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Capítulo 13 - Halcones Nocturnos

Editor: Nyoi-Bo Studio

*¡Plop!*

No pudo evitar dar un paso atrás. Por un momento no estuvo seguro de si estaba despierto o todavía en sus sueños.

La silueta se quitó el sombrero de copa negro y se inclinó un poco diciendo con una sonrisa: —Presentándome de nuevo, Halcón Nocturno, Dunn Smith.

«¿Halcón Nocturno? ¿Uno de los nombres en clave de los equipos de la Iglesia de la Diosa de la Nocheterna el grupo de Beyonders que 'Justicia' y 'El Colgado' mencionaron antes?»

De repente se dio cuenta de algo y exclamó después de establecer una conexión: —¿Puedes controlar los sueños? ¿Acabas de hacerme soñar con eso?

El Halcón Nocturno, Dunn Smith, se colocó su sombrero negro otra vez, ocultando su línea de cabello ligeramente alta. Con sus profundos ojos grises, dijo: —No, solo entré en tu sueño e hice la orientación necesaria.

Su voz era profunda y calmada; resonó a través del corredor poco iluminado sin molestar los dulces sueños de los demás.

—En los sueños, aunque gran parte de tus emociones generalmente está reprimida y varios pensamientos oscuros en ti se amplifican, haciendo que todo parezca caótico, absurdo y loco, en realidad, todo está arraigado a la realidad. Para los veteranos como yo, todo es muy claro. Comparado a un tú consciente, le creo más al tú en tus sueños.

«Eso…¿Qué ser humano normal podría controlar su sueño? Si hubiese soñado con algo en la Tierra, ¿no lo habría notado Dunn Smith?»

Quedó petrificado por lo que había sucedido en el sueño.

Sin embargo, rápidamente lo encontró extraño. Recordaba ser muy sobrio y racional, saber qué decir y qué no decir.

En pocas palabras, ¡no se sintió para nada como estar soñando!

«Entonces, ¿Dunn Smith solo 'vio' lo que yo quería que él viera?»

Su mente giró mientras ganaba un hilo de comprensión.

«¿Ese es un beneficio resultante de la transmigración? ¿Cómo tener un cuerpo y alma especial? ¿O fueron los efectos de ese ritual para mejorar la suerte?»

—Entonces, señor Smith, ¿realmente cree que perdí mi memoria? —organizó sus pensamientos y preguntó como respuesta.

Dunn Smith no le respondió directamente. En vez de eso, lo miró agudamente.

—¿De verdad no estás sorprendido por el curso de los eventos? He conocido a personas que no creerían en el poder de los Beyonders, y preferirían creer que realmente no se han despertado.

Klein reconoció tercamente, diciendo: —Tal vez, siempre he estado orando, esperando que hubiese tal poder para ayudarme.

—Una interesante forma de pensar... quizás sobreviviste no solo porque tuviste suerte —asintió sin expresión—. Ahora puedo confirmar que realmente perdiste parte de tus recuerdos debido al incidente, especialmente aquellos relacionados a este.

—Entonces, ¿puedo volver ahora? —dejó escapar un largo suspiro de alivio en su corazón mientras probaba suerte.

Dunn se metió una mano en el bolsillo y caminó lentamente hacia él, la oscuridad circundante se volvió tranquila y apacible.

—No, todavía tienes que venir conmigo para ver a la experta —sonrió y dijo cortésmente.

—¿Por qué? —replicó, luego agregó—. ¿No crees en los hallazgos de mi sueño?

«Debes estar bromeando, si esa 'experta' se especializa en hipnosis o lectura de mentes y esas cosas, ¿no sería expuesto mi mayor secreto?»

¡Las consecuencias estarían más allá de lo imaginable!

—Normalmente soy bastante humilde, pero soy muy confiando en las cosas relacionadas con los sueños —respondió con calma—. Sin embargo, para asuntos claves importantes, no hay daño en confirmarlos nuevamente. Además, nuestras especialidades se encuentran en diferentes áreas. Tal vez, ella pueda ayudarte a recuperar algunos de tus recuerdos.

Sin esperar a que respondiese, su voz se volvió más profunda al continuar: —Después de todo, está conectado con el paradero de ese cuaderno de la familia Antigonus.

—¿Qué? —se congeló.

Dunn se detuvo frente a él, fijando sus ojos grises en los ojos de Klein y dijo: —En la escena del suicidio, no había ni un solo rastro de ese cuaderno de la Cuarta Época. Welch está muerto, Naya está muerta; tú eres nuestro único indicio.

—Bien, de acuerdo —se quedó en silencio por un momento antes de exhalar.

«Un cuaderno perdido... ¡ahora esto es realmente peculiar!»

«¡Cómo no pensé en el paradero de ese cuaderno de la Cuarta Época!»

Dunn asintió levemente mientras caminaba pasándolo y dijo: —Cierra la puerta y ven conmigo al apartamento de Welch, la experta nos está esperando allí.

Klein tomó una respiración silenciosa. Su corazón latía salvajemente sintiéndose incómodo.

Quería declinar e incluso tenía la intención de correr. Sin embargo, creía que, con lo que había sucedido en sus sueños, Dunn Smith definitivamente habría aumentado su nivel de vigilancia. Y con la diferencia de fuerza entre un humano normal y un Beyonder, había pocas posibilidades de éxito usando la fuerza.

«Él también debe cargar un revólver... también debe haber practicado en el uso del revólver...»

Muchos pensamientos pasaron por su mente y, finalmente, optó por aceptar la realidad.

—Muy bien.

«Suspiro, solo puedo dar un paso a la vez y ver cómo se desarrollan las cosas; tal vez, ese poder milagroso en mi sueño tendrá efecto de nuevo...»

—Entonces vamos —dijo Dunn con un tono indiferente.

Se dio la vuelta y lo siguió. Después de dar dos pasos, de repente se detuvo y dijo: —Sr. Smith, yo... me gustaría usar el baño primero.

«Salí originalmente para ir al baño...»

Dunn no lo detuvo. En cambio, le dirigió una mirada aguda y dijo: —No hay problema, Klein. Créeme, soy mucho más poderoso de lo que puedes imaginar en la noche oscura.

«En la noche oscura...»

Repitió esa frase en silencio.

No hizo ningún intento imprudente de escapar y con honestidad fue al baño. Luego se lavó la cara con agua fría, calmándose por completo.

Se cambió de ropa y cerró la puerta de su apartamento. Con pasos suaves, siguió a Dunn por las escaleras y caminó hacia la entrada del edificio.

En un ambiente tan tranquilo, Dunn Smith abrió la boca y habló de repente: —Al final del sueño, ¿por qué intentaste escapar? ¿De qué tenías miedo?

De inmediato pensó en una respuesta, diciendo: —No recuerdo lo que hice en la casa de Welch, ni recuerdo si estuve involucrado directamente en las muertes de Welch y Naya. Tenía miedo de que se demostrase realmente que era cosa mía, prefería arriesgarme y escapar. Entonces podría empezar de nuevo en el Continente Sur.

—Yo hubiese hecho lo mismo si fuese tú—dijo Dunn mientras empujaba la puerta del edificio, dejando que la brisa fresca de medianoche dispersase el calor sofocante del interior.

No temía que Klein se escapase al subirse en el carruaje. Era exactamente como el que había soñado, un carruaje de cuatro ruedas tirado por un solo caballo y con un conductor. También estaba el emblema policial de espadas cruzadas que se juntaban a una corona tallada en el costado del carro.

Siguió en el carruaje. En el interior, había una alfombra gruesa y el lugar estaba lleno de una fragancia relajante.

Después de sentarse, buscó un tema para hallar más información.

—Sr. Smith, ¿qué pasa si, y quiero decir si, la 'experta' confirma que realmente he olvidado una parte de mis recuerdos? Y que no hay ninguna otra evidencia que indique que yo soy el autor o una víctima, ¿se terminaría esto?

—En teoría, sí. E intentaríamos buscar el cuaderno por otros medios. Mientras exista, puede encontrarse. Por supuesto, antes de eso, tendremos que asegurarnos de que no estés maldito o tengas algún olor a demonios, y que no haya problemas psicológicos persistentes relacionados. Debemos asegurarnos de que puedas pasar el resto de tu vida de manera pacífica y saludable.

Dunn Smith tenía una sonrisa en su rostro, una sonrisa bastante inusual.

Dándose cuenta de ese punto preguntó de inmediato: —¿En teoría?

—Sí, sólo en teoría. En este campo de trabajo, siempre suceden cosas retorcidas, heterodoxas e inexplicables —Dunn lo miró a los ojos y dijo—: Su continuación o fin no son lo que podemos prever o controlar a veces.

—¿Por ejemplo?

En realidad se sintió asustado por un momento.

El carruaje se apresuró por una calle casi vacía. Dunn sacó su pipa de tabaco y la olió, diciendo: —Cuando creemos que las cosas se han acabado, con todo regresando a la normalidad, resurge de una manera aterradora y escalofriante.

—Hace unos años, manejamos un caso relacionado con un culto malvado. Hicieron sacrificios vivos para complacer a un dios maligno haciendo que los seguidores se suicidasen. Cuando uno de los seguidores fue elegido, sus instintos de supervivencia triunfaron sobre su insensatez, creencias retorcidas y drogas psicodélicas. Escapó en secreto y lo reportó a la policía.

—El caso fue entregado a nosotros. Era una misión muy pequeña, ya que no había Beyonders en ese culto. La deidad que adoraban en realidad fue inventada al azar por su líder solo por dinero y satisfacción. La humanidad se perdió allí.

—Solo usamos dos miembros, junto con el apoyo de la policía, para reprimir ese culto. Nadie se salvó. En cuanto a ese informante, también confirmamos que no quedaba ningún olor a demonio persistente. No fue maldito y no sufrió ningún trastorno mental. No tuvo ningún problema de personalidad ni ninguna otra irregularidad, nada.

—Más tarde, obtuvo un avance decente en su carrera, se casó con una muy buena esposa, tuvo un hijo y una hija. Su pasado oscuro parecía estar muy lejos de él. El horror y el derramamiento de sangre parecían haberse desvanecido por completo.

En ese punto, soltó una carcajada y dijo: —Sin embargo, en marzo de ese año, a pesar de tener un buen estado financiero y tener una esposa amorosa y niños adorables... se estranguló a sí mismo hasta morir en su propia oficina.

La luz lunar carmesí afuera de la ventana del carruaje brillaba sobre Dunn Smith.

En ese instante, su sonrisa auto-burlona hizo que Klein se sintiese indescriptiblemente horrorizado.

—Se estranguló a sí mismo hasta morir... —tomó un respiro de aire fresco en silencio, como si estuviese viendo su propio final trágico.

«Incluso si me escapé una vez, ¿podría ser solo temporal?»

«¿Hay alguna manera de resolver esto completamente?»

«¿Convertirme en un Beyonder para luchar contra él?»

El carruaje regresó al silencio. Innumerables pensamientos brotaron en su mente.

Bajo un incómodo silencio, el carruaje viajó por un largo tiempo a altas velocidades.

Justo cuando decidió consultar a Dunn Smith y encontrar alguna solución, el carruaje se detuvo.

—Señor Smith, hemos llegado al departamento de Welch.

Se escuchó la voz del conductor del carruaje.

—Bajemos.

Se enderezó el abrigo negro que le llegaba a las rodillas.

—Oh, permítanme presentarles de antemano, la oficial disfrazada de 'experta' es la médium espiritual más famosa del condado de Awwa.

Klein reprimió sus otros pensamientos y preguntó con curiosidad: —Entonces, ¿cuál es su identidad real?

Dunn dio media vuelta a su cuerpo y volteó la cabeza hacia atrás, con sus ojos grises y abstrusos, dijo: —Una verdadera Médium Espiritual.

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