No podía ser arrebatado.

A la mañana siguiente, Mo Zixi se despertó del sofá y encontró un tazón de sopa de resaca en la mesa del comedor. La cogió y se la bebió de un solo trago.

Luego miró alrededor de la casa. Parece que Yao Anqi calentó la sopa para él antes de que ella se fuera a trabajar.

Mo Zixi prometió que ese día recogería a Xingzhe del Hyatt Regency, así que después de bañarse, volvió inmediatamente a la casa de la familia.

Pero, cuando Mo Ziyan oyó que Mo Zixi se llevaba a Xingzhe, se sintió muy infeliz.

"¿Por qué no me lo das a mí? Tú y Yao Jie pueden tener otro hijo. La pequeña Xingxing puede ser mía".

A Mo Ziyan le gustaba mucho Xingzhe porque se comportaba muy bien y era adorable...

"No, hoy debo llevarme a Xingzhe."

"Hermano, estoy haciendo esto por tu propio bien, ¿vale? Si llevas a Xingzhe a casa, Yao Jie sólo tendrá ojos para su hijo. ¿Quién miraría a un anciano como tú? Te estoy ayudando a crear una oportunidad."