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Capítulo 36: Fama Y Fortuna

Editor: Nyoi-Bo Studio

—En teoría, podría ser —dijo el hombre de mediana edad, duramente, aunque un poco incómodo.

Le frustraba hablar con este niño, que resultaba ser un joven doctor y el director de un imperio de negocios.

—Podría decirme entonces, ¿quién le dijo que no tengo novia? —preguntó Qin Chu, cruzando los brazos y mirándolo fijamente.

El hombre de mediana edad se congeló por un segundo, entonces, inmediatamente sacó otro par de documentos, los miró, y alzo su cabeza para responder.

—Hemos hecho nuestra investigación, Doctor Qin. Durante los últimos años hemos notado que usted no demostraba demasiada intimidad con ninguna mujer.

—Entonces, ¿por qué no sospechó que era gay? —continuó cuestionando Qin Chu.

—Porque según nuestra investigación, usted tampoco tuvo mucho contacto con ningún hombre —respondió el hombre de mediana edad con gran sinceridad.

Qin Chu se quedó sin palabras. Parecía que esta gente lo había investigado rigurosamente. Incluso se fijaron en todos los hombres y mujeres a su alrededor, y tal vez investigaron a todos excepto a sus ancestros.

—Llévese esos documentos, no los necesito —dijo Qin Chu orgullosamente. No estaba desesperado al punto de ir a citas a ciegas aún, ¿o sí? Tal vez no tenía a cien mujeres enamorándose de él cada año, pero al menos ochenta mujeres habían confesado su amor por él. Estas admiradoras venían en distintas formas, pero ninguna conseguía acercarse a sus estándares.

—¿Por qué se está rehusando? Esta es la forma en que el oficial muestra su gratitud.

—Entonces dígame, ¿tiene el oficial derecho a secuestrar a una mujer y obligarla a casarse conmigo? —preguntó seriamente Qin Chu.

El labio del hombre tembló ligeramente ante su pregunta.

—Yo... no lo creo.

Sin importar cuan poderoso era su jefe, él no podría secuestrar a una mujer y obligarla a que se case. Estaba estrictamente prohibido dado que el país valoraba los derechos humanos.

—Olvídelo. Estoy enamorado de alguien, pero como ustedes no pueden secuestrarla y hacer que se case conmigo, no hay necesidad de decir nada más.

—¿Tal vez podemos ayudar de otra manera?

—Está bien, no necesito su ayuda. Usted es libre de irse.

Qin Chu lo dirigió a la puerta.

El hombre de mediana edad suspiró y pensó: este chico aun no me ha dicho lo que quiere, ¿cómo se supone que vuelva junto a mi jefe sin haber cumplido mi misión?

Por lo tanto, decidió encargarse él mismo del asunto...

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Tres días más tarde-

La Ciudad C repentinamente publicó un comunicado oficial:

"Hace tres días, un cierto oficial de alto rango visitó la Ciudad Jing para examinar su situación económica. El oficial expresó su satisfacción ante una de las empresas líderes, la Corporación GK, luego de una visita".

Tras la publicación de este comunicado, distintos medios empezaron a reimprimirlo y publicarlo. Al mismo tiempo, los valores de la Corporación GK crecieron en un 25% para el final del día. Qin Yumin se sentía dichoso al ver las noticias. Parecía que haberle dejado GK a su hijo fue la decisión correcta. No tenía idea de cómo hizo su hijo su hijo para contactar con este particular oficial de la Ciudad Jing, pero su corporación definitivamente se había beneficiado.

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Por la tarde-

Ya eran las 8:30pm cuando Qin Chu volvió a su casa.

—Chu, ¿has comido ya? —preguntó la señora Qin con entusiasmo.

—Ya comí—respondióél mientras se aproximaba a las escaleras.

—Chu, he visto las noticias hoy, y claramente has probado que estaba equivocado. Me da mucha curiosidad saber cómo contactaste con aquél misterioso oficial —preguntó Qin Yumin formalmente mientras apartaba el diario.

—Arriesgando mi vida.

Qin Chu volteó para subir las escaleras luego de su breve respuesta.

Era verdad; si algo hubiera ido mal en esa cirugía, él hubiera terminado en la cárcel y lo hubieran obligado a comer engrudo de arroz por el resto de su vida. Muchos admiraban, envidiaban u odiaban ese exterior excepcional, pero nadie sabía cuánto esfuerzo había detrás de esa fachada radiante.

—¿Qué es esa actitud? —dijo Qin Yumin, enfadado.

—Yumin, nuestro hijo está muy ocupado en el trabajo últimamente. Por favor comprende. La corporación está desarrollándose a un ritmo estable ahora, ¿no es eso lo que más querías? —dijo la señora Qin, defendiendo a su hijo.

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En el Hospital de Primer Grado-

Durante su primer turno, Huo Mian se encontró con Ning Zhiyuan en el pasillo por casualidad. Él parecía haber terminado su turno recientemente. Llevaba puesta una camiseta azul, caquis beige, y zapatos deportivos blancos. Se veía limpio y bien puesto.

Ella olvidó que no se habían visto en varios días.

—Huo Mian. —dijo, y la detuvo.

Ning Zhiyuan estaba ligeramente decepcionado de la reacción de Huo Mian. Pensó que por lo menos estaría feliz de verlo.

—¿Necesitas algo? —preguntó Huo Mian, calmadamente.

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