Capítulo 505: Once dedos

El aire en el pasillo era grueso y pegajoso. El tiempo parecía haberse congelado. Una cara extraña apareció de repente en la alfombra colorida. Miró a Li Yao y Fei Ming, que estaban caminando en silencio.

Cuando los dos desaparecieron en la salida de emergencia, la cara extraña dijo en voz baja:

— El plan A fue sin problemas. Limpia los rastros y vuelve a caer en medio minuto, en cada equipo.

La extraña cara silbó suavemente. Después de un sonido 'Bo', algo pareció romperse. El pasillo caliente y húmedo reanudó su viento y frialdad habituales de inmediato. La extraña cara sonrió. Se derritió en la alfombra y desapareció.