webnovel

¿Resistirá?

En un espacio blanco ilimitado, el suelo se elevó conformando acantilados, como si magia de tierra se tratara.

Acantilados con una tonalidad más grísea tenían alturas diversas con algunos alcanzando los diez metros, conformando un escenario extraño y misterioso.

*BOOM*

El anciano que observaba tal escenario que poseía una majestuosidad única, parpadeó al ver como una figura rompía los acantilados, causando un derrumbe hasta que se estrelló con el suelo.

La explosión y el sonido de la caída fue alto, sin embargo, la joven que estaba en el suelo y que tenía una pierna en una dirección diferente, gruñó de dolor.

Apretó los dientes y el agarre de su espada, aguantando las lágrimas y clavó la espada en el suelo mientras el aura blanca la cubría y la curaba.

*BOOM*

Para su lamento, una anciana se estrelló cerca y sin darle tiempo para pensar, se adelantó utilizando su puño para golpear a la joven, quien produjo una barrera celeste al cubrirse.

*Boom*

*Boom*

*Boom*

La intensidad de los puñetazos de la anciana, eran impresionantes y no se trataba de salvajismo puro, sino que técnica.

Cada puñetazo era lanzado de tal modo, que la onda expansiva penetraba en el interior de la barrera, golpeando a la creadora del domo celeste.

Aurora trató de protegerse lo máximo que pudo, soportando el ataque con su cuerpo y a la vez empleando su barrera para impedir que la luchadora se acercara.

Todo mientras su cuerpo se recuperaba y su pierna se regeneraba, hasta que…

"…"

La barrera repelió el ataque de la luchadora y Aurora se abalanzó, moviendo su espada y realizando un corte, que la luchadora repelió.

El intercambio comenzó a una velocidad que cada vez se elevaba más y más, siendo Aurora la que se empujaba y presionaba, buscando aprovecharse de su velocidad para salir victoriosa en contra de la anciana.

Un buen intento, que quedo como eso, un intento.

El anciano que observaba, supo que no podría derrotar a la luchadora, aun así, apreció la sonrisa de Aurora.

Era la sonrisa de alguien que disfrutaba de su arte de espada y su manera de mostrarla, era con los movimientos únicos que hacía.

Un balanceo perfecto, que era capaz de moverse centímetros superando la defensa y cortando una parte vital de su oponente.

Cuanto más duraba el enfrentamiento Aurora era capaz de mejorar sus movimientos para derrotar a su oponente.

Por tal razón, la anciana tenía cortes superficiales en su cuerpo en áreas que podían considerarse vitales, aunque tales heridas se regeneraban en un milisegundo.

La regeneración de esa anciana, su defensa y resistencia, permitió protegerse incluso del aura roja de su aprendiz que estaba diseñada para ser mortal.

"¡Puños!" Ordenó la luchadora.

Aurora en respuesta clavó su espada en el suelo y golpeando sus puños, se adelantó para enfrentarse a la luchadora.

Su estilo de luchadora estaba centrado en la fuerza y su concepto, se alimentaba con las emociones, provocando que fuera cada vez más y más fuerte.

La mejor forma de utilizar tal concepto era controlando sus propias emociones y Aurora lo hizo, alimentando su concepto con la ferocidad, la adrenalina y la pura emoción del combate, causando que tales emociones despertaran emociones más intensas para alimentar de vuelta su concepto… Conformando un círculo.

"Ughh…"

Aun así, estaba lejos de ser rival para la anciana luchadora, quien empezaba dar golpes acertados.

Dos golpes en el estómago, una patada en la pierna que llevo a que Aurora se tambaleara y cuatro puñetazos en el rostro, donde en uno fue tan fuerte, que llevó a que su aprendiz se retirara.

Su rostro estaba hecho un desastre y la sangre estaba saliendo de su boca y ojos, junto a las heridas sangrantes por su mejilla, aun así, su aprendiz escupió la sangre y volvió a cargar.

El dolor era una emoción y alimentó el concepto de la joven, permitiendo volver a levantarse y avanzar hacia adelante.

Como una caldera alimentada de forma excesiva, el concepto que mejoraba las capacidades físicas, también aceleró la regeneración.

Lamentablemente, no fue lo suficiente para soportar la embestida de esa anciana.

"¡Hhhhhgg!" Un intenso gruñido de dolor provino de Aurora, cuando ambas chocaron los puños y fue ella quien no únicamente salió perdiendo, sino que los huesos de su mano, se rompieron.

Como si fuera poco, la anciana sin contarse, realizó una media vuelta dándole una patada que le rompió el brazo y la envió a volar, golpeando el suelo.

Al caer el aura blanca la cubrió, sin embargo, la joven ya estaba inconsciente.

"Fue excesivo." Murmuró el anciano, observando a su aprendiz, que se estaba recuperando.

No importaba cuantas heridas recibiera, en este lugar, Aurora podía recuperarse más rápido que afuera, aunque ver los huesos salir por la piel, no era nada agradable.

"Oh, sí. Por eso la dejé inconsciente." Respondió la anciana estirando su cuerpo con una sonrisa.

En vez de dejar que sintiera dolor, la dejó inconsciente con un golpe, el anciano tenía que admitir que tenía cierta lógica.

"Además, el entrenamiento tiene que ser intenso y más cuando ella lo necesita." Dijo la anciana, dándole un vistazo a él.

Estaba diciéndole que él también debería ser más intenso con su entrenamiento y generar el sentimiento de estar en una batalla a muerte… O realizar movimientos más letales.

A diferencia de esa luchadora, no quebraría algunos huesos, sino que cortaría una parte del cuerpo de su aprendiz y tal idea, no le agradaba.

Aunque comprendía que el entrenamiento de alta intensidad era para perfeccionar aún más los instintos, el sentido de peligro y a la vez las capacidades de su aprendiz.

"Uhg… Creo que me fui por unos segundos."

La voz de la joven que estaba en el suelo, se extendió y luego de unos segundos, Aurora se sentó esperando a que su cuerpo se recuperara, antes de levantarse.

El modo en el que apretaba su mano, asegurándose de que sus dedos funcionaran perfectamente, fue entretenido y esa joven al terminar de revisar su cuerpo, les dio una mirada a ellos.

"¿Otra vez?" Preguntó Aurora con una sonrisa emocionada.

¿Cuánto tiempo llevaba entrenando en este lugar? Era raro que se quedara tanto tiempo y a la vez era la prueba de que su aprendiz quería ir cada vez más lejos.

Estaba apuntando al rango SS y estaba moldeando sus habilidades y auras durante el combate.

Su aprendiz había vuelto a aceptar que era una artista y volvió a disfrutar su propia arte de espada.

"¿Maestro?" Dudó la joven, observándolo con curiosidad.

El anciano contuvo su orgullo al darse cuenta de que su aprendiz estaba tratando de avanzar y en vez de sacar su katana, abrió su mano y respiró hondo, manifestando una espada al solidificar su propio entendimiento de su espada.

Su aura de espada solidifica en una espada… Los ojos de Aurora se abrieron y la sonrisa brillante que mostraba, demostró que estaba muy impresionada.

"¿Resistirá?" Preguntó Aurora señalando la espada solidificada en su aura.

La risa de la anciana mujer que estaba observando, causó que Aurora se avergonzara un poco, sin embargo, el anciano observó, a su aprendiz y levantó su espada.

La espada se convirtió en una katana y luego en un sable, antes de volver a una espada larga muy simple.

Sin detalles o decoraciones, eran 'espadas' cuya función no era mostrar un arte extraordinario, sino que eran utilizadas para cortar.

Y tal idea, emanó de él, logrando que su aprendiz tomara su espada con seriedad y se posicionara.

"¿Y tú qué crees?" Preguntó el anciano, observando la seriedad, tensión y a la vez la emoción en los ojos de su aprendiz.

No era de mostrarle su fuerza a su estudiante y aunque podía suprimirla mostrando una hazaña superior a la de ella, no lo hizo.

Deseaba que su aprendiz pudiera asimilar y aprender lo que veía, no que se perdiera lo que sucedía

Sin embargo, ahora necesitaba mostrar una mayor intensidad y más si su aprendiz, deseaba ir cada vez más lejos.

Necesitaba corresponder el deseo de su aprendiz de avanzar.

"Creo que dolerá." Murmuró Aurora moviendo su espada y sonriendo para animarlo, añadió. "De todo de sí, maestro. No hay nada más increíble que verlo esgrimir su espada."

La sonrisa y la mirada, le recordaba cuando esa joven mujer era una niña, que se le quedaba viendo con ojos brillantes llenos de admiración.

Una admiración en su forma más pura… El Anciano dio una sonrisa, revelando cierto entusiasmo contagioso.

Cada vez le enorgullecía más su aprendiz.

******

Apareciendo en medio de su habitación, Aurora tembló y se tocó su hombro, dándose cuenta de que seguía teniendo su brazo.

"…"

Lo primero que hizo fue sentarse en su cama y revisar las partes de su cuerpo que durante un momento había perdido al enfrentarse a su maestro.

Brazos y piernas, eran los principales miembros perdidos durante su combate y la razón fue que su maestro se contenía.

Si no lo hubiera hecho, era probable que ella hubiera perdido la cabeza.

"Eso fue traumático." Murmuró Aurora con honestidad, diversión y cierto temblor inconsciente.

No era como si fuera la primera vez que tenía una batalla desfavorable en la que saliera tan malherida o perdiera parte de su cuerpo.

Hubo batallas complicadas y en la que estuvo cerca de la muerte, sin embargo, nunca tan unilateral como la que tuvo con su maestro.

Ese anciano demostró una maestría en esgrima mayor de lo que Aurora jamás podría haber imaginado y la manera que solidificaba su aura de espada, para utilizarla a su modo, fue increíble.

Un maestro que no necesitaba espada… Era la espada misma.

"Un rango SSS… ¿De dónde vino mi maestro? No, mejor no respondas." Murmuró Aurora para sí misma, sabiendo que su sistema estaba con ella.

El único rango SSS en la tierra que manejaba una espada era el Arcángel Miguel, aunque era probable que no fuera un espadachín de ese rango, sino que su fuerza proviniera de su habilidad innata.

De cierta forma, un rango SS podía manifestar su aura físicamente y el mejor ejemplo era el General McLean y en cierto modo y en menor medida, ella misma con sus barreras.

Más allá del aura de su maestro, lo que ese anciano destacó fue la habilidad y el manejo de la misma, que la llevó a perder sus brazos varias veces.

El dolor suprimido, el miedo y a la vez el terror, lo recordaba con claridad, aun así…

"Al menos, fue amable y realizó cortes limpios." Dijo Aurora en voz alta, para animarse.

No era que su maestro no le enseñara a soportar el dolor, solo que se concentró en que ella esquivara, porque un espadachín que recibía un golpe serio, podría ser su fin.

Esquivar era su ventaja principal, sin embargo, en este momento su maestro la presionó para que fuera más lejos y el único problema era que si fallaba, sufriría una grave herida o perdería parte de su cuerpo.

—No era necesario presionarte tanto.

Las palabras de su sistema dejaron ver que estaba en desacuerdo con que ella aceptara ese entrenamiento y peor que todo, continuara entrenando de ese modo.

Llamar tortura a tal entrenamiento no estaría equivocado y hasta algunos pensarían que era auto-mutilación cuando uno se enteraba de que ella lo aceptaba.

Sin embargo…

"Se sintió real. La adrenalina, la atmosfera y el sentimiento de muerte se sintió real. Desde hace años que no he sentido, que he mejorado en un único entrenamiento." Respondió Aurora y encogiéndose de hombros, añadió. "Además, estas tú para curarme, ¿no?"

Había mejorado con un único entrenamiento, tal idea sonaba descabellada y más cuando ella estaba tan avanzada, pero ahora lo sintió de esa manera.

El nuevo entrenamiento de sus maestros le permitió sentir ese avance y en este punto de su vida, cada pequeño paso la acercaba más a su meta.

Alcanzar el rango SS al menos como espadachín no iba a ser fácil, aun así, ella lo lograría.

Y si bien tenía confianza en su propia arte de espada y desarrollo, era innegable que necesitaba esforzarse.

Ese lugar en donde estaban sus maestros y en donde su sistema la enviaba, le brindaba la posibilidad de entrenar.

—Tal vez mejoraste, porque estuviste mucho tiempo.

La respuesta de su sistema, consiguió que Aurora diera una sonrisa entretenida, al darse cuenta de que no estaba de acuerdo que ella entrenara de esa manera.

"Es gracioso. Me has permitido tener un espacio en donde el tiempo es diferente y que es útil para entrenar, pero no pareces cómodo que lo utilice excesivamente." Dijo Aurora buscando burlarse de su sistema y abriendo su reloj holográfico, captó la decena de llamadas y con una expresión extraña, murmuró. "Una semana… Eso es excesivo."

Había pasado una semana desde que había entrado a entrenar… ¿Cuánto tiempo fue eso en el interior de ese lugar? No lo podía saber con certeza, ya que ni siquiera le prestó atención al transcurso del tiempo.

Tenía sentido que su sistema mencionara que mejoró cuando estuvo tanto tiempo en el interior de ese lugar.

Suspirando mientras leía todos los mensajes del grupo y de su trabajo, se dio cuenta de que Alice se encargó de mencionar que ella estaba entrenando a 'puertas cerradas', sin explicar a lo que se refería.

En cierto modo, fue su culpa.

Aurora supuso que se quedaría bastante tiempo a entrenar, sin embargo, nunca imaginó que iba a pasar tanto tiempo al despegarse de todo el mundo exterior.

Viendo los mensajes, pasó a las llamadas perdidas y si bien algunos llamaron una o dos veces el mismo día, hubo una persona que realizó múltiples llamadas durante toda la semana.

Marcando ese número, esperó un segundo y…

"Hola, Taqiyya. ¿Sucede algo? Perdón por no responder antes he estado… En entrenamiento a puerta cerrada." Dijo Aurora observando la proyección holográfica con una sonrisa un poco rara.

La joven que la atendió, puso una expresión de ligero alivió antes de cambiar a una expresión de preocupación.

"¿Has hablado con Cithrel? ¿Te la has encontrado recientemente? ¿O la has visto?" Preguntó Taqiyya y al ver su curiosidad, explicó. "Ella me invitó a tu cumpleaños, pero nunca vino a buscarme. Pensé que tuvo algo repentino que hacer, sin embargo, no ha respondido mis mensajes y llamadas."

Aurora se sorprendió ante esas preguntas y mayormente por la preocupación, ansiedad y tensión en la voz de la joven.

"No, no la he visto. Yo supuse que estaba ocupada." Murmuró Aurora en respuesta y viendo que la joven, empezaba a preocuparse, sonrió con calma y anunció. "No te preocupes. Me encargaré de averiguar que sucede. Conozco algunos miembros del Imperio Falion."

Sus palabras trajeron calma a la joven, que parecía por fin respirar aliviada.

"Gracias. Avísame, por favor." Pidió Taqiyya antes de despedirse.

Que pareciera estar por llorar de alivio a que respondiera, provocó que la expresión de Aurora cambiara de forma sutil al terminar la llamada.

"Tch. Cithrel no debería ser tan egoísta de no avisar a su pareja." Murmuró Aurora y entonces al darse cuenta de que ella tampoco avisó a su pretendiente, que iba a entrenar, añadió. "No soy nadie para juzgarla."

Tosiendo suavemente al darse cuenta de su error, Aurora marcó el número de su conocido cercano perteneciente a las fuerzas imperiales.

No estaba preocupada por Cithrel, esa mujer era fuerte… Mucho más fuerte de lo que ella podía imaginar y como si fuera poco era una terranovense, con múltiples magias y con una abuela, todopoderosa.

Aun así, captó la rareza de que no respondiera sus mensajes y aun mayor los mensajes de Taqiyya.

El Caballero Galante que conocía no haría tales acciones y menos con su pareja.

"Hola, Urfin." Saludó Aurora cuando le atendieron y al ver al enano, con una expresión solemne, preguntó. "Perdón si molesto, pero… ¿Sabes dónde está Cithrel?"

Si antes pensaba que sucedía algo raro, esta vez al ver como la expresión de Urfin cambiaba, se dio cuenta de que la rareza era un hecho.

"Es un tema clasificado del Imperio Falion." Respondió Urfin con un tono solemne antes de terminar la llamada.

Aurora parpadeó sorprendida por la respuesta tan instantánea, sin embargo, no se molestó y esperó unos minutos.

Urfin era alguien que era leal al Imperio y su lealtad la mostraba por su manera profesional al actuar, no obstante, en lo personal era alguien más accesible capaz de quejarse del imperio al que servía, con el mismo fervor que lo defendía.

Tras unos cinco minutos, una llamada cifrada apareció y Aurora que activó el cifrado de su lado, utilizando el sistema de Zerzura, atendió.

"Lo siento. Me atrapaste en una reunión." Dijo Urfin frotándose su sien, cansado y suspirando mientras se tiraba en un sofá, murmuró. "Su Alteza... Es difícil de explicar y no muy seguro hablarlo por llamada. ¿Tienes tiempo para hablarlo personalmente?"

¿Algo grande había sucedido?

¿Se trataba de un tema del Imperio? Por las pocas películas que ella había visto, la 'Cortes Imperiales' eran un desastre y aunque decían que el Imperio Falion era el más poderoso de Terra nova, hasta los mayores imperios habían caído.

¿Fue porque ella estaba dudando? Urfin puso una expresión seria durante unos segundos.

"Dicen los rumores que Su Alteza provocó un ataque en la que hay varios muertos." Informó Urfin en voz baja.

Tales palabras dejaron con la boca abierta a Aurora.

Next chapter