Finalmente, el Gorila Leviatán había renunciado a toda su dignidad como una bestia mágica de nivel ocho. Sus gritos estaban llenos de súplicas de misericordia; se encorvó e hizo una postración con las manos cruzadas al frente, casi arrodillado en el suelo, haciendoreverencias[1] a Lin Li.
―¿De verdad este gorila maldito sabe rendirse al ver que no puede ganar la pelea?―Fue una revelación para Lin Li. No es de extrañar que Andoine hubiera dicho que eran simplemente un grupo de alborotadores, dibujándose círculos en las caras si ganaban y pidiendo clemencia en el suelo si perdían. ¿Era este realmente una bestia mágica de nivel ocho?
Lin Li se encontraba impotente frente a un bribón como este.
Naturalmente Lin Li no estaba dispuesto a dejarlo pasar tan fácilmente. Pero tampoco tendría sentido matarlo. Lin Li se estrujó el cerebro una y otra vez, y sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar. La ira que surgió de su frustración fue liberada instintivamente en el gorila, y esta vez el muchacho lo hizo sin la cuchilla de viento. Sacó un bastón y comenzó a azotar, maldiciendo mientras lo hacía―¡Esto es por el secuestro y por hacerme chantaje! ¡Esto por aplastarme con el coco! ¡Esto por la risa extraña que dirigiste hacia mí! Bien…¿dónde estaba yo? Olvídalo, comencemos de nuevo...esto es por el secuestro y por hacermechantaje...
Los incesantes golpes que llovían sobre el Gorila Leviatán le hicieron ver las estrellas. Una poderosa bestia mágica de nivel ocho, cuando se enfrentó con el bastón, no se atrevió a rehuirlo. Finalmente Lin Li detuvo la paliza con resentimiento cuando sus brazos comenzaron a debilitarse. El pobre Gorila Leviatán estaba más que pisoteado, con la cabeza enterrada en el suelo.
McGrenn e Ina observaban, estupefactos. Se habían hecho una idea de las habilidades de Lin Li a lo largo del camino y sabían que él era un mago poderoso, pero jamásse habían imaginado que fuera tan poderoso. La escena de ataques infinitos de la cuchilla de viento les hizo sentir como si estuvieran en un sueño.
McGrenn era considerado un aventurero veterano y se había encontrado con muchos magos durante sus aventuras, pero nunca había visto un mago tan perverso como LinLi. Sólo la cuchilla de viento de antes era definitivamente más densa que la presa de coco delGorilla Leviatán.
Para cuandoLin Li tenía al Gorila Leviatán rodando por el suelo a causa de todos los golpes, McGrenn e Inaya se habían vuelto completamente insensibles. Por lo que vieron, este joven mago era un monstruo total...
―Veamos si te atreves a ser arrogante otra vez. ―Fue sólo cuando Lin Li estuvo satisfecho con los azotes que tiró el bastón de su mano. Después de echar un vistazo a su alrededor, se acercó a McGrenn e Ina para que huyeran de la escena.
Pero la acción cayó en los ojos del Leviatán Gorila, quién pensó que iba él a regresar con un bastón diferente. Después de la enorme paliza por la que había pasado, el gorila se asustó de su propio ingenio. Importándole bien poco fingir su muerte, dio un salto a toda prisa desde el suelo y sollozó pidiendo perdón mientras señalaba a un árbol gigante en la distancia.
―¿Qué?
―¡Oooh! ¡Oooh!
―¿Oooh? ¿Para qué?―Lin Li pateó al Gorila Leviatán en un acto de enfado, siguiendo con sus ojos la dirección que indica su dedo―. Seguramente no tendrás a unalindaGorila Leviathan escondida ahí, preparándote para ofrecérmela ahora?
―Ooooh...
―¿No sabes hacer otra cosa que no sea sollozar?
―Ooooh...
―...
Lin Li no podía soportar a este gorila que sólo sabía lloriquear, así que siguió su camino hacia el árbol gigante para echar un vistazo.
Una capa gruesa de hojas yacía debajo del árbol gigante; a diferencia de las hojas podridas en el denso bosque, las hojas de aquí estaban inusualmente secas y crujientes. Algunas incluso portaban un tinte verde. Aparentemente, alguien las acababa de arrancar del árbol.
Sin esperar alguna indicación por parte de Lin Li, el Gorila Leviatán barrió las hojas caídas echándolas a un lado y reveló un enorme y profundo agujero en el árbol.
―¡Vaya!―Lin Li miró hacia el agujero del árbol y, de repente, sintió que el maldito gorila era realmente un genio. Había convertido el agujero del árbol en un cofre del tesoro. Lo que había allí incluía una indumentaria armada cubierta de óxido, brillantes perlas de vidrio, un montón de colorido tinte, e incluso un lienzo recubierto con desorden.
¿Después de todo el alboroto, este pícaro lo guió hacia aquí, pensando que tenía algún tesoro que ofrecer, pero en cambio, ¿se le mostró un montón de basura? Lin Li no sabía si encontrarlo gracioso o sentirse furioso.
Estaba a punto de dar media vuelta e irse cuando de repente sintió un débil hechizo de magia en ese desastre. Ese sentimiento era demasiado familiar para Lin Li. Ya fuerapor el Anillo de la Tormenta Interminable en su mano, o el Manto de la Ira sobre su cuerpo, estaban transmitiéndole constantemente una leve ola de magia inadvertidamente.
―¿Realmente hay cosas buenas escondidas aquí?―Lin Li estaba aturdido. Algo que podía emitir un débil hechizo de magia era definitivamente algo que era extraordinario. Incluso el personal que el viejo mago le había proporcionado no estaba lo suficientemente cualificado para hacerlo.
Lin Li no tuvo tiempo de tratar con el Leviatán Gorila estando en su asombro. Se agachó a toda prisa y comenzó a hacer su selección en el agujero del árbol.
Su presentimiento era el acertado. Después de arrancar el lienzo de colores, Lin Li rápidamente encontró un anillo entre la pila de perlas de vidrio.
El color y el brillo del anillo se veían bastante apagados. Aunque los materiales utilizados eran desconocidos, su artesanía era delicada y sofisticada. Finos patrones se arremolinaban alrededor de un diamante negro, como una miríada de estrellas rodeando la Luna. La leve ola mágica que sintió venía de este diamante negro.
Lin Li se sintió instantáneamente atraído por el diamante cuando puso los ojos en el anillo.
Fue una intuición casi instintiva. Lin Li sabía que esto era definitivamente un aparato mágico y poderoso, al menos comparable al Manto de la Ira que llevaba puesto.
―Está bien...ya que eres tan sincero, entonces lo tomaré con gusto... ―Lin Li le dio una palmadita en la cabeza alGorila Leviatán de una manera que parecía que estaba bromeando con un niño. Estaba de muy buen humor, probablemente debido a la adquisición del anillo, y el Gorila Leviatán no parecía verse tan repulsivo como antes.
―¡Ja ja ja!―El Gorila Leviatán se rió, luciendo contento, aunque no se sabía si era porque Lin Li había aceptado el anillo o porque finalmente podía enviar la pestilencia lejos.
El estado de ánimo de LinLi se levantó con la adquisición del equipo mágico por casualidad. Ya no tenía más interés en ponerle las cosas difíciles al Gorila Leviatán, así que con una patada en el trasero, dijo: ―¡Lárgate!
El Gorila Leviatán parecía haber recibido una amnistía mientras era pateado, y se zambulló en las profundidades del bosque con un resoplido.
Lin Li estaba a punto de irse después de haber obtenido el anillo cuando el lienzo de colores le llamó la atención. Sólo entonces Lin Li se dio cuenta de que, debajo del lío de tintes, parecía haber algo más.
Sintiéndose un tanto perplejo, Lin Li recogió el lienzo.
Después de un examen detallado, Lin Li se dio cuenta de que parecía haber algunos símbolos ondulados en el lienzo.
―¡La impresión de los Altos Elfos!―A Lin Li le pilló por sorpresa. Andoine había escondido un número significativo de libros de hechizos en su pequeña cabaña de troncos. Algunos de ellos estaban escritos en la impresión de los Altos Elfos, pero como Lin Li acababa de ser expuesto a la magia y su base no era lo suficientemente sólida, Andoine nunca le había permitido tocar las cosas.
Lin Li no podía entender los textos, pero al menos sabía que cualquier cosa que tuviera que ver con los Altos Elfos definitivamente no era algo ordinario.
Así que, sin dudarlo, se metió el lienzo sucio entre sus brazos.
Cromwell estaba mirando fijamente la hoguera, aturdido, cuando los tres habían regresado a la cueva.
―¡Ina!―El entusiasta mago se sorprendió al ver que McGrenn y su hija habían vuelto de una sola pieza. El monstruo que había secuestrado a Ina era demasiado poderoso. Tenía la velocidad de los rayos, enviándolo al suelo y llevándose lejos a Ina en un abrir y cerrar de ojos. Nunca había esperado que los dos traerían a Ina de vuelta sana y salva.
Pensando de nuevo en el terrorífico monstruo, recordó sus acciones anteriores. Había huido presa del pánico y había dejado a Ina para que se las arreglara ella sola.
Por un momento, Cromwell sintió que su rostro ardía cuando se quedó pegado al suelo. No le parecía bien ni quedarse de pie, ni sentarse; finalmente, Lin Li vino a su rescate.
―Es tarde, todos deberíamosir a descansar pronto.
[1]Kowtow, que se toma de kau tau en cantonés, es el acto de profundo respeto demostrado por la postración, es decir, arrodillarse y inclinarse tan bajo como para que la cabeza toque el suelo.