le agradó.
Por eso quería conocerle más, saber qué más había en esa persona tan maravillosa que había conocido en su misión en la ciudad de Kuoh.
[Transferencia de maná completada]
[Has recibido +10 MP, ¿deseas verificar?]
[Sí/No]
Goku escuchó sorprendido la voz del sistema en su mente y decidió verificar, así que abrió la pantalla de estados para mirar las ranuras.
Nombre: Son Goku]
[Edad actual: 17]
[Nivel actual: 21]
[Clase: Desconocida]
Títulos:
[Aquel que superó la muerte]
[Asesino de lobos]
[HP: 700/700]
[MP: 585/585]
Notó que los puntos de salud se habían disparado, tal vez porque fue su cuerpo se mejoró a sí mismo tras la batalla reñida.
Aunque Suzaku le transfirió maná para acelerar su sanación los puntos de salud no aumentaron pues ya lo hicieron al aceptar la recompensa de 'recuperar estados'. Así que fue innecesario.
El sistema siempre subía automáticamente los puntos de salud luego de cada Quest y subida de nivel, no era algo que él podía controlar como las otras estadísticas donde aumentaba los puntos.
En cambio el maná seguía en un nivel bajo en comparación con la salud, y ahora Goku sabía la causa. Maldijo su idiotez al haber sido tan tonto.
Flashback:
Goku caminaba junto a Asia en medio de la zona de juegos del centro comercial, acababa de ganar un pequeño conejo de peluche para su amiga.
-¡Muchas gracias Goku-san! Te estoy muy agradecida por este regalo -habló Asia con una gran sonrisa y Goku negó ante sus palabras.
-No es nada Asia jeje, después de todo somos amigos -Goku le restó importancia mientras le sonreía, pero de pronto algo llamó su atención.
"Has subido de nivel"
Entonces se detuvo frente a una pantalla, que mostraba un juego, frente a la cual había un niño que no debía superar los doce por su apariencia.
Goku se fijó en que el juego se basaba en un sistema, lo cual le pareció irónico, pero se percató de algo que le produjo un poco de extrañeza.
-¿Por qué pones tantos puntos en la ranura de inteligencia? ¿No es mejor aumentar la fuerza y agilidad? -preguntó Goku mirando al niño quien distribuyó los puntos de su recompensa.
-No, al aumentar la inteligencia sube la cantidad de MP y por lo tanto puedo realizar más ataques mágicos sin riesgo de agotar el MP -habló el niño bebiendo su batido y el azabache abrió sus ojos.
Todo este tiempo Goku pensó que la ranura de inteligencia reflejaba su intelecto mental y astucia, no podía estar más equivocado. Se sentía tonto.
En parte la culpa de todo esto era su falta de experiencia con los videojuegos, supo entonces que debía comprarse uno ya que el sistema era una especie de videojuego después de todo.
-La agilidad sólo aumenta la velocidad de pensamiento para sobreponerse al enemigo mientras que la fuerza sube la fuerza física, la velocidad y durabilidad de los músculos -añadió aquel niño, todo un experto en videojuegos RPG.
Goku también se dio cuenta de su error al pensar que la agilidad aumentaba la velocidad de pelea... pero su función real era una muy distinta a esa.
Ahora que sabía todo esto usaría de otra forma sus puntos pero no cambiaría su estilo de pelea. Claro que no, simplemente lo perfeccionaría.
-Ten -Goku le extendió unos billetes- Tus palabras me han servido bastante, te lo agradezco mucho.
El niño parpadeó incrédulo ya que no hizo nada especial, cualquier persona que hubiera jugado un videojuego sabría toda esa información.
-Muchas gracias Senpai -habló el niño sonriendo, gracias a ese dinero podría estar un par de horas más en la zona de juegos. Ya luego iría a casa.
-¿Nos vamos Asia? -preguntó Goku con una sonrisa, ya estaba ansioso por llegar a la torre Kuoh y enfrentarse a grandes desafíos.
-¡Sí Goku-san! -exclamó Asia contenta por este maravilloso día que nunca sería capaz de olvidar.
Fin del flashback
Goku estaba eternamente agradecido con ese niño, le deseó la mejor de las suertes en la vida.
Ahora no tenía puntos disponibles, mañana cuando hiciera la Quest diaria ya podría invertir un poco en la ranura de inteligencia y suerte.
Sí... tenía bastante abandonada la ranura de suerte, y eso que era esencial para encontrar objetos de valor como el collar del guardián.
También tenía que aumentar la constitución si quería ser más resistente a los ataques, casi no lo cuenta con las embestidas de Cerberus.
"Por alguna razón... ¡estoy muy emocionado!"- pensó Goku sonriendo, más tarde revisaría las notificaciones del sistema para ver si había una Quest o algo así que se saltó por accidente.
-Y-ya se acabó, ¿cómo te sientes? -preguntó Suzaku mientras se despegaba lentamente de él.
-¡Perfectamente Suzaku-san! -dijo Goku entusiasmado a punto de darse la vuelta.
-¡N-no mires todavía! -exclamó Suzaku ya que se estaba abrochando el sujetador pero estaba teniendo algunas dificultades para hacerlo.
"Pero si esta misma mañana me lo abroché con facilidad"- pensó Suzaku sin entender qué estaba pasando ahora- ¿M-me ayudas? ¡Pero no mires!
Era la única opción, no tenía de otra si quería acabar ya. Confiaba en que Goku no hiciera nada extraño. Con lo inocente que era él, imposible.
Goku asintió y entonces Suzaku se dio la vuelta mostrándole la parte que debía abrochar, lo cual hizo sin demasiados esfuerzos que digamos.
-Ya está Suzaku-san -avisó Goku sonriendo y Suzaku suspiró, por fin se acababa todo esto.
Se abotonó la camisa y luego se puso encima su chaqueta roja, no volvería a transferir maná hasta dentro de un largo tiempo. O eso creía.
-Es hora de cenar, me muero de hambre -habló Goku levantándose del sofá y caminando hacia la cocina, que estaba a un par de pasos.
Al llegar Goku abrió la nevera y su rostro palideció al ver que no había nada que pudiera llenar su tripa. ¡Esto no podía estar pasando!
-Cuando volví esta tarde de explorar las calles comí lo poco que había... lo siento -se disculpó Suzaku con una sonrisa gentil en su rostro.
Goku al oír aquello cayó sobre sus rodillas mientras se llevaba la mano derecha al corazón dramáticamente, este había sido un gran golpe.
-¡Primero me dejas sin desayuno esta mañana y ahora te comes mi cena! -exclamó Goku llorando con lágrimas cómicas- ¿Por qué me odias tanto?
-Perdón, perdón, para compensarte iremos a cenar, invito yo -habló Suzaku con una pequeña sonrisa y enseguida Goku apareció en la puerta.
-Genial, ¿cuándo nos vamos? -preguntó el azabache con una sonrisa mientras abría la puerta y Suzaku soltó una pequeña risa ante aquello, levantándose a su vez del sofá.
-Ahora mismo, pero mañana hay que hacer la compra -señaló Suzaku sonriendo antes de salir.
Goku entonces recordó algo relacionado con la compra. O más bien algo que acordó en hacer.
"Tsubaki"- pensó Goku sabiendo que tenía pendiente ir con ella al supermercado, mañana hablarían ya que esta noche no fue posible.
Esperaba que Tsubaki no pensara mal al verle con Suzaku. Bueno, ya sabría aquello mañana.