En pocas palabras: esta historia es una joya. Todo en ella se siente armónico y bien conectado, con una coherencia narrativa que brilla incluso cuando hay ciertos altibajos. Las caídas que pueda tener se ven ampliamente compensadas más adelante por momentos bien construidos y giros que revitalizan el interés del lector.
Uno de sus mayores aciertos es el ritmo: sabe perfectamente cuándo acelerar y cuándo detenerse. Evita caer en el tedio o en lo innecesario, manteniendo siempre la atención centrada en lo importante, sin empalagar ni aburrir.
Un logro verdaderamente admirable —y poco común en este tipo de obras— es la capacidad del autor para escribir un personaje excesivamente poderoso sin que pierda coherencia o atractivo. Sentry, con todo su poder, sigue sintiéndose humano, interesante y atrapante. Eso, por sí solo, ya lo coloca por encima de muchas propuestas similares que abundan en el sitio.
La trama de reencarnación, un recurso muchas veces sobreexplotado, aquí sorprende gratamente. Se toma el riesgo de introducir más reencarnados en una historia ambientada en Boku no Hero , algo que podría haber sido un desastre... pero no lo fue. Muy al contrario, está ejecutado con acierto y logra enriquecer la narrativa. Como punto curioso y divertido, muchos de esos personajes son claras referencias o sátiras de los típicos protagonistas genéricos de fanfics y webnovelas .
Es cierto que esta obra no busca la profundidad emocional o filosófica de otros como La Banca , pero lo compensa con una propuesta sólida, entretenida y, sobre todo, honesta consigo misma.
Finalmente, a quienes se quejan del poder de Sentry —sí, ese que puede remodelar la realidad—, hay que decirlo claro: si realmente lo usara sin límites, no habría historia que contar. El autor lo sabe y lo maneja con inteligencia.
Espero que saques más historias como esta o del mismo calibre.
