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Alexander: "Ah, lo siento."

Alexander se dió cuenta de que había dejado de hablar, y despertó de su trance.

Lo que pareció despertar al mismo tiempo a la otra parte.

Claudia: "... Entonces, ¿qué planea hacer ahora, Smith-san?"

Alexander: "Primero, como sólo estamos tu y yo en la Ciudad, es perseguir al grupo de Kuroinu que está en dirección al refugio donde se encuentra tu gente."

Claudia: "... Disculpe mi pregunta, pero, ¿cómo es que sabe acerca de esto?"

Claudia se preguntó una genuina duda que tenía, ya que incluso ella misma sólo lo sabía porque Grave se lo contó anteriormente.

Alexander: "Ah, ¿recuerdas mis ojos rojos?"

Claudia: "Hai."

Claudia asintió, su voz madura era una que Alexander disfrutaba oír.

Alexander: "Esto es una Habilidad visual que entre otras cosas, me permite ver algunos de los últimos recuerdos de una persona si me miran directamente a los ojos, ah, pero no te preocupes, no ví nada extraño, fue sólo... desde varios minutos antes de que te desmayaras, así que no ví mucho."

Alexander explicó mientras se disculpaba con ella mentalmente, ya que había visto bastante más que eso...

Un Genjutsu de un Sharingan en su Etapa Eternal realmente no es algo de tomarse a broma, aunque a pesar de que se trate del Sharingan de Sasuke, el mejor amigo de Naruto, y que la Habilidad incluso tenga ese mismo nombre, a Alexander esto no lo molestaba ya que él se había adueñado completamente del Sharingan, además... Alexander pensaba en poco tiempo hacer algo que cambiaría un poco las cosas con respecto al tema...

Claudia: "... Increíble..."

Claudia estaba asombrada, y como ya había decidido que Alexander era una persona en la cual podía confiar, no tenía ninguna duda de sus palabras. Aunque la mayor parte de esta confianza venía de la propia Celestine, que era la que proclamaba que el Héroe salvará a la Humanidad. Tampoco sentía particularmente que Alexander había pasado accidentalmente alguna línea al ver sus recuerdos, ya que ella era de aquél tipo de persona a las que los detalles no le importaban mucho.

'¡Ah, es verdad!'

Claudia: "¡Smith-san!"

Claudia repentinamente llamó a Alexander al recordar algo.

Alexander: "Si deseas puedes llamarme Alexander, o simplemente Alex, como todo el mundo me llama, y, ¿qué pasa?"

Claudia: "Hai, entonces, Alex-san... las demás, ellas..."

Claudia hizo una cara muy complicada, ya que sabía que probablemente Alexander las había salvado, pero aún así la duda la vencía.

Alexander: "Oh, ¿te refieres a las demás Princesas Caballeros?"

Claudia asintió.

Alexander sonrió por debajo de su máscara, "Si, he detenido todos los ataques de Kuroinu en las anteriores Fortalezas, así que ellas están a salvo..."

'A salvo y bueno, también son mis mujeres...'

Alexander pensó dentro de sí, cuando creyó que este no era un buen momento para decir algo así a no ser que Claudia misma indagase más sobre el tema. Incluso sin darse cuenta también había contado a Luu Luu como su mujer, y si la misma supiera esto, ella ciertamente se sentiría con energías para luchar nuevamente con el pobre Oso Kuma-chan por mucho tiempo...

Claudia: "Ya veo... eso es muy bueno."

Claudia dió un suspiro de alivio, entonces miró hacia donde Grave había quemado a su Esposo con una cara complicada.

Alexander: "Entonces, mi plan es que me acompañes hasta el refugio con tu gente, y una vez que me haga cargo de Kuroinu, te dejaría allí para avanzar hacia la Séptima Fortaleza rápidamente, aunque también pudieras venir conmigo, pero esa sería tu elección."

Claudia miró hacia Alexander con firmeza.

Claudia: "Está bien, haré exactamente eso, por favor, cuídame a partir de ahora."

Alexander: "Si, igualmente."

Alexander sonrió y le ofreció su mano a Claudia para que se pusiera de pie.

Claudia tomó la mano de Alexander y se paró, entonces, después de sacudirse un poco la tierra y la suciedad de sí misma, notó que Alexander estaba mirándola, más específicamente, mirando hacia su pecho.

A Claudia normalmente no le importaba algo así, ya que con frecuencia los hombres la miraban así, pero aún con la cara un poco roja, le habló a Alexander.

Claudia: "Ano... ¿Alex-san?"

Alexander: "¿Eh? Ah, o-oh... lo siento, no pude evitarlo..."

Claudia pensaba que la cara sonrojada de Alexander, ciertamente tenía un encanto que la afectaba un poco.

Claudia: "Jeje, entonces, ¿nos vamos?"

Alexander: "Si... pero antes..."

Claudia: "¿Hm?"

Alexander extendió su mano sobre la frente de Claudia, mientras ella sólo miraba en silencio.

"Limpiar."

En menos de tres segundos, Claudia había sentido que estaba más limpia de lo que nunca había estado.

Ella incluso se sentía fresca y agradable como si hubiera salido de un baño en las aguas calientes de un baño normal, no, de hecho, ella se sentía todavía más limpia que eso.

Claudia: "..."

Claudia miró hacia Alexander con una cara de dudas, casi como exigiendo una explicación, y al mismo tiempo, según Alexander, el se atrevería a decir que era casi, casi un puchero.

Alexander: "O-otra de mis Habilidades..."

...

Después, no pasaron más de 50 minutos y ahora mismo Alexander se encontraba con Claudia en la entrada, o la Puerta Oeste de la Ciudad.

Previamente cuando Claudia salió del calabozo, Alexander no había podido hablarle en ese momento, debido a la pesada atmósfera que traía.

Su Ciudad había sido atacada, y ella no pudo protegerla, una de las personas en la que más ella confiaba la traicionó e intentó... violarla, también, asesinó a Esposo (de Claudia), el cual era su propio hijo (de Grave), la mitad de las Mujeres Caballeros que dirigía estaban muertas en diferentes lugares de la Ciudad, incluso había algunos cadáveres de las chicas que decían que habían sido profanadas antes de morir... y posiblemente después también...

No era sólo Claudia, incluso Alexander también estaba sintiéndose mal, por eso es que no podía imaginar lo que pensaba Claudia... lo que más podía hacer, era tratarla con Conexión todo el tiempo para que se sintiera por lo menos... un poco mejor.

Y Alexander no lo notó, pero Claudia estaba agradecida hacia él por la ternura de este mismo, al concederle a ella este tipo de importante apoyo moral, en un momento especialmente como este.

Claudia no demoró mucho, sabiendo que debían apresurarse, sólo oró en silencio por las almas de sus subordinadas, para que no estuvieran en agonía en el más allá, por muy aterradora que haya sido su forma de morir...

Luego, tomó su Espada, que todavía estaba en su oficina, y su manto de Capitán General, para entonces, asentirle a Alexander y los dos en silencio, se dirigieron a una de las 4 aberturas del extenso Muro que rodeaba toda la Ciudad.

...

"Bueno, paremos un momento." Dijo Alexander.

"De acuerdo, Alex-san."

"¿Puedes explicarme de manera un poco sencilla hacia donde es que específicamente está ese refugio?"

Alexander preguntó, ya que los recuerdos que había visto, aunque lo mencionaban, no decían o mostraban su localización.

"Hai, es recto por este camino y a mediados del lateral de la gran montaña presente, a la izquierda, normalmente es fácil saber dónde está la entrada una vez que has ido, pero también es muy fácil no notarlo cuando no lo has visto por ti mismo."

"Ya veo, muchas gracias, ahora... ¡Jip!"

"¡¿Eeehhh?!"

Alexander repentinamente cargó a Claudia como una Princesa, sólo que como una real.

"A-ano... Alex-san... ¿qu-qué estás haciendo?"

Alexander vió que Claudia, con su cara ruborizada le preguntó.

"..."

Él se quedó viendo por unos segundos la linda cara de Claudia, una Milf en toda regla y muy madura con el detalle de su pequeño lunar debajo del ojo, con un cuerpo casi incluso de mayor magnitud que Chaia, muy abrazable y suave al tacto, y Alexander sólo...

Alma Única.

No tuvo otro remedio que recurrir a la Habilidad más confiable... y a la vez pobre, de todo el Multiverso, para calmar a su Hermano Pequeño, que sentía que estaba siendo llamado para la Guerra...

También, que exitía este sentimiento de culpa que el mismo sentía, ya que esta mujer había perdido a su Esposo hace sólo unos momentos...

"L-lo que pasa..." Alexander desvió la mirada e hizo una pausa para continuar, "... Es que mi velocidad es muy grande, así que no quisiera dejarte atrás, y por eso te cargué."

Alexander habló, pero ni siquiera tomó en cuenta por un momento que siempre podía cargarla en la espalda, y al parecer, Claudia tampoco se dió cuenta de esto...

"Y-ya veo..."

Claudia respondió un poco nerviosa, como nunca lo había estado... aunque también sintió una punzada de culpa por estar en los brazos de otro hombre... ya que si bien no estaban "exactamente" casados, la relación entre Claudia Levantine y Klauss Curtis era buena.

'Así que esto es lo que se siente que te cargue un hombre, ¿eh?'

Claudia también pensó que ella misma nunca había sido sostenida así por un hombre, principalmente, porque todos las respetaban, o porque al igual que su cuerpo era más fuerte que el promedio, también era un poco más pesado... incluso cuando Claudia misma se aseguraba de tener una buena figura, también porque Klauss nunca lo había intentado...

Y para Claudia esto...

'No está nada mal...'

Ella cerró los ojos un poco.

"Entonces, Claudia-sama, agárrese bien fuerte."

"¿Eh? ¿A que te refieres, Alex-...? ¡¿saaaaaaaaaaaaaaaaaaannnnnnnnnnnnnn...?!"

Alexander empezó a correr y la voz de Claudia, se fue haciendo más pequeña.

Y más pequeña.

Hasta que no se oyó nada más y el lugar quedó en silencio...

*Soplo*

Incluso sopló un leve aire en el lugar...

.......

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