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Mundo Shinobi - Chunin - 296

Kain volvió a su casa a las nueve de la noche, acompañado de Kaoru y Aoi, y en un terrible estado de cansancio. La lucha había significado un enorme desgaste, pero sanarse por completo lo fue aún más. Ahora estaba bien físicamente, pero no podía ocupar ningún jutsu de alto nivel.

Por otro lado, cuando Kain abrió la puerta corredera para entrar a su casa, se encontró con una agradable sorpresa. Rei lo estaba esperando junto al pequeño Nawaki de dos años y medio. Ambos estaban sentados en la punta del pasillo que venía después del espacio donde la gente dejaba sus sandalias.

Kain no necesitaba sacarse las sandalias de madera, ya que se habían destruido al principio de la lucha con "A". Ahora andaba descalzo y con los pies sucios mientras los bordes de su hakama negro tocaban el suelo.

—¡Nii-chan!— dijo Nawaki con voz chillona y alegre. Se levantó y lanzó a correr hasta alcanzar la pierna de Kain y abrazarse con todas sus fuerzas.

Kain sonrió ante este pequeño acto de cariño y a pesar de que estaba cansado, se agacho, tomo a Nawaki en brazos y lo apego a su pecho —¿Cómo está Nawaki?— preguntó

—Super bien, nii-chan— dijo Nawaki rebosante de alegría —¿Sabes? Kiyomi-nee y Tsuna-nee vinieron temprano y jugamos un montón. Ellas me querían atrapar, pero yo fui más fuerte—

—Eso es genial, Nawaki se divirtió un montón— respondió Kain, avanzando hasta Rei. Ella se puso de pie e hizo una pequeña reverencia.

—Gracias por sus esfuerzos, Kain-sama— dijo Rei

Kain se detuvo delante de Rei y le dijo con una suave sonrisa —lo mismo a ti, gracias por tus esfuerzos. Sin ti y Naomi no hubiéramos podido lograr lo que hicimos hoy—

El rostro de Rei se ilumino con una hermosa sonrisa, junto sus manos como si estuviera rezando y preguntó —¿Todo salió bien? ¿Aceptaron los términos?—

Kain ladeo la cabeza de lado a lado y dijo —se podría decir—

Rei quedó confundida, pero sonrió para tratar de calmar a Kain. Ella sabía que esto era importante para él.

Al mismo tiempo, Kain miró a Nawaki quien apoyo su rostro sobre su pecho unos segundos y había empezado a cabecear.

—¿Ya comiste tu comida?— preguntó Kain

—Sí, nii-chan— dijo Nawaki con voz somnolienta —Nawaki fue un niño grande—

—En ese caso, vamos a la habitación de sensei para que Nawaki pueda dormir—

Sin embargo, Nawaki se abrazó al cuello de Kain y negó, con ojos que apenas podían mantenerse abiertos. Kain le peino el cabello con suavidad y lo abrazó. Después se pasó la planta de los pies por el hakama negro, dejándolo manchado con tierra —voy a dejar a Nawaki a su habitación— dijo y paso por al lado de Rei.

—Está bien, Kain-sama— respondió Rei —todos ya comimos, solo falta usted, Kaoru y Aoi—

—Ok, no te preocupes, no tengo hambre, solo quiero llegar a mi cama—

Rei vio a Kain avanzar por el pasillo con Nawaki entre sus brazos y después se dio vuelta para mirar a Aoi y Kaoru —¿Cómo le fue?— preguntó

Kaoru hizo una sonrisa incomoda y prefirió no decir nada. Después de todo, fue bastante lamentable ver Kain recibir una paliza para que el resto de los kages lo consideraran fuerte. Parece que era el precio por no tener ningún respaldo —buenas noches— dijo, se quitó sus zapatillas shinobi y las dejo a un costado del pasillo. Después avanzó por el pasillo y doblo en el cruce a la izquierda.

Rei miró a Aoi y ella también hizo una sonrisa incomoda, pero entendiendo un poco el carácter de Rei, le contó lo que paso.

—Eso es, bueno, si Kain-sama estaba dispuesto a ir tan lejos, debe estar bien— dijo Rei, algo preocupada. No podía dimensionar los niveles de fuerza de los otros kages, pero ella entendía que Kain era fuerte. Sin embargo, si fue golpeado hasta el cansancio, eso quiere decir que la otra persona era igual de fuerte o más.

—Así es— respondió Aoi

Rei asintió y dio por terminado el tema. Después le dio una mirada significativa y le preguntó —Aoi-san ¿No sé si usted me quiera acompañar hoy?—

—¿A qué cosa?— preguntó Aoi, sacándose sus zapatillas shinobi y dejándolas a un costado del pasillo.

—Bueno, usted es más experimentada— dijo Rei —así que yo quería pedirle ayuda, en "eso…"—

—¿Eso?— preguntó Aoi algo confundida, la miró a los ojos y al captar el rubor en los pómulos de Rei, entendió —AAaaaaa— dijo —te refieres a "eso"—

—Sí, "eso"— respondió Rei

—Entiendo, vamos, preparémonos para un baño— dijo Aoi —Kain-sama se va a querer dar un baño y será el mejor momento para empezar algo—

Rei se ruborizo y asintió.

Por su parte, Kain se detuvo frente a la puerta corredera en la habitación de Mito, donde también dormía Nawaki y dijo —Sensei, soy yo, traigo a Nawaki—

—Pasa, Kain— respondió Mito desde el interior de la habitación.

Kain abrió la puerta corredera y vio los dos futones preparados. Uno para Mito y otro para Nawaki. El de Nawaki tenía un cubrecama y una almohada con dibujos de gato, cortesía de Mito. Cada vez que los veía Kain sonreía recordando su propia niñez. Kain se preguntó si todavía estaría por ahí su cabecera de gato guardada o ya estará tan vieja y desgastada que la botaron sin decirle nada.

Kain avanzó con Nawaki y vio a Mito sentada en seiza sobre un cojín, frente a un escritorio de baja estatura. Ella escribía algo en un pergamino.

—¿Ya se durmió?— preguntó Mito sin mirar a Kain

—Sí, solo basto para que lo tomara en brazos y comenzó a cabecear— respondió Kain llevando a Nawaki a su futon

—Es tan terco— dijo Mito —hace una hora que debería haberse dormido, pero insistió en que quería ver a su nii-chan—

—Yo también me sentí feliz de verlo al llegar—

Mito detuvo la pluma con la que escribía, sintiendo el cansancio y la preocupación en Kain. Ella se dio la vuelta y vio a Kain colocando a Nawaki en el futón para después arroparlo con las tapas. Kain le peino el cabello en un gesto suave y Nawaki se dio la vuelta, en posición fetal y realmente se durmió. Kain pensaba que por lo menos, Nawaki dormiría de aquí a las ocho de la mañana del día siguiente.

Kain miró a Mito mientras le peinaba el cabello a Nawaki. Mito sonrió y le hizo el gesto con la mano para que él se acercara. Kain se puso de pie, fue a la puerta corredera, la cerró y después se acercó a Mito. Él se sentó en el suelo en seiza y después se recostó, apoyando su mejilla derecha sobre el regazo de Mito.

—¿Todo salió bien?— preguntó Mito

—Se podría decir— dijo Kain —la mayoría de ellos estaban más interesados en mantener contacto conmigo porque era fuerte y tenía grandes ideas. Sé que uno debe mantener a los amigos cerca y a los enemigos aún más cerca, pero es descorazonador ver lo desconfiados que son—

—Es un gran paso— dijo Mito —no los puedes culpar. Hace solo unos años, todo era un caos y el mundo estaba en constante conflicto. Todos ellos son jóvenes, pero no se pueden olvidar de lo que le enseñaron sus mayores. Ten fe, Kain, ese fue el legado que dejo tu tío ¿no?—

Kain hizo una pequeña sonrisa y le acarició el muslo a Mito con suavidad y sin ninguna intención sexual. Solo fue un gesto de amor, como quien se siente seguro y amado por alguien que no espera nada a cambio.

—Gracias, sensei— dijo Kain —todos estos años, incluso si era demasiado pequeño, me estuviste guiando—

—Por supuesto, Kain— respondió Mito con una sonrisa amable, peinándole el cabello —por algo soy tu sensei—

—¿Cómo se ha sentido sensei?— preguntó Kain —¿le hizo bien?—

Mito soltó una risita y dijo en voz baja —el sexo siempre se siente bien, más si es con alguien que te quiere—

—Bueno, no lo decía en ese sentido— respondió Kain —¿no ha sentido cansancio extremo o una debilidad en su cuerpo?—

—No, para nada— respondió Mito —me he sentido muy bien, pero como pensé, mi cuerpo no está produciendo mucho chakra y el que me disté se gasta con demasiada velocidad. Vamos a tener que hacerlo como me dijiste, una vez a la semana—

—Está bien— respondió Kain —no es ningún esfuerzo, también me siento bien y me da un alivio poder ser de ayuda—

—Kain— dijo Mito

—¿Sí?—

—Esto no va a poder ser para siempre, algún día mi cuerpo se cansará y dejará de funcionar. No puedes aferrarte a mi—

Kain trago saliva, sus ojos se pusieron llorosos y sintió un profundo dolor en su pecho. Sin embargo, sonrió y se aferró a Mito, prometiéndose a sí mismo atesorar estos pequeños momentos.

Un largo silencio se instaló mientras Mito peinaba los cabellos de Kain y él permanecía acostado sobre su regazo. Mito pensó en lo que habían conversado con anterioridad y le dijo —cuando repongamos el chakra en mi sello, entrenaremos como crear las cadenas de adamantita. Incluso conociendo lo talentoso que es Kain, te tomara un par de años—

—Sí, sensei— dijo Kain más calmado —pondré mi mejor esfuerzo y dominare la técnica—

—Sí, estoy segura—

—Abuelita— dijo Nawaki desde su futón, con los ojos cerrados —baño—

Kain y Mito soltaron una risita. Después Kain se levantó y Mito fue a ver a Nawaki. Kain y Mito salieron al mismo tiempo de la habitación. Kain le hizo un gesto con la mano para despedirse y Mito le respondió con su mano izquierda, mientras conducía a Nawaki al baño.

Kain avanzó por el pasillo contando las presencias en la casa. Primero estaba la habitación de Tsunade y por su aura, ella parecía estar leyendo un pergamino. Después estaba la habitación de Kiyomi y Nagisa, pero solo estaba Kiyomi. Nagisa estaba en el hospital recuperándose de sus heridas. Después venía la habitación de Tsubaki, quien estaba durmiendo. Anoche no durmieron mucho y en la mañana se levantaron temprano para hacerlo varias veces. Después se había ido a trabajar al salón de té, así que era entendible su cansancio. Después venía el comedor, la cocina y dos habitaciones para reuniones con las posibles visitas, pero todas estas habitaciones estaban vacías.

Kain llegó al cruce entre el pasillo que conecta el frente con la salida al patio trasero. Kain paso al pasillo del frente y siguió avanzando, pasando por la habitación de Naomi a la izquierda y la de Rei a la derecha. El aura de Naomi parecía estar revisando un documento en su escritorio mientras Rei buscaba algo en su armario. Después venían las habitaciones de Kaoru y Aoi. Kaoru parecía estar durmiendo en su futon mientras Aoi parecía estarse probando diferentes kimonos.

Después de eso, venían habitaciones para reuniones a cada lado, pero estaban vacías. Kain llego al final del pasillo, doblo en una esquina a la derecha y continúo avanzando otros cinco metros hasta detenerse frente a la puerta de su habitación. Llevo su mano al poste derecho y coloco su pulgar en un pequeño cuadrado metálico. Entonces introdujo su chakra del tipo madera y las protecciones en la puerta se levantaron. Al mismo tiempo, la luz se encendió e ilumino los cuadritos de papel de la puerta corredera desde dentro.

Kain abrió la puerta, sintiendo cómo funcionaba la ventilación en su habitación, limpiando el aire y entregando un suave aroma a eucalipto. Kain entró a su habitación, mirando como su cama a cinco metros en diagonal, estaba ordenada. Cerró la puerta corredera por detrás de él y camino hasta su cama, para dejarse caer y rebotar, gracias al colchón blando y el cubrecama blanco esponjoso. Kain quedó boca arriba y cerró los ojos durante unos segundos, pero cuando se iba a quedar dormido, Rei lo llamo desde el pasillo.

Kain se levantó de la cama, con un sentimiento a cansancio por todo su cuerpo y camino hasta la puerta. Sin embargo, cuando abrió la puerta corredera, vio a Rei y Aoi juntas, lo cual lo despertó, llenando su corazón de curiosidad.

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