Antes de que me retirara, yo y el grupo de expedición con el que había llegado a la capital elfa, había decidido revivir a la esposa de Luprel para así ganarme más la confianza de los elfos, ya que ellos adoraban a la reina elfa o esto era lo que había escuchado por parte de Luprel, además, me interesaba probar una de mis habilidades de mi clase ángel.
Decidí ir volando desde el barco hasta la entrada del palacio Elfo para informarle lo que tenía planeado hacer a Luprel.
Cuando llegue a las puertas para entrar al palacio había varios guardias protegiendo la entrada. La puerta era muy grande y con plantas trepadoras en ellas, nunca había pasado por estas puertas, ya que siempre que entraba o salía de este palacio era volando.
Apenas me acerco a la entrada, todos los elfos se corren de la puerta y se ponen a los costados, permitiéndome el paso por ellas.
—Su majestad, está usted aquí para ver al gobernador elfo —Esto dijo uno de los guardias con unos ojos brillantes mientras me miraba.
—Si soldado, tengo algo importante que hablar con el gobernador Elfo.
¨¨cuando mire su rostro, podía notar su admiración por mí, entonces me di cuenta que todo lo que había hecho estaba funcionando a la perfección para ganarme su confianza como nuevo rey.
—Quiero que tú me guíes hasta la sala del trono —Esto había dicho Yossu al soldado que lo miraba con los ojos brillantes.
—Claro su majestad, es todo un honor servirle como guía.
¨¨El soldado que me miraba con los ojos brillantes era muy apuesto, bueno en realidad todos los elfos eran apuestos, en realidad no hacía falta decirlo jajaja.
Este elfo era alto, tenía unos grandes hombros y parecía muy fuerte. También me di cuenta de que todos los elfos llevaban un arco o una lanza y no parecía gustarles las espadas.
Mientras me guiaba por el pasillo de camino al trono, decidí preguntarle al soldado para poder hablar y no pasar todo el rato callado…
— ¿Cómo te llamas soldado?
—Mi señor, me llamo Sam.
—Sam, ¿fuiste uno de los soldados que participo en la guerra con el imperio?
—sí, su majestad.
—Gracias a usted pude vengar a mis padres que murieron en la guerra de hace 200 años contra el imperio. Hace cuatro meses en los ataques que hizo el imperio a los pueblos elfos, mi hermana fue raptada y llevada a algún lugar.
¨¨Vaya, que triste historia tiene el soldado, pero a pesar de haber sufrido se lo nota muy feliz.
—Si me la encuentro cuando haga algún viaje al imperio, prometo que te la traeré de vuelta —esto decía Yossu a Sam mientras le tocaba el hombro desde atrás.
—Te agradezco su majestad.
—No te preocupes, después de todo, los elfos ahora me pertenecen y tengo que recuperan a mi gente que se encuentra en malas manos.
—Por cierto, ¿Cómo es tu hermana?
—A pesar de ser mi hermana mayor por dos años, es muy pequeña, su altura es como el cuerpo de una humana de 14 años, además es blanca y tiene un pelo largo con un color verde precioso.
—¿Cuántos años tiene tu hermana?
—Mi hermana tiene 162 años.
¨¨por un momento me había sorprendido, pero después me acorde que los elfos tienen vidas extremadamente largas.
—Su majestad, ya llegamos a las puertas de la sala del trono.
—Fue muy agradable hablar con usted soldado Sam.
—con usted también, su majestad.
Cuando entre a la sala del trono el gobernador Luprel y sus dos hijos se arrodillaron y me dijeron que me tenían preparado un trono especial. Este trono era totalmente diferente al que tenía Luprel antes.
¨¨Cuando me dirigía a sentarme al trono, podía observar que el mismo trono rebosaba de vida, se podía ver alrededor del trono una gran aura y un hada volar sobre él. Este trono estaba hecho de grandes ramas.
¨¨Cuando me siento, me pongo a pensar que me parecía muy cómodo para ser ramas en forma de trono, pero no le di mucha importancia después.
Cuando me senté, el hada que se encontraba volando se hace tan grande como un cuerpo humano. Después se pone a un costado y se arrodilla en muestra de respeto.
¨¨Esto me sorprendió muchísimo, jamás había visto a un hada. En el juego no existían ese tipo de seres, además, era súper hermosa y tierna en su versión adulta, se podría decir.
—Me presento ante su majestad, soy Kara, la gobernante del bosque elfo y provengo del reino hada que se encuentra en el bosque cerca del país Enano. El rey hada, mi padre, me mando a este bosque para protegerlo, a pesar de que los humanos no nos consideran un país, nosotros actuamos y nos manejamos como uno.
—Interesante, ¿porque los humanos no los consideran un país? —Pregunto Yossu
—Mi señor, los humanos no consideran un país al reino hada porque para ellos cualquier cosa no humana es inferior a ellos —Dijo Kara.
—¿Podría hacer que las hadas se unan a mi reino? —Pregunto Yossu.
—Yo antes pertenecía al reino elfo, pero ahora que este reino le pertenece, yo y las hadas de este bosque también le pertenecemos. Con respecto a su pregunta, no sabría responderle si a mi padre le gustaría pertenecer a su reino.
—Está bien, entiendo —Dijo Yossu con cara de apenado.
¨¨No lo puedo creer, el nuevo rey es tan hermoso y tiene un aspecto inigualable y con solo estar frente a él me causa una emoción y un sentimiento único que hacen que mi corazón palpite un montón de veces, en ese momento me sonroje tanto que me había puesto nerviosa de que se me notara.
—Kara, por cierto, eres tan hermosa como la princesa Lisa —Dijo Yossu con una sonrisa que encantaba a Kara y Lisa.
—le agradezco por sus hermosas palabras y prometo servirle para siempre en cualquier tipo de cosa que usted desee —Esto había dicho Kara con la cara sonrojada.
¨¨Bien, literalmente case al hada, mientras que sea mi aliada y no se una a otro reino. Después de todo, no puedo confiar en simples palabras y tengo que hacer que cada ser se postre ante mí para poder confiar en ellos.
¨¨No puedo dejar que Kara me gane. Yo voy a ser quien va estar con Yossu. Esto era lo que pensaba Lisa.
—Bueno, el motivo del porque sigo acá y todavía no me ido, es porque deseo probar una magia que me permite revivir a personas siempre que haya un cuerpo, además quisiera probar con tu mujer, Luprel.
—Claro su majestad, me encantaría volver a ver a mi esposa —él decía esto mientras estaba muy emocionado por haber escuchado esas palabras.
¨¨No puedo creer que voy a poder volver a ver a mi mujer después de tantos años.
—Luprel, no te emociones, ya que es un experimento.
—Como usted diga su majestad.
Luprel decide ir a buscar el cuerpo de su esposa para llevarlo frente a su majestad.
Esto me causaba un gran desprecio hacia los humanos y ganas de matarlos por lo que le habían hecho a semejante belleza.
—Luprel deja el cuerpo en el piso para que pueda curarlo. y después tratar de revivirlo.
—Si su majestad.
Digo en voz alta…Magia de curación de Nivel ocho.
Todo el cuerpo se había curado, además, se le habían regenerado las orejas que habían sido quemadas.
—por cierto Luprel, ¿cómo hiciste para mantener el cuerpo de tu esposa para que no se descompusiera?
—Eso se debe a que cuando morimos no nos descomponemos hasta que hayan pasado unos 500 Años después de nuestra muerte.
¨¨Qué interesante.
—Bueno, es hora Luprel —Dice Yossu.
¨¨Si no funciona mi magia de ángel no me va a quedar otra que probar con mi magia demoniaca o un objeto de mi inventario del juego para probar si puedo resucitar a gente.
Grito en voz alta… Magia de luz Sanatorial.
En ese momento sale un gran círculo mágico de luz y a los segundos desaparece…
XXX
Que está pasando, no puedo abrir los ojos y siento como si alguien me agarrara y me estuviera llevando a un lugar.
no había muerto cuando me dirigía hacia el imperio Leville para poder terminar la guerra y formar una alianza con ellos.
No sé qué está pasando.
No quiero volver a ese lugar, tengo miedo de que me vuelvan a torturar, quemar y violar.
No quiero seguir sufriendo.
No quiero seguir llorando.
Quiero volver a ver aunque sea una última vez a mi hija de 20 años y a mi hijo de 40 años. Los vi solo por tan poco tiempo, me gustaría verlos de vuelta y ver como son ahora.
Que es lo que está pasando…
Siento que puedo abrir mis ojos al fin.
—Qué es esto.
—¿En dónde estoy?
—Acaso se me ha cumplido mi última petición de volver a ver a mi familia. Que agradecida soy.
De repente Lisa salta a su madre y la abraza con una alegría y unas lágrimas.
—Hija mía, nos ves que tu madre acaba de resucitar, debe de estar sensible —esto decía Luprel mientras se le caían lágrimas de la emoción que sentía en ese momento.
—Acaso he vuelto a la vida, es imposible —dice en voz alta Zenda.
—Madre, su majestad Yossu ha usado magia para revivirte.
—¿Cómo que su majestad? —dice Zenda.
—Si mama, han pasado muchas cosas.
De repente tanto Alen como Lupren se dirigen hacia Zenda y Lisa y hacen un gran y conmovedor abrazo familiar entre todos.
Desde la distancia Kara dice, no hagan eso, no ven que están en frente de su majestad.
—Perdóneme su majestad —dice Luprel con lágrimas.
—No te preocupes, después de todo es un gran reencuentro entre ustedes y para mi pueblo elfo.
—Como que tu pueblo elfo —Dice Zenda con cara enojada.
—mama, no le hables así a su majestad, él es nuestro salvador y todos los elfos por decisión propia decidimos servir a su majestad Yossu.
Después de eso, Luprel decidió contarle todo a su esposa Zenda…
—Perdóneme por hablar de esa manera frente a usted su majestad y le agradezco por todo lo que ha hecho por nosotros los elfos.
¨¨Dios, sí que es una belleza entre bellezas la mama de Lisa.
—No hay problema, ustedes ahora pertenecen a mi país, así que es normal que haya revivido a una importante figura para los elfos.
—Bueno es la hora de volver a la capital —Espero que gobiernen con mucha sabiduría mis ciudades.
—Su majestad, no le gustaría quedarse más tiempo —Pregunta Lisa apenada.
—Lo siento Lisa, pero tengo que volver para ver cómo les fue a mis generales en sus expediciones.
—hasta que nos volvamos a ver —Dijo Yossu.
¨¨Después de salir de la sala me dirijo hacia el balcón para volver al barco y partir a la capital. Quería volver rápido y escuchar cómo les había ido a los otros grupos de expedición.
¨¨Casi se me caen las lágrimas por ver ese rencuentro tan hermoso y conmovedor, pero, también quería salir lo más rápido posible de ese ambiente familiar.
¨¨Después de ver a esa familia, me dieron ganas de tener una familia y una esposa linda y tierna, que se encargue de estar siempre al lado mío para apoyarme en los momentos difíciles.
¨¨Antes que eso, tengo que averiguar ¿cómo? o ¿Quién? me trajo a este mundo y cuál fue el motivo. Solo hay una persona que puede transportar a personas a otros mundos y esa persona tiene que ser un dios o algo parecido. Ya estaba claro que este era otro mundo y totalmente diferente al juego que jugaba.