Luego de que Huo Mian terminó de cambiarse, rechazó el ofrecimiento de otra enfermera para escoltarle hasta el área exclusiva y fue hasta sola hasta ahí.
Mientras caminaba hacia el lugar, en lo único en que podía pensar era en que si el procedimiento fallara, tal vez no volvería a ver a su familia.
Con ese pensamiento rondando su mente, tomó su teléfono y llamó a su madre. Sonó por un rato, pero nadie contestó. Claramente, su madre no quería hablar con ella.
Suspiró y luego llamó a su hermano menor, Jing Zhixin.
—¡Hermana! —dijo la voz juvenil de Jing del otro lado del teléfono.
—Zhixin, ¿estás en clase?
—Ya no. No tuve varias clases hoy así que estoy en la biblioteca, investigando un poco para una tarea. ¿Está todo bien?
—Oh, sí. Todo bien. Escucha, estoy un poco ocupada hoy, así que no creo que pueda ir al Hospital de Cuarto Grado. Si tienes algo de tiempo, no olvides de ir a ver como se encuentra mamá.
—Lo sé. Iré en cuanto termine con esto, y compraré algo para la cena de mamá.
—Está bien —respondió Huo Mian, su mente ocupada por otras cosas.
—Hermana, hablamos luego, ¿de acuerdo?
—Zhixin, si es que resulta que estoy muy ocupada como para cuidar de ustedes dos, tienes que cuidar de mamá por mí.
—Entendido, Hermana —respondió Jing Zhixin y luego colgó.
Volviendo a levantar su teléfono, Huo Mian fue mirando entre sus contactos hasta llegar al nombre de Ning Zhiyuan. Realmente no necesitaba hacer esa llamada.
En su lugar, marcó el número de Zhu Lingling. Sin embargo, la llamada fue desviada. Lingling probablemente se encontraba en un vuelo.
Guardando su teléfono, Huo Mia respiró hondo en un intento de esclarecer su mente, y abrió la puerta de la sala de espera que se encontraba adyacente al quirófano.
Un hombre que parecía estar en sus treinta años se encontraba ahí
—Eres Huo Mian, ¿no es así? —dijo el hombre.
—Lo soy.
—Soy el enfermero de quirófano del departamento de Neurocirugía, Song Heng. Puedes llamarme simplemente Song.
—Hola —le saludó Huo Mian.
—Estos son los nombres y perfiles de aquellos involucrados en la cirugía de hoy. Échale un vistazo.
Song Heng le entregó un documento a Huo Mian, y ella lo abrió cuidadosamente.
Cirujano asistente: Doctor Wang Qi, hombre, 47, reconocido especialista en neurocirugía, graduado del Universidad Medica Jing.
Cirujana asistente: Doctora Huang Xiaoning, mujer, 43, reconocida especialista en neurocirugía, graduada de la Facultad de Ciencias Médicas y Sanitarias de la universidad de Auckland.
Anestesista: Doctor Fang Xu, 42, anestesista experto, graduado de la Universidad Medica de Osaka.
Enfermero de quirófano: Profesional de enfermería Song Heng, 35, enfermero de quirófano del departamento de neurocirugía, graduado de la Escuela de Medicina de la Universidad Nacional de Singapur.
Enfermera de quirófano: Huo Mian, 24, enfermera de quirófano pasante del departamento de obstetricia, graduada del Programa avanzado de enfermería de la Academia Medica de C City.
En comparación a los perfiles anteriores al de ella, Huo Mian se sentía como una hormiga ante gigantes.
Si había tantos expertos alrededor, ¿Por qué mandaron a una enfermera pasante de obstetricia y ginecología como ella para arriesgar su vida de esa manera?
Eso es, el director había dicho que ella fue seleccionada personalmente por el cirujano tratante. ¿Dónde estaba el perfil de este?
Levanto su cabeza.
—Umm…¿Por qué no está el perfil del cirujano tratante aquí? —preguntó, dudosa.
—Oh, no se encuentra en el documento. Al cirujano tratante no le gusta la atención, y se rehusó a revelar información personal en demasía. Todo lo que sabemos es que es un hombre muy joven con un título postdoctoral de la Escuela de Medicina de Harvard.
—¿Tiene un título postdoctoral de la Escuela Médica de Harvard? —preguntó Huo Mian, impactada.
¿Alguien tan impresionante como ese hombre existía en una ciudad de cuarta como la de ellos? ¿Cómo es posible que nunca escuchara hablar de esta persona?
—Está bien, ten algo de confianza. Definitivamente esta operación saldrá exitosa —dijo Song Heng con una sonrisa.
—Realmente espero que sea así—respondió Huo Mian y le devolvió la sonrisa.
En ese mismo instante, la puerta de la sala de espera se abrió y cuatro doctores vestidos con batas blancas entraron al lugar.
Cuando Huo Min vio a la última persona que entró al lugar, sintió que su cerebro entró en cortocircuito.
Ese es... ese es Qin Chu…¿no es así?