Luego de dudarlo por un instante, Huo Mian asintió con la cabeza; sabía que esto no era algo que podía ocultarle al director.
—Así es, nos conocemos de antes —dijo e intentaba evitar dejarse llevar por trivialidades.
—Eso facilita las cosas. Si son amigos, te sugiero que le pidas al Doctor Qin que realice la cirugía de tu hermano. Deberías saber que él es un doctor de Harvard. Con la asistencia de nuestro cirujano tratante, la cirugía de tu hermano tendría posibilidades más altas de resultar exitosa, ¿Qué piensas?
—Este… lo pensaré. Gracias por el recordatorio.
Luego de que terminaron de hablar, Huo Mian se dio vuelta y se marchó de la oficina del director, su estado de ánimo era más que complicado.
¿Debería pedirle ayuda a Qin Chu? Preferiría morir. Tal vez debería juntar el dinero primero. Después de todo, trescientos mil yuanes no era una suma pequeña.
Dentro de la habitación del paciente
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