—Estaré bien sola... Todos venimos solos a este mundo y nos vamos solos... No deberíamos ser tan dependientes de otros... Estoy lista para pasar el resto de mi vida sola... Pienso que es mi destino... —dijo Huo Mian sin demostrar emociones.
—Mian, te equivocas... Solo tienes 25 años. Aún tienes un largo camino que recorrer. Ponlo de esta forma: tu vida acaba de empezar. Si Qin Chu en serio no vuelve, ¿no deberías darle una oportunidad a otra persona? Realmente no quiero que estés sola.
Huo Mian levantó la cabeza y miró a su madre con inquietud.
—Mamá... ¿quieres decir…?
Yang Meirong respiró profundo y dijo despacio: Sí, Mian. Pienso que Su Yu es un buen hombre
Yang Meirong no esperó a que Huo Mian reaccionara y continuó: —Su Yu te ama. Me doy cuenta. Escuché que siente cosas por ti desde hace mucho tiempo...
—Em... Mamá, ¿quién te dijo eso? ¿Fue la tía Su? —Huo Mian miró a su madre algo avergonzada.
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