Tras la caída completa de los hombres del El Marqués Louis en el mar, se produjeron inmediatamente cambios notables en la situación fuera de las costas.
Originalmente, Leylin y los bárbaros no tuvieron más remedio que aliarse en su lucha contra la opresión del El Marqués Louis. Sin embargo, con los Esqueletos Negros y los Piratas Tiburón Tigre destruidos, esa presión se había desvanecido por completo, con el hundimiento de la flota militar que había construido minuciosamente. Ahora, se formó una rivalidad entre las dos tripulaciones.
Como todavía había una gigantesca vaca lechera frente a sus ojos, el conflicto entre ambas partes ciertamente no se había intensificado en gran medida. Aun así, ya era imposible prevenir futuras peleas.
Leylin estaba preparado para esto desde hacía mucho.
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