El clima estuvo malo toda la semana, con el cielo siempre gris. El humor de Karl van Bate estaba igual al clima: sombrío al extremo.
Mientras caminaba por la húmeda calle de piedra, la gente lo saludaba de tanto en tanto.
Karl manejaba una escuela en el pueblo. A diferencia del Reino de Castillogris, donde sólo los hijos de los nobles podrían ir a la escuela, aquíél enseñaba a los hijos de gente ordinaria. Por lo tanto, tenía una muy alta reputación en Ciudad Fronteriza.
—Hola, señor van Bate, buen día.
—Señor, ¿le va bien a mi hijo?
—¿Cuándo está libre, Karl? Vamos de pesca.
Usualmente, Karl siempre sonreía y respondía, pero hoy solo asentía, sin decir una palabra.
Acababa de presenciar el ahorcamiento de Anna, así que en sus ojos había una grieta en este mundo que alguna vez perfecto, o quizá esta grieta ya se había formado cuando dejó Castillogris, sólo que deliberadamente decidió ignorarlo. Entonces usó su trabajo para anestesiarse y, hasta cierto punto, usó incluso las inocentes sonrisas de sus estudiantes para enmendar esa grieta.
Hasta la muerte de Anna, el mundo no había cambiado.
Pero después del ahorcamiento, la grieta no sólo no desapareció, sino que se extendió.
Sus recuerdos de Anna iban hasta hace medio año atrás. Con su apariencia normal y pocas palabras, no resaltaba en clase más que cualquiera de sus treinta compañeros, pero había algo en ella que le causó a Karl una profunda impresión.
Era su pasión por el conocimiento.
Sin importar qué estaba enseñando él, sea sobre personajes o sobre historia, ella siempre lo recordaba al primer intento. Incluso si se trataba de la aburrida historia y evolución de la religión, ella podía leer todo sobre ello todo el día. También había visto a la joven ayudar a cuidar a la oveja del vecino. Sentada bajo el sol, Anna peinaba cuidadosamente la lana de la oveja, como lo haría alguien con un bebé. Aún recordaba claramente su dulce sonrisa, y sin importar cómo, no podía pensar en ella como una persona siniestra y malvada.
Después del fuego en la calle de Anna y el infortunio de la muerte de su madre, Anna nunca volvió a clases. No la volvió a ver hasta hace una semana atrás, cuando fue acusada de ser una bruja para luego ser ejecutada en la horca de la plaza.
¿Tentada por el Diablo? ¿Una persona impura? ¿Malvada? ¡Todas mentiras!
Comenzó a dudar sobre la Santa Iglesia y el conocimiento que impartía por primera vez en su vida.
No sabía si Anna fue en realidad una bruja o no, pero jamás podría ser malvada. Si una adolescente ignorante del mundo que la rodea, pero llena de curiosidad podría ser llamada malvada ¡entonces los oficiales administrativos de Castillogris eran del infierno y también estaban poseídos por el Diablo! Con el propósito de salvar algunos cientos de reales dorados, deliberadamente cambiaron el material de piedra utilizado para construir un teatro, lo cual lo llevó a su colapso y a la muerte de más de treinta personas.
¿Pero fueron colgados? ¡Ni siquiera uno! El juez dictó que el líder de los canteros era inadecuado para este trabajo y fue castigado con el exilio, mientras que el Gremio de Canteros fue obligado a desmantelarse. Karl, que sabía la verdadera historia, huyó del Reino de Castillogris, siguió el camino al Oeste y eventualmente llegó a Ciudad Fronteriza.
Se las arregló para establecer una escuela con muchos estudiantes, conoció a sus nuevos vecinos, encontró nuevos amigos, pero los crímenes de los oficiales de Castillogris estaban siempre en su mente. Ahora, sentía que el mundo se burlaba de él una vez más.
¿Podían los dioses del cielo reconocer lo que realmente era malvado?
El colmo para Karl fue Nana.
Nana y Anna eran tan distintas que uno podría incluso decir que eran exactamente lo opuesto.
Después de clase, uno podía ver a Nana jugando siempre con aves o rodando en el pasto. Si uno le preguntaba qué estaba haciendo, ella simplemente reía por un momento antes de contestar que estaba mirando una pelea entre un saltamontes y una hormiga.
Nana siempre estaba sonriendo, parecía estar en su naturaleza. Estaba completamente distraída de las penas del mundo y, al menos en la escuela, continuaba sonriendo sin cuidado. Incluso, Karl a veces se preguntaba si alguna vez, desde que nació, ella había llorado.
Dos días atrás, Nana acudió a él súbitamente y, con lágrimas en los ojos, le preguntó:
—Profesor, ¿seré colgada como Anna?
Esto le dijo que su estudiante, Nana Pino, se había convertido en bruja.
—Ah, ¿qué no es ese el Señor Van Bate? Venga, ayúdenos a leer lo que dice esto.
Karl sintió que alguien le estiró la manga y se encontró en la plaza. Mucha gente estaba reunida alrededor del panel de noticias, y cuando escucharon el nombre van Bate, todos le abrieron paso.
—Justo a tiempo, señor. Por favor, ayúdenos a leer esto.
—Sí, se suponía que Meg nos lo leería, pero tuvo dolores de estómago, fue al baño, y ya no volvió.
Normalmente, él hubiera asentido con una sonrisa y explicado en detalle los contenidos del tablero de noticias a todos los que lo escucharan. Pero Karl encontró esto imposible, las sonrisas y el entusiasmo de esta gente eran sinceros, lo cual era más difícil de soportar que si solo estuviesen pretendiendo interés.
La noticia del ahorcamiento de Anna estaba ahí, y todos lo discutían alegremente.
De alguna manera, todos ustedes la asesinaron. Y su ignorancia y miedo la mataron.
Karl suprimió sus emociones, respiró profundo y caminó hasta la lista de avisos.
—El príncipe pide manos para ayudar a la construcción de nuevos edificios para Ciudad Fronteriza, y una variedad de diferentes trabajos están disponibles —dijo.
Pero yo también soy uno de sus asesinos, así que, ¿por qué podría culparlos a ellos? ¿No fui yo quien les enseñó que las brujas son malvadas?
Karl tenía un sabor amargo en la boca.
Qué cosas enseñé a estos niños. Seguí cada palabra de la doctrina de la Iglesia, y creí que les estaba enseñando bien, ¡maldita sea!
"Triturador de piedras, hombre, de 20 a 40 años de edad, saludable y fuerte, salario de 25 reales de bronce al día".
"Artesanos de barro, género no excluyente, más de 18 años, debe tener experiencia en mampostería, salario de 45 reales de bronce al día".
"Obrero, hombre, más de 18 años, salario es de 12 reales de bronce por día".
"…"
No, tenía que hacer algo. Si la muerte de Anna era irreversible, al menos no podía permitir que Nana también muriera. Karl oyó su voz interior gritando:
Cuando el Gremio de canteros colapsó, no hiciste nada. Cuando colgaron a Anna, no hiciste nada. ¿Tampoco harás nada y simplemente observarás cuando esta adorable joven sea arrastrada a la horca?
Pero ¿qué podría hacer? ¿Podría escapar de Ciudad Fronteriza con Nana? Él tenía una familia propia, una familia que había viajado con él desde Castillo gris. ¿Les haría irse otra vez justo cuando sus vidas estaban mejorando? ¿Podría Nana misma, que había nacido en una familia rica, ser capaz de abandonar sus comodidades?
"Cantero, sin género excluyente, sin edad excluyente, posición a largo plazo para cualquiera que ha participado en construcciones del gobierno, salario es un real de oro por mes".
"Condición adicional: Personas con experiencias ricas y desempeño excelente podrán recibir una posición oficial".
Luego de escuchar las novedades, la gente se puso aún más ruidosa.
—¡Un real de oro por mes es incluso mejor salario que el de la caballería!
—Pero ¿qué harás? Si ni siquiera puedes construir una pila de lodo, ¿podrías construir una fortaleza?
—No te quedes solamente mirando el anuncio. Incluso las primeras posiciones no son malas. Si te pagan cada día, ganarías tanto como un cazador.
—Efectivamente, cazar es un trabajo con peligro de muerte, y el Bosque Nublado es un lugar realmente peligroso.
Karl van Bate no prestó atención a estas palabras, y se concentró solamente en el sello y firma al pie de la nota. Era el autógrafo de Roland Wimbledon, el Cuarto Príncipe.
¿No sabía el príncipe que los Meses de los Demonios ya se acercaban? Lo que sea que quería construir, no era un buen momento para empezar. Parecía que su Alteza nada sabía de construcciones, así que si podía convertirse en cantero y captar su atención… Karl tuvo una súbita idea. Quizá a través de su reclutamiento, él podría conocer al príncipe mismo, la máxima autoridad de Ciudad Fronteriza.
Karl tragó saliva, debido al susto. ¿Podría él convencer al príncipe de que las brujas no eran malvadas? Había rumores sobre las ideas particulares de su Alteza, así que debería ser distinto a la gente normal, y debería también odiar a la Iglesia.
¡Quizá pueda hacerlo!
A pesar de que el ahorcamiento de Anna fue ordenado por el príncipe Roland, todos podían ver que él no quería hacerlo.
El príncipe estaba aún en la mitad de sus veinte, lo cual debería hacer más fácil el hacerle entender que estas jóvenes eran incapaces de ser malvadas.
Por supuesto, cabía la posibilidad de que Karl sea marcado como Ayudante de Brujas, y terminara en la horca con ellas. La ley de la Iglesia estipulaba que cualquiera que protegía o rogaba clemencia, sería catalogado como súbdito del Diablo.
Solo podía esperar que el odio del príncipe hacia la Iglesia se extendiera hasta a sus leyes.
Karl rezó en su corazón.
Aunque no sabía a cuál Dios rezarle, cerró los ojos y pidió por una bendición.
Por el bien de la asesinada Anna, por el bien de Nana, que estaba aún viva, y por el bien de su propio corazón para que deje de romperse, él decidió tomar el riesgo.