Mientras un olor fragante salía de la villa, Tang Xiu dijo con una sonrisa —parece que las dos criadas que Chi Nan contrató son muy buenas cocineras. Simplemente su olor ya despertó mi apetito. De todos modos, vamos adentro y comamos primero.
— ¿Estabas buscando una criada e incluso contrataste a dos ahora? —preguntó Mu Wanying, sorprendido.
—Pensé que Tang Xiaojin y el resto vivirían aquí por algún tiempo. No esperaba que alguien viniera a Shanghái, así que les di a ellos a su cuidado. Las dos criadas fueron contratadas originalmente para cuidar de su vida diaria, pero como esa persona vino y se las llevó, tampoco tengo el corazón para expulsarlas, así que las dejé quedarse. Además, la villa también necesita algunas personas para la limpieza.
Mu Wanying preguntó rápidamente —oh, ¿quién se llevó a Tang Xiaojin y al resto y adónde los llevarían exactamente? ¿no fueron los cinco adoptados por usted? cómo…
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