Capítulo 9 – Nueva Tarea

Liang Shi rápidamente comenzó a jugar el juego, y se dio cuenta de que podía experimentar un combate real dentro de él. La mansión en el juego, llena de incontables trampas, lo hizo sentir como si le hubieran encomendado una misión especial durante una guerra. ¡Todo se sentía tan real!

¡No puedo creer que aquí se esté simulando un verdadero campo de batalla!

Mientras más caminaba en la mansión, más sorprendido se sentía.

Esta grandiosa mansión de lujo no era tan simple como parecía.

Había innumerables trampas y un montón de monstruos eternos.

Era un guerrero que no era parte de ninguna fuerza.

En Dajin, muchos guerreros eran como él. Después de todo, la mayoría de los guerreros no querían ser atados por las reglas de las grandes fuerzas, y no querían vivir una vida con superiores que les dieran ordenes constantemente.

Sin embargo, a menudo cuando los guerreros necesitaban ganarse la vida, aceptaban misiones y completaban tareas peligrosas que otros no estaban dispuestos a hacer.

Una vez lidió con una misión peligrosa, y tuvo que salvar a un rehén de un grupo de bandidos de la montaña. El juego que estaba jugando en ese momento se sentía exactamente como esa misión.

Por lo tanto, rápidamente se sumergió en el mundo virtual.

¡Mientras más jugaba, más se sorprendía con el combate real, los monstruos eternos y las siniestras trampas!

¡Lo más importante es que podría volver a la vida después de su muerte! Esto le permitió aprender de sus errores y comenzar de nuevo.

Sin lugar a dudas, todos estos elementos mostraron el poder de este juego llamado Resident Evil.

Recordó que, durante la misión de rescate de rehenes, cayó en la trampa de los bandidos de la montaña, y si no hubiera tenido suerte, habría muerto en las montañas.

Fue debido a su falta de experiencia y precaución que algo así sucedió.

Por lo general, las experiencias importantes de uno se obtienen durante situaciones de vida o muerte.

¿Podría el dinero comprar experiencias cercanas a la muerte?

¡Por supuesto que no!

Sin embargo, después de matar a unos pocos zombis, detectó un ligero aumento en su chi.

¿Este juego es beneficioso para el chi? 

No pudo evitar recordar la Torre de Artes Marciales en la Academia Lingyun, un santuario para el cultivo. 

¡Pero esto es solo un juego, y ni siquiera me cultivé aquí!

Estaba estupefacto. ¿Un cultivador creó este juego? Si este es un juego, ¡es incomparable a cualquiera de los juegos que hay ahora mismo!

Antes de que viniera, estaba pensando en maneras de enseñarle una lección a este malvado y codicioso dueño de una tienda.

Ahora, sentía como si un burro le hubiera pateado la cabeza y por eso creía los rumores y pensaba que esta tienda era una estafa.

Como tenía una experiencia de batalla similar, rápidamente se convirtió en uno con su personaje. Él declaró: —No importa lo caro que sea este lugar, ¡vendré y jugaré todos los días!

—Claro, eso es genial... ¡pero tomaste mi lugar! —dijo Fang Qi, viéndose abatido.

La buena noticia fue que completó la tarea de "plena capacidad" del sistema.

Song Qingfeng, quien murió de nuevo, salió del juego y miró a Fang Qi sintiéndose deprimido.

Sin embargo, no pudo evitar echarse a reír cuando vio a Fang Qi sentado en una silla, luciendo aburrido. —Señor, creo que necesita comprar más equipo para su tienda.

Fang Qi echó un vistazo a la lista de tareas del sistema.

[Llenar el cibercafé en tres días: Completado.]

[Recompensa: Siete ordenadores y accesorios de acompañamiento. Las recompensas llegarán después del horario comercial.]

[Nueva tarea: alcanzar un ingreso total de 800 cristales.]

[Recompensa de la tarea: Resident Evil One: Versión película]

El cibercafé cuesta dos cristales por hora, ¿quién vendría a ver películas? —Fang Qi pensó.

—¿Para qué sirve esta película? —A pesar de que debía admitir que la versión de Resident Evil en película era increíble y que se agregaba a la trama del primer juego, ¿quién gastaría ese dinero en ver películas en un cibercafé?

—¿Estás seguro de que no estás jugando conmigo? —Fang Qi preguntó sin poder hacer nada.

—Lo verás cuando lo intentes, Anfitrión —respondió el sistema.

Fang Qi no sabía cómo responder. Sin embargo, la buena noticia era que habría un total de 11 computadoras en su cibercafé al día siguiente.

—No te preocupes; mañana tendremos más computadoras —Fang Qi se tocó la nariz y miró a Song Qingfeng antes de reírse—. Tu tiempo está a punto de terminar, ¿verdad?

La orgullosa expresión de Song Qingfeng se oscureció inmediatamente al oír esto. Antes de mirar cuánto tiempo le quedaba, Lin Shao y Xu Luo apuntaron a las pantallas de sus computadoras y gritaron: —Señor, ¿qué significa "límite de tiempo de juego"?

Fang Qi se recostó en su silla y respondió con indiferencia: —Cada persona puede jugar durante seis horas como máximo cada día. Es una de las reglas de mi cibercafé.

—¿Qué tipo de regla es esa? ¿No puedo jugar, aunque tenga dinero? —Lin Shao se enojó de inmediato— ¡Te pagaré el doble!

Al ver las furiosas conductas de sus amigos, Song Qingfeng se rio en su mente: Actué exactamente de la misma manera ayer.

Fang Qi, por otro lado, se encogió de hombros. —Reglas son reglas.

—¿¡Qué quieres decir!? —Xu Luo bramó— ¿No crees que sea suficiente? ¡Unas cinco veces el dinero!

Si ambos pagaran cinco veces la cantidad, ¡ganaría 20 cristales en una hora!

Fang Qi no pudo resistir la tentación del dinero.

—¿Sistema? —preguntó en su mente.

—Estoy aquí. —La voz del sistema sonó en la cabeza de Fang Qi.

—¿Puedes reconsiderarlo? Puedes dividir solo el 10% conmigo después.

—Este sistema consume energía cada vez que comienza, así que deje de hacer preguntas como esta porque es un desperdicio de energía. En el futuro, el sistema no responderá a preguntas como esta nunca más.

—¿Por qué estás tan jodidamente pretencioso? —Fang Qi maldijo al sistema innumerables veces para sus adentros, pero era una pena que no pudiera hacer nada al respecto.

—Ya que hay reglas, es natural que las cumplas. —Fang Qi no tuvo más remedio que sacudir la cabeza con rectitud.

—¿No podemos jugar, aunque tengamos dinero? Los dos estallaron de ira— ¿Sabes quiénes somos? ¡Tenemos la capacidad de romper tu tienda en pedazos!

Fang Qi casi se echó a reír: —¿Los cerebros de todos los guerreros están llenos de músculos? ¿Por qué todos quieren destruir mi tienda? 

Cada centímetro de la tienda, desde los ladrillos en el suelo hasta las baldosas en las paredes, le fueron entregados por el sistema. La comisura de los labios de Fang Qi se contrajo, y respondió: —Si eres lo suficientemente valiente para hacerlo, adelante. Aplasta este lugar hasta ser una croqueta.

Luego, señaló la pizarra, —Pero no digas que no te lo recordé. Mi tienda nunca aceptará clientes que causen problemas. 

Song Qingfeng frunció el ceño. Luego, se puso de pie para detener a sus amigos. —Muchachos, el dueño es un hombre de principios. Las reglas están ahí, así que debemos seguirlas. Además, ya es tarde. Si no asistimos al examen de la Academia Lingyun, vamos a perderlo.

Song Qingfeng miró a Fang Qi y descubrió que era el descendiente de un guerrero.

Sin embargo, el padre de Fang Qi no era un guerrero famoso, ¡haciéndolo tan ordinario como uno podía ser!

Sin embargo, debido a lo normal que era Fang Qi, Song Qingfeng sabía que no era capaz de crear un juego tan increíble como Resident Evil.

Entonces, ¿de dónde vienen estas cosas? ¿Quién es la persona que está detrás de él? —Song Qingfeng pensó— De cualquier manera, ¡No podría haber aparecido de la nada!

Quería llegar al fondo de esto, pero sentía que Fang Qi estaba cubierto de misterio.

¡Lo desconocido era más aterrador!

Como el propietario era un hombre de principios que trataba a todos por igual, los clientes realmente no deberían ser infelices y causar problemas. ¡La gente se reiría si descubrieran que Song Qingfeng y sus amigos se pelearon por un juego! Realmente no era necesario.

Al escuchar lo que dijo Song Qingfeng, sus amigos no estaban contentos, pero no tenían otra opción y solo podían llegar a un acuerdo. —Olvídalo, escuchemos al Joven maestro Song. ¡Volveremos mañana!

...