228

¿Qué es una reunión del Sintoísmo?

¿Con qué objetivo se reúnen los Dioses japoneses allí?

Esto es lo que sucede cada cierto tiempo, con el objetivo ideal de "conversar sobre el mundo humano, la utilidad de las deidades en la vida de las personas y el mejoramiento de la Facción".

Ese sería el objetivo que se escribiría en el papel.

Pero en realidad, no es nada más que un acuerdo entre todos estos Dioses, ya sea de gran o poca importancia, con Amaterasu, desde que esta última empezó a ser la líder de todo el folclore de ese país isleño. No solo Dioses, ya que otras especies del mundo sobrenatural también acudían a este tipo de reuniones. Pero funcionaba similar a una reunión de los jefes de sindicato del folclore de un país con todas las personalidades involucradas.

O sea, normalmente, no es solo en Japón donde sucede algo así, sino en todo mundo, ya sean los Dioses Olímpicos, los Dioses Norteños, los Dioses de Hinduísmo, y demás, todo tipo de Facción de Deidades tiene cada cierto tiempo una reunión ya sea por el motivo que sea, por lo que es conocido como algo tan común que no es necesario explicar.

En Japón, en el momento en que esto sucede, desde todas las provincias y lugares, vienen Deidades y seres hasta un mismo número increíble de ellos para participar sin falta.

Allí sí es cierto que se suele hablar de cosas referentes de la vida humana y la necesidad misma de los Dioses como tal, pero todo es tan relajado y formal que no suele demorar demasiado.

De hecho, no es algo interesante, pero en particular, fue en estas reuniones que Amaterasu se enteró de la capacidad innovativa de los humanos por parte de los Dioses menores más modernos del país, cosa que fue el desencadenante de la aparición de Omika-chan...

Y en respectiva, en gran parte debido a los Budas que acuden allí por el mismo motivo, la reunión es muy pasiva.

Pasiva para todos, menos para la Facción Youkai.

Tampoco es que sea algo mortal, porque no se trata de la destrucción de la existencia de la Facción como tal, sin embargo, el Dios Susanoo tomó cariño por Yasaka desde hace muchos años.

Nunca habló con ella demasiado tiempo, pero cuando repentinamente dijo...

"Oye, ¿por qué no te haces mi concubina?"

... Fue más que suficiente para decirle a toda la Facción Youkai en sí que lo tendrían difícil.

Ya que este sujeto era famoso por ser un ávido luchador o "persona con cerebro de músculo" que por tal de encontrar un digno oponente, era capaz de destruir un mundo mismo. Cosa que él, y el grupo que creó, ya hicieron en varias ocasiones.

La suerte de Yasaka, fue que la ayuda que le pidió a Amaterasu fue recibida de manera positiva y de alguna forma, pudo aguantar años y años hasta el día de hoy sin que eso sucediese.

Si bien normalmente sería un motivo inimaginablemente "alegre", para Yasaka, ser escogida como la concubina de un Dios tan importante y poderoso como Susanoo, ella misma no lo deseaba para nada porque creía que algún día se enamoraría por sí misma de alguien. Y su Facción, que tenía a Yasaka como una diosa para ellos, ponía los sentimientos de la misma sobre cualquier otra cosa que existiera.

De hecho, si por algún motivo Susanoo hubiese amenazado con destruir a los Youkais, y luego haber tratado con los Dioses que estaban conectados con estos particulares seres que veían como siervos o ayudantes, Yasaka se decía a sí misma que ella misma se hubiera entregado sin chistar ni una sola cosa.

Algo que más que una causalidad, fue una suerte increíble en esos tiempos.

Puesto que Susanoo no se movía por deberes o responsabilidades, sino puros intereses.

En la novela original si bien se dió "pistas" de estas "Reuniones de Deidades", nunca se llegó a hablar de eso directamente.

Y por ese motivo Alexander no sabía nada de esto, lo que le hacía investigar lo más que pudiera.

Después de que Amaterasu le explicó con calma todo esto, y luego de que él le respondió a ella sus increíbles (para ella) preguntas, las dejó solas para que hablaran, o, al menos, percibió que Amaterasu quería hablar a solas con Yasaka por su mirada y decidió irse.

Claro, luego de un acaramelado beso con su mujer, que de alguna forma puso un estado complicado de ánimo a Amaterasu mientras curvaba sus rojos labios.

Y ahora, Alexander regresaba a casa, la Mansión Kyuubi.

Con una alusión algo inesperada de la que era posiblemente la Diosa más importante de Japón.

....

"Bienvenido, Anata."

"¡Bienvenido, tou-san!"

Alexander fue recibido por Olga y Kunou que se encontraban en la sala principal de la Mansión.

Él sonrió, y también las saludó.

"Hola."

... Mientras desechaba cualquier pensamiento adicional que tuviese sobre las reuniones del Sintoísmo o de Susanoo en general...

Él había reflexionado en su camino hacia acá y decidió no darle importancia a ese sujeto porque, después de todo, valoró que no lo valía.

Pasado mañana, en el mediodía, acompañaría a Yasaka la Reunión Sintoísta, y lo que pasaría allí ya no le interesaba para nada.

Particularmente, dejó de interesarle cuando se dió cuenta de que podía manejar a Amaterasu tan... simplemente.

Ni siquiera se tomó la molestia de ver su Estado, porque no lo sintió necesario.

Él no odiaba a Amaterasu, y hasta creía que era una buena chica, y se disculpó con ella por utilizar su poder sobre ella de esa forma, pero todavía se sentía molesto por la situación que nunca logró responder.

¿Amaterasu se siente complicada porque no puede ayudar más a Yasaka?

¿Porque no puede cambiarle la mente a su hermano de una vez o porque no tiene el poder para hacerlo?

Ella ciertamente es una Diosa, pero comportarse de la forma que lo hizo cuando él le preguntaba con sinceridad bajó un poco su calificación de ella.

No porque no le respondiera, sino porque evitaba la complicada situación en la que Yasaka, su querida y fiel creyente y amiga, se encontraba. Al menos, eso dió a entender.

Aquí Alexander sabía muy bien que no estaba siendo rencoroso, o que pudiera estar siéndolo, pero que no le importaba. Él tenía claro lo mucho que él amaba a sus Esposas, y también tenía claro lo que significaba la felicidad de ellas para él.

Prácticamente, Yasaka era una de las vivas "escamas inversas" de Alexander, y cualquier cosa que denotara falta de importancia por cualquier conocido, familiar o Dios para con la situación en la que se encontró durante cientos de años sin cambiar, lo molestaba a él.

Por suerte, su mente era muy simple y cortante con este tipo de cosas.

A veces, ser así de radical, para alguien como él que era muy poderoso, era bastante malo por una o varias razones, pero a Alexander le importaba un pepino esto.

Mirando la sonrisa complicada, y más cómica que otra cosa, de Kunou mientras estudiaba sentada en los bellos muslos de Olga, con Olga manteniendo su cabeza sobre la cabecita de Kunou...

Le hacía entender a Alexander, no solo que probablemente algún día moriría de diabetes...

Sino que también, para él, estaba bien ser así de rencoroso y sobreprotector.

Para él, cualquier otra cosa que intentara dañar su normalidad y las "personas" que la componen, no valían un solo centavo.

"¡Muh... no quiero estudiar matemáticas!"

"Ara, ara~ Pero, si no estudias, cómo sabrías calcular los días que te tocaría dormir con tu otou-san, ¿Kunou-chan~?"

"¡Muhhh, entonces, no hay remedio!"

"Fufufu~"

Mientras Alexander sentía que sus piernas se volvían débiles y el exceso de azúcar en su sangre se volvía serio, su mirada hacia el horizonte era severa.

Yo lo prometo, me convertiré en un diablo así tenga que hacerlo, pero ningún Dios va a molestar a mi familia. Masacraré a cualquiera que intente destruir mi paz. A cualquiera que moleste a mis Esposas.

A mis mujeres.

Esta es una prueba de mi existencia como hombre. Mi resolución como hombre.

Ningún Dios va a-...

"¡Tou-san, tou-san, mira, terminé los ejercicios!"

"..."

"¡Wao, impresionante, Kunou, realmente te mereces un dulce de leche de coco preparado con una pizca de cacao pero no demasiado porque es malo para la salud de los niños en exceso!"

"¡Ohhhhh, ¿qué es eso, qué es eso, eh, Tou-san, qué es eso?! ¡Suena delicioso! ¡Tou-san, por favor dámelo!"

"¡A la orden!"

....