Finalmente la navidad llegó a Hogwarts, no estaba a la vuelta de la esquina sino que estaba en el castillo.
Los pocos estudiantes que quedaban en cada una de las casas fueron directamente hacia sus árboles navideños, William ya estaba al tanto de los regalos de los otros estudiantes de Gryffindor, aun así se levantó de su cama en dirección al comedor, si su familia le había enviado algún regalo realmente no le importaba, no serían mejores que los regalos de los otros estudiantes debido a su condición actual. William incluso llegó a desear un jersey tejido por la señora Weasley para cubrirse del frío del invierno.
En cuanto William bajó la escalera notó a los niños sentados junto a los regalos, como era de esperar Harry tenía en su mano la flauta de madera hecha por Hagrid, mientras Ron estaba fascinado con la moneda de cincuenta peniques.
William dio un último bostezo mientras estiraba su cuerpo para salir de la sala común cuando fue sostenido desde el cuello de su camisa
"Alto" dijo uno de los pelirrojos, el prefecto de la casa Gryffindor mientras entregaba tres paquetes en las manos de William "No creo que sea buena idea irte sin abrir tus regalos" Percy estaba de pie con sus propios regalos a medio abrir, bajo su brazo había un sueter pero parecía no tener ganas de abrirlos.
"Hablando de malas ideas, creo que es mejor no desperdiciar los esfuerzos de tu madre por tu vergüenza sin motivos, usa el suéter puede que sea el ultimo que puedas usar" William tomó el primer regalo y lo abrió.
Percy que había quedado atrás miro la espalda de William, quería decir algo pero lo calló en cambio miro al suéter detenidamente y la palabra Pe, el cariño de su madre se podía vislumbrar, miro a los lados y lo puso en su cuerpo.
El primer regalo de William fue un cepillo, obviamente era de parte de Hagrid y fue enviado principalmente por Pruna pero el grifo aún era muy pequeño para cepillarlo, quizás en unos meses o en un año.
El segundo regalo era una carta, el remitente era Abbey Rosier, la madre de William. Al ver la etiqueta de remitente el peliblanco se sobresaltó pero contuvo su voz, no tenía miedo de su madre pero para cualquier persona era duro ver palabras de reproche.
Al abrir la carta se dio cuenta que sus ideas solo era cuestión de su mente y la realidad era mucho más simple, la carta estaba en blanco. No había nada escrito en la carta, William miró el reverso e incluso pensó que con un hechizo revelador podría ver el contenido pero si quisieran decir algo no usarían un código. William arrugó la carta y la expulsó al fuego para que se quemara por completo.
En las manos de William descansaba un último regalo, no era pequeño pero tampoco enorme, esta vez el remitente de la carta era lord Rosier, el abuelo de William, aquello era una sorpresa para el joven William pero tenía bastante curiosidad por el regalo.
Al abrir el paquete pudo encontrar un libro, un collar y una nota.
-William se que esto es inesperado, todo lo que te está sucediendo son cosas que no están en tu poder y no culpo, en cambio tu madre parece tener la idea de que traicionas a la familia, tu padre habría tenido la misma idea pero no es así en mi caso, soy un anciano con un poco de sabiduría. El sombrero te selecciona dependiendo de tus capacidades y estar en gryffindor significa que eres valiente, estos regalos son para protegerte. El collar es un objeto que se transmite en nuestra familia y posee muchos encantamientos protectores que te mantendrán con vida, tu padre no lo llevo con él nunca. El libro contiene encantamientos para hacerte invisible, es importante que los aprendas para mantenerte lejos de tus hermanos, ellos son ciegos hacia las palabras de su madre.
PD: A los ojos de los leones sigues siendo serpiente, no confíes en nadie y mantente firme ante toda adversidad.
William estaba atónito ante la nota adjunta, no esperaba una sorpresa similar viniendo de su abuelo al que todos temían. Con la mano derecha levantó el collar para ver el pequeño emblema que cargaba, una pequeña cruz de plata con una estrella en cada extremo.
En cambio el libro parecía un poco más desgastado que los que tomó de la biblioteca familiar, posiblemente uno de los libros que William pasó por alto, el título del libro parecía simple "Artes para ocultar la presencia" no había nada muy especial en el título había que admitir e incluso su autor parecía simple, solo las iniciales D.L.F
Cada una de las hojas del libro estaba de color amarillo y la escritura era elegante, William ya habia leido varios libros en la biblioteca pero no habia visto una caligrafia tan elegante antes, estaba escrito a mano limpia por lo tanto se podia decir que era un libro original del autor, simplemente un objeto destacado pero con la antiguedad que tiene podria ser un tesoro, aun asi lord Rosier lo envio casualmente con una lechuza.
Las mesas del gran comedor estaban repletas de comidas, aun cuando no había más del veinte por ciento de los alumnos en el castillo, en este momento William estaba más tranquilo ya que tenia mucho mas espacio para sentarse y comer tranquilo, además todos sus hermanos habían regresado a casa otra buena noticia para el peliblanco. Ahora sin interrupciones podía comenzar con su lectura del libro enviado por su abuelo, algunos estudiantes se dieron cuenta de las acciones de William y sacudieron sus cabezas pero los profesores se sintieron intrigados al ver el antiguo libro, más aún Dumbledore pero sin mostrarlo en su rostro.