La sonrisa de Lin Jing se desvaneció. ¿De dónde sacó el Imperio Xi tantas joyas para exhibir? Imposible, no podrían tener un stock tan grande.
—Todos, esta es la última exhibición, por favor, pasen —dijo Ou Yang Qin con una sonrisa mientras lideraba el camino. El resto se alineó detrás de él. Había una cadena constante de gritos y suspiros. Honestamente hablando, una cantidad tan grande de joyas los sorprendió. No se habían esperado tal cantidad; cada pieza parecía ser extremadamente valiosa también.
Los joyeros y los medios de comunicación se apresuraron a echar un vistazo e ¡inmediatamente encontraron un problema!
—¡Esto es mentira! —gritó alguien. El resto estudió las exhibiciones muy de cerca. Resultó que no eran realmente montañas de joyas, sino una ilusión óptica. Los estantes de exhibición fueron diseñados en forma de montaña y las joyas estaban amontonadas en la parte superior. Con la iluminación, creaba la ilusión de numerosas piezas de joyería.
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