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Historia Paralela La Caída Capítulo 66: Espíritu Navideño.

Aurora caminó por una calle de Nicosia en la isla de Chipre frunciendo el ceño por el intenso sol y la destrucción de los alrededores.

Autos abandonados, destruidos y aplastados, casas destruidas, saqueadas y abandonadas se encontraban en la ciudad y por las calles estaban cráteres y pozos impidiendo que los pocos autos que funcionaban pudieran moverse.

Las pocas personas que estaban aquí rebuscaban entre los escombros, las ruinas y los edificios abandonados buscando comida, frazadas o cualquier cosa útil.

Lo que sucedió aquí no fue un desastre natural, sino que fue una batalla de dos gremios que produjeron cambios en el clima que destruyó la mayor parte de la isla y ella decidió venir aquí en su tiempo libre.

Estaban 2039 y hoy era 25 de diciembre y si bien era navidad, ella no sintió el espíritu festivo. Su familia era de festejar la navidad no como alguna fiesta religiosa, sino que como una fiesta de familia en donde se disfrutaba con todos.

Incluso en un día festivo como este, ocurría en esta situación… Aurora suspiró mientras caminaba, sintiéndose triste.

"He encontrado a alguien."

La voz de su hermana sonó en sus oídos y Aurora al escucharla se adelantó hacia donde su hermana le decía y ambas llegaron a un edificio derrumbado.

Alice que estaba oculta en su sombra extendió la oscuridad y Aurora vio cómo se adentraba a las ruinas del edificio.

Ella se puso tensa al extender sus sentidos y a pesar de la dificultad, pudo percibir presencias ocultas en el sótano de esas ruinas.

Ella no vino a luchar, ni a enfrentarse a monstruos, sino que vino a ayudar y de todo lo que podía hacer, esta fue su mejor manera. Buscar sobrevivientes entre las ruinas y rescatarlos.

La isla era grande y alrededor del mundo existían múltiples eventos que sucedían al mismo tiempo y las naciones u organizaciones que ofrecían apoyo, no podían estar en todas partes.

En África continuaban las migraciones masivas causadas por los desastres naturales y los señores de la guerra y algunas naciones apoyaban allí, permitiendo que las personas se mudaran. Aquellas organizaciones no podían estar en todas partes y ahí entraban en juegos personas como ellas.

Héroes independientes que se movían en diferentes partes, antes de que llegara la verdadera ayuda como la iglesia u organizaciones internacionales apoyadas por empresas.

"Es una familia. Al parecer uno está herido. Lo sacaré." La voz de Alice fue simple y Aurora al escucharla sacó pociones y pergaminos preparados para ayudar.

Tragó con dificultad y luego vio como la oscuridad se extendía a sus pies y las personas salían.

Dos adultos, una anciana y tres niños varones… Aurora se acercó de inmediato a la anciana y vio como la mujer tenía incrustada un tuvo en el estómago.

La presencia era ligera y apenas respiraba.

"Abuela… Abuela… Por favor… Por favor no te vayas."

"Por favor, por favor sálvala."

Mientras los niños lloraban en un lado de su abuela, el padre le rogaba a ella que la salvara y Aurora tembló sintiéndose nerviosa, pero tragó su nerviosismo con rapidez sin perder el tiempo.

No era momento de estar nerviosa… Tal idea fue la empujó hacia adelante y se acercó a la mujer haciendo que bebiera el líquido de la botella.

"¡Ella estará bien! ¡Por favor guarden la calma!" Pidió Aurora en voz alta al seguir escuchando las voces tanto de los niños como del padre.

Los niños tenían alrededor de diez años y ellos lloraban de manera desenfrenada mientras que el padre rogaba por ayuda. Aurora entendía su miedo y temor, así que hizo lo que pudo para mantener la calma.

Era bueno que la máscara que usara cubriera su rostro, si no la verían sudando totalmente mientras miraba la grotesca herida y se mordía los labios.

"No creo que sea bueno sacar el tubo. Podríamos agravar la situación." Dijo Aurora viendo el tubo y mirando a la familia, pidió. "Los llevaré al campamento. Por favor, no se asusten cuando la oscuridad los trague."

Su voz fue seria y la familia asintieron ligeramente aliviados. Al instante siguiente la oscuridad los tragó a todos, incluyendo a la anciana.

Alice era la que más ayudaba en situaciones como estas y si no fuera por ella, Aurora no podría rescatar a nadie de los derrumbes y ella estaba agradecida.

"Vamos."

Al escuchar la voz de su hermana, Aurora sacó un pergamino y lo rompió llevando a que sus alrededores se distorsionaran y al segundo siguiente llegó al punto de teletransporte en el centro del campamento.

Las carpas estaban por toda el área y algunas personas se encontraban en los alrededores.

"¡Necesitamos un médico!" Pidió Aurora en voz alta mientras Alice sacaba a la familia.

Las personas pasaban de un lado a otro y entre ellos una sacerdotisa salió de una carpa quitándose el sudor de la frente.

"Llévenla a la carpa médica. ¿Dónde están los demás?" Cuestionó la mujer en voz alta.

La mujer llevaba una túnica blanca simple y en sus manos llevaba guantes con sangre. La mirada era seria, casi fría y más al ver que muy pocos sacerdotes respondían su llamada.

"Sucede algo en la entrada del campamento, sacerdotisa Najjar." Respondió un sacerdote con un tono rígido y preocupado.

Los únicos que estaban aquí aparte de una organización internacional fue un pequeño grupo de sacerdotes liderados por la sacerdotisa Najjar que vino desde Egipto.

Aurora al escuchar que algo sucedía supo que ese algo no era bueno.

"Iré." Dijo Aurora levantándose de inmediato y avanzó mientras la sacerdotisa Najjar la siguió.

Varios civiles se alejaban de la entrada mientras que los gritos venían de ese sitio y por cómo se escuchaba desde lejos, se notaba que la situación se estaba agravando.

"Déjame a mí y no tomes riesgos, Primera Heroína." Pidió la mujer al ver la muchedumbre en el área.

Los ojos de la mujer brillaban y emanaban un aura de rango A.

"Entiendo, señora." Respondió ella y los labios de la seria mujer temblaron antes de avanzar, moviéndose entre la multitud.

"¡Váyanse a la mierda!"

"¡Nadie los quiere!"

Las personas no se apartaron y siguieron gritando mientras ellos se movían hacia adelante.

Aurora percibió varias auras de alto rango desde adelante y cuando finalmente cruzaron entre todas las personas, ella finalmente vio al grupo que estaba afuera.

Eran dos mujeres y cinco hombres. Las mujeres eran de rango A y los hombres eran rango B, todo el grupo estaba bien armado y por las posturas tan relajadas se notaban tranquilos.

"Jugadores…"

La voz de Alice sonó en su oído y la Sacerdotisa Najjar dio un paso hacia adelante y Aurora también se adelantó a su lado. Las miradas del grupo hicieron que ella pusiera su mano en el mango de su espada.

El estilo al usar un disfraz era usar dos espadas y una de esas espadas era el medio por el cual Alice podía atacar. A ambas le tomó un tiempo adaptar este estilo, pero luego de un tiempo lo había logrado.

Sin embargo, su verdadera destreza personal estaba en usar una única espada y al sentir la tensión ella quiso tener su espada a mano.

No la desenfundo, pero las miradas de la mujer fueron a ella y le dieron una sonrisa despectiva.

"¿Qué sucede aquí?" Preguntó la Sacerdotisa Najjar revelando el aura de rango A que torcía el espacio.

Las dos mujeres no mostraron rastros de miedo y miraron entre la multitud y luego a ella.

"Supongo que eres la líder del campamento." Dijo la mujer y al ver que no había reacción, reveló. "Simplemente, hemos mencionado que el Gremio The Eternal Guards gobierna ahora la isla y hemos pedido a nuestros ciudadanos que paguen sus impuestos."

¿De verdad? Aurora parpadeó sintiendo lo ilógico de la idea.

Ella no sabía mucho de política y menos regional, pero estaba segura de que existía un gobierno unificado e independiente en esta isla.

Por la mirada de las dos mujeres y de los otros hombres que ellos controlaran la isla parecía cierto, aunque había algo raro.

"Esta es una situación de emergencia. Creo que se puede exentar de impuestos." Dijo la Sacerdotisa Najjar y mirando a las dos mujeres, agregó. "Y si se llegaran a pagar se harían por los canales oficiales."

Las expresiones de las dos mujeres cambiaron y Aurora finalmente se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.

Era posible que el Gremio The Eternal Guards controlara la isla, ya que fue ese gremio quien inicio la batalla y ellos se estaban expandiendo por todas estas tierras. No obstante, los que vinieron en este momento estaban aquí por sus propios intereses y no representaban al gremio.

Buscaban sacar algunas ganancias de personas que lo habían perdido todo… Aurora apenas notó movimiento de la mujer, ella desenfundó su espada.

Lo hizo rápido y al instante siguiente dio un paso hacia adelante deteniendo el sable de una de las mujeres y luego al desenfundar la segunda espada repelió la lanza de la otra mujer y de inmediato mostró su aura

"Es mejor que se detengan." Pidió Aurora liberando su aura.

"Niña, estás temblando." Le respondió una de las mujeres soltando una risa despectiva al ver su mano temblar.

"Es que hace frío." Murmuró Aurora en voz baja.

No quería meterse en una pelea en contra otros usuarios de habilidades y ella lo había estado evitando durante bastante tiempo. Era cierto que su maestro la entrenó en este tipo de batallas, pero la situación no era algo que ella pudiera encargarse por completo.

Dos rangos A podían ser tratados, pero si le agregaban cinco rangos B la situación se complicaba.

Como si fuera poco la gente todavía la rodeaba y nadie estaba corriendo. Fue obvio que los ciudadanos estaban enojados y dispuesto a luchar en contra de los invasores, pero para ella no era el momento.

La tensión aumentó y Aurora que estaba analizando a todos los oponentes, notó que uno de los hombres miró el cielo y luego bajaba la mirada con calma.

"Jefas es mejor volver. Tenemos que cumplir la misión." Dijo el hombre con un tono amable y sonriendo. "Agregó los altos mandos nos esperan."

El hombre parecía ser un latinoamericano y por su voz daba la impresión de que quería evitar el conflicto, pero había algo en él que hizo que Aurora levantara la guardia.

"Tch. ¿Tienes miedo, Sánchez?" Preguntó uno de sus compañeros mientras las dos 'jefas' lo miraban con enojo.

"Si un poco. El campamento pertenece a la Iglesia del Tiempo y el Espacio y ellos no se quedarán de manos cruzadas cuando se enteren lo que estábamos por hacer." Dijo el hombre y en voz baja, murmuró. "Tampoco los jefes estarán muy contentos."

El hombre no tenía miedo. Era todo lo contrario, desde su forma de estar en pie, los cambios de expresiones y el aura de rango B mostraba confianza.

Sus palabras simplemente buscaban evitar el conflicto y por la mirada de los demás lo logró.

Las dos mujeres se miraron entre ellas y luego dieron la orden de retirarse. Aurora mantuvo sus espadas desenfundadas hasta que eventualmente se fueron y suspiró.

"¡La Primera Heroína los hizo retirarse!"

Un hombre en la multitud gritó en voz alta y luego los demás la siguieron felicitándola a ella y usando ese título que se había extendido tanto.

Aurora se puso nerviosa y estaba avergonzada al recibir tantas exclamaciones y los comentarios que la felicitaban por su esfuerzo.

"Buen trabajo." Dijo la Sacerdotisa Najjar cuando todos se apartaron.

"Solamente hice lo correcto, señora." Respondió Aurora de manera cordial.

No quería luchar, pero era lo correcto proteger a las personas que no podían protegerse. Su tono y honestidad hizo que fuera mirada durante varios segundos y Aurora que se puso nerviosa enfundó sus armas.

Entonces mientras no sabía qué hacer bajo la mirada de la sacerdotisa, ella se giró al sentir una mirada y notó a una figura en el cielo que se reveló solamente a ella.

Su madre la estaba mirando y Aurora supo que probablemente estuvo aquí desde antes.

"Tengo que irme." Dijo Aurora a la sacerdotisa y sin esperar respuesta, voló al cielo al lado de su madre y entonces el espacio se torció alrededor de ambas.

Era navidad y ella acababa de escapar de casa en su tiempo libre para venir aquí, pero Aurora no se arrepintió. Había ayudado en lo mínimo posible a esa familia y a otras personas y estaba contenta con su esfuerzo de hoy.

"¿Me ayudarás con la cena de hoy?" Preguntó su madre con curiosidad.

Aurora se sacó la máscara y vio cómo su cabello rubio suelto volvía a su color negro natural. Entonces miró la máscara y pensó en ese campamento y en aquellos que perdieron sus hogares.

"Sí. Te ayudaré, madre." Respondió Aurora y mirando a su madre, dudó un momento y preguntó. "¿Podemos ayudar a esas personas? Estaba pensando en extender un poco el espíritu navideño."

Su madre la miró fijamente y ella se puso nerviosa, pero continuo.

"Podemos usar mis ahorros." Murmuró ella en voz baja.

Mayormente, no ganaba dinero cuando venía a ayudar de esta forma, pero ella había limpiado mazmorras cuando entrenaba y James se encargaba de vender lo que ella y su hermana reunían. Así que tenía dinero para gastar y sintió que era lo correcto gastarlo en algo como esto.

"Bien. Pediré que se encarguen de extender tu espíritu festivo." Respondió su madre en calma.

Para Aurora fue suficiente. No se trataba de hacer una fiesta de navidad completa, sino que dar un poco de alegría a aquellos que podían necesitarlo, aunque fuera por un día.

******

"Es poco confiable. No sigue las órdenes y no tiene suficiente coraje. No es apto para nuestro gremio."

Víctor que estaba en una sala de espera escuchó la voz de sus 'jefas' desde la oficina y suspiró para sí mismo.

Ahora mismo no era 'Víctor Pellegrini' era Vladímir Sánchez un mercenario que estaba trabajando para el gremio The Eternal Guards.

Su amigo le había mencionado que este gremio tenía muchos planes y estaba trabajando duramente desde Iraq y él había aceptado infiltrarse. No era como si tuviera algo que hacer, así que podía pasar su tiempo de este modo.

Era su gente la que estaba trabajando y él solamente daba órdenes, lo que le dio tiempo para ayudar a su amigo de esta región.

Y ahora las 'jefas' con la cual estaba trabajando los estaban dejando mal frente a los dos altos mandos de la zona.

Él no se molestó. Esas imbéciles fueron a por la iglesia queriendo sacar beneficio al exigir 'impuesto' a la gente y buscaba obtener lo que sea que la gente tuviera.

Ellos querían comida, medicina, pociones y todo lo que tuvieran esas organizaciones humanitarias, pero no se dieron cuenta de que alguien más había llegado.

Víctor no sabía por qué la Luz de Plata apareció ahí, pero él evitó que causaran problemas con esa Primera Heroína y los miembros de la iglesia.

La conversación en la oficina continua en voz más baja y él luego de esperar diez minutos, vio como sus dos jefas salían y se iban sin saludarlo.

"¿Es mi turno?" Preguntó Víctor con una sonrisa al hombre que lo estaba esperando.

El hombre que miraba era Matthias Holland un alto mando del Gremio The Eternal Guards.

"Entra."

La respuesta no vino del hombre, sino que de la mujer del interior.

A diferencia del hombre que era de baja estatura, Luciana Holland era una rubia alta de ojos marrones.

"Debes ser la envidia de todo el gremio, Señor Holland." Dijo Víctor mirando a la esposa y luego a él.

No lo hizo de manera lasciva o seductor y sus palabras fueron honestas. La esposa era bastante guapa comparado al esposo y era normal que lo llamaran a él suertudo.

"Soy un hombre afortunado." Respondió el hombre mientras lo dejaba pasar y en calma, reveló. "Hemos escuchado las críticas de sus jefas, Señor Sánchez. Nos gustaría escuchar su parte de la historia."

El Gremio The Eternal Guards era el gremio de jugadores por excelencia. Al mando estaba Malik Zamora un mago espacial de rango SS y quien que levantó al gremio de jugadores más poderoso del planeta.

Ellos eran influyentes y en la actualidad controlaban Iraq y varias naciones y aquellas que no controlaban, podían influenciar.

Las únicas naciones que detenían sus influencias eran Rusia desde el norte que estaba en un proceso de consolidación con naciones vecinas, la India en el este y Arabia que también estaba unificándose bajo el nuevo Rey de Arabia.

Países como Turquía daban frente a la influencia de jugadores, pero estaban perdiendo y era similar con naciones como Egipto o Israel.

Aunque eran un gremio de jugadores, ellos tenían reglas y no llegaron tan lejos por personas como sus anteriores jefas que buscaban causar problemas sin ver la consecuencia.

"Quisieron cobrar impuestos a civiles mientras la Iglesia del Tiempo y el Espacio estaba ahí." Dijo Víctor en calma y mirando a la pareja, señaló. "¿Han escuchado sobre la Primera Heroína?"

"¿La niña que ha obtenido fama en las redes?" Preguntó la mujer con curiosidad. "Escuche que ella estaba en el campamento. Sin embargo, no creo que haya sido un problema."

La voz tan tranquila de la mujer mostraba cierto desprecio y el marido asintió ante las últimas palabras.

"No se trata de si podíamos ganar o no. Se trata de las consecuencias. Los héroes no pueden usar máscaras y aquellos que la usan están registrados por el gremio, pero ella es diferente. No es parte del gremio y se la ha visto trabajando con la Iglesia del Tiempo y el Espació." Respondió Víctor sin verse agitado.

Lo único que necesitaba aparentar como Sánchez era su fuerza y eso era todo. Por lo demás podía hacer lo que quisiera y así lo hizo.

La pareja asintió comprendiendo cuál era su punto.

No estaban atacando a la iglesia, sino que un miembro que probablemente era importante dentro de la iglesia y la situación podía haber salido mal… Y lo hubiera hecho.

Él vio a la Luz de Plata y estuvo claro que la mujer también lo había visto a él y la madre de su amigo era peligrosa… Incluso para un rango SSS como él.

"La cautela es algo que buscamos en el gremio. Los jugadores son de mentes simples y no piensan más allá de lo que está en frente de ellos." Dijo la mujer en calma.

"A nuestro jefe le importa la jerarquía y no tratamos muy bien a aquellos que desobedecen órdenes, pero él también alienta a los que piensan por su cuenta. Aquellos que priorizan al gremio." Dijo el hombre.

El gremio prosperó gracias a sus miembros y si bien había varios lunáticos, no todos eran individuos imprudentes y la pareja era el mejor ejemplo de esa clase de persona.

Ambos sabían que la situación podría haber escalado si ellos atacaban a la iglesia y era probable que, si la iglesia exigiera a los atacantes, ellos los venderían con facilidad.

Víctor simplemente sonrió.

Le agradaba la pareja y la calma que mostraba, aunque en el fondo sabía que estos individuos no eran simples.

Ambos no eran llamados el Dúo Sangriento por nada y el Gremio The Eternal Guards tenía muchos individuos como estos.

Lunáticos que se ocultaban muy bien y ahora él trabajaba para ellos.

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