Comienzo (1)

'auchh porque me duele tanto la cabeza, quien subio el sol, que alguien lo apague.'

Al abrir un poco los ojos aparte de la cegadora luz, lo primero que note es ¿DONDE ESTOY?...

sera este el cielo, tal vez... Diosito me mató por accidente y esta sea la parte donde me transporta a un mundo de fantasía, quizás me de poderes y me vuelva overpowered.

"ohh.. Ya despertaste cariño, tenias el sueño pesado."

Como un balde de agua fría sus ilusiones se apagaron al ver que la hermosa kamisama o el viejo sabio Dios no lo esperaba, si no su mamá que estaba trapeando el cuarto.

Levantándose de su cama lo primero que recibe no es un abrazo sino una chancleta y una cara de que lo quiere matar vivo.

"ESTOY TRAPEANDO, NO PISES CUANDO TRAPEO."

subiendo los pies de nuevo a la cama se acostó y espero hasta que estuviera el piso seco, porque vamos, quien no corre cuando se da cuenta que camino en el piso mojado y más cuando tu mamá está cerca, solo un kamikaze le gustaría recibir esa chancleta.

~10 min despues

'finalmente se seco el piso' murmure suspirando.

Hora de dejar de reflexionar y a comenzar a probar.

Pensó Kaishi sin poder contener su emoción, porque después de procesar todo lo ocurrido se dio cuenta de que algo era diferente, aunque no sabía que era diferente el sabía que había algo nuevo dentro de él, es como esa sensación cuando sales del baño sabes que algo es diferente, te sientes que tiraste un pedaso de ti, aunque solo hallas ido a lavarte las manos. (AN: que pensaron puercos xD.)

Corriendo hacia el patio, no pudo evitar pensar que clase de poder tendría, quizás un puño super fuerte y con un golpe todo se destruya o alguna habilidad ocular que te permita poser el cuerpo de una persona 5 segundos o quizás inclusive robarle las habilidades.

Pero no todo sale como esperamos a pesar de tratar durante una hora lo único que consiguió fue que la gente se riera de él un rato, y de que se le saliera un gas.

"vamooooosss, porque ah ah...no ah ah... Sale ahhhh"

Gotas de sudor caían por su frente, mientras miraba al cielo con sus ojos vacíos sin poder comprender porque a pesar de tanto intentar no pudo descubrir nisiquiera una pizca de que era diferente en el.