—Murong Xue se liberó de la mano de Liu Yan y dijo con enfado:
— ¿Qué? ¿Estás demasiado avergonzado para admitir lo que has hecho?
Al oír esto, Liu Yan no pudo evitar sentir dolor de cabeza. La personalidad de esta mujer era demasiado feroz.
—Sin embargo, Liu Yan estaba demasiado perezoso para explicar. Sacó el Escudo de Roca de su anillo de almacenamiento y se lo entregó a Murong Xue —dijo indiferentemente—. Volví tarde porque estuve ocupado ¿de acuerdo? Este es para ti. Échale un vistazo.
—En el momento en que Liu Yan sacó el Escudo de Roca, la mirada de Murong Xue fue completamente atraída por el Escudo de Roca. No podía apartar la vista en absoluto.
Murong Xue había estado necesitando un escudo poderoso últimamente.
Aunque tenía los guantes de boxeo de grado S que Liu Yan le había dado anteriormente, todavía era un Pugilista de Roca. Se centraba en su defensa.
Incluso si Murong Xue tenía los guantes de grado S, necesitaba un escudo poderoso.
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